Arensman triunfa y Mas lo prueba




Quién se lo iba a decir. Enric Mas y Miguel Ángel López, hasta el año pasado, compañeros muy mal avenidos en el Movistar, han protagonizado hoy el movimiento clave de la decimoquinta etapa de la Vuelta. No es que se les haya visto especialmente a gusto el uno con el otro, todo lo contrario, ya que era evidente la desconfianza recíproca y el mal rollo entre ambos. Con todo, han planteado un muy atractivo ataque que finalmente no se ha saldado con diferencias de importancia, es verdad, pero que sí ha animado la carrera. Una carrera que llega a su última semana con Remco Evenepoel tocado pero resistente al frente de la clasificación. El belga ha cedido apenas 36 segundos con Mas y 14 con Primoz Roglic, es decir, prácticamente nada. Todo ello en un día en el que Thymen Arensman ha logrado el triunfo parcial y, de paso, ha avanzado posiciones en la general. 


La etapa de hoy ha sido una buena demostración de la importancia crucial de los gregarios en el ciclismo, que para algo es un deporte de equipo aunque la gloria se la lleve un corredor de forma individual. Todos los equipos implicados en la lucha por la general han metido a algún ciclista en la numerosa escapada del día, formada por 29 corredores, lo que ha permitido ver estrategias más o menos exitosas en la parte final. Los fugados han sido Arensman (DSM), Hindley (Bora), Meintjes (Intermarché), De La Cruz (Astana), Carapaz (Ineos), Urán (EF), Carthy (EF), Vine (Alpecin), Mäder (Bahrein), Soler (UAE), Reichenbach (Groupama), Oliveira (Movistar), Molard (Groupama), Oomen (Jumbo), Gesbert (Arkea), Rubén Fernández (Movistar), Nibali (Astana), Craddock (BikeExchange), Meurisse (Alpecin), Goldstein (Israel), Dennis (Jumbo-Visma), Masnada (Quick-Step), Mcnulty (UAE), Vervaeke (Quick-Step), Wright (Bahrein), Prodhomme (Alpecin), Azparren (Euskaltel), Pedersen (Trek) y Tiberi (Trek).


Marc Soler, que brilla más cuanto más libertad tiene para ir en busca de triunfos de etapa, entro en cabeza y con una importante ventaja en la ascensión final a Sierra Nevada. Llegó a soñar el ciclista del UAE con sumar su segunda victoria en la presente edición de la carrera, aunque al final se quedó sin fuerza y fue derrotado con claridad por un inmenso Arensman. 22 añitos tiene la criatura. 


En la lucha por la general, lo dicho, una clase magistral de la importancia del equipo en el ciclismo. A Roglic le ayudaron a endurecer la carrera Oomen (que venía de la escapada), Dennis y Gesink. Cuando se quedó sin compañeros, el esloveno intentó, sin éxito, hacer sufrir a Evenepoel marcando un ritmo fuerte, y sólo dentro del último kilómetro pudo soltar al líder. Vervaeke echó una mano a Evenepoel cuando Roglic había reducido el grupo del líder a su mínima expresión (junto a ello sólo quedaban Mas, López y O’Connor) y Carapaz hizo lo propio con Carlos Rodríguez para que el campeón de España, que venía cortado junto a Juan Ayuso y Joâo Almeida, intentara minimizar con los favoritos. 


Muy valiente, claramente creciéndose en la parte final de la carrera, atacó desde lejos Miguel Ángel López, a quien ayudó durante unos kilómetros cruciales David De la Cruz, que también venía de la fuga. Ya digo, jornada de estrategia por todos lados. Fue entonces cuando se lanzó también Enric Mas, que también sabe atacar. No es que se entendieron mucho Mas y López, parece claro que aún hay heridas abiertas tras lo ocurrido el año pasado, cuando el colombiano abandonó la carrera de mala manera al sentirse abandonado por su equipo entonces, el Movistar. Pero el caso es que, a arreones, fueron abriendo hueco y adelantando a ciclistas de la escapada.  





Evenepoel ha vuelto a pasarlo mal hoy y a perder algo de tiempo. Las distancias en la general sobre sus dos inmediatos perseguidores, Roglic (a 1:34) y Mas (a 2:01) y la frivolidad mostrada por el líder los dos últimos días invitan a pensar en una última semana más que explosiva. Nada está escrito, nada está resuelto. Más al ataque deberán correr Ayuso, Rodríguez y López si quieren entrar en el podio, porque están ahora en torno a tres minutos de los puestos de honor. En definitiva, la Vuelta se queda preciosa con todo por decir en su última semana. Mañana, jornada de descanso. 

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