Roglic se cae tras sorprender a Evenepoel




Rocambolesco final para una etapa que estaba llamada a ser de transición en la Vuelta. Parecía que iba a ser una jornada sin nada importante que llevarse a la boca, más allá del vencedor final al sprint, pero en ciclismo nunca, jamás, bajo ningún concepto se puede dar nada por seguro. Todo parecía seguir el guión previsto para este tipo de etapas. El pelotón echado abajo ya la fuga del día, protagonizada por Luis Ángel Maté (Euskaltel-Euskadi) y Ander Okamika (Burgos BH) y también había neutralizado la intentona posterior de Ibai Azurmendi, compañero de Maté en el equipo vasco. El pelotón parecía lanzado hacia el sprint cuand Primoz Roglic hizo saltar la carrera por los aires al atacar en un repecho a falta de algo menos de tres kilómetros para el final de la meta.


El ciclista esloveno, que está a 1:34 en la general de Remco Evenepoel, intentó sorprender con ese movimiento y lo logró. Ningún corredor de la general pudo seguirlo, tan sólo cuatro velocistas que buscaban el triunfo de etapa: Mads Pedersen, Pascal Ackerman, Danny Van Poppel y Fred Wright. Era una imagen preciosa. El ganador de las tres últimas ediciones de la Vuelta atacando en una jornada con previsible final al sprint, probándolo donde menos se esperaba, demostrando una vez más su carácter combativo.


Al poco de atacar Roglic la cámara enfocó a Evenepoel, que levantaba el brazo y pedía cambiar una rueda por culpa de un pinchazo.  Una oportunidad contrariedad. Como el problema mecánico del líder se produjo dentro de los tres últimos kilómetros se le daría el tiempo del grupo en el que marchaba, que era el pelotón, no el grupo delantero tras el corte provocado por Roglic. Es decir, perdería respecto al esloveno los segundos que éste lograra sacarle el pelotón. Roglic tiraba a tope del grupo delantero, sabedor de que la etapa se la llevaría alguno de los velocistas que llevaba a rueda, pero decidido a meter cuanto tiempo pudiera al líder, porque su guerra era la de la general.


Marchaba el grupo con unos 10 segundos de ventaja con el pelotón cuando los cinco de cabeza entraron en la recta de meta y, entonces, cuando los hombres rápidos lanzaban ya el sprint en el que se impondría Mads Pedersen, Roglic sufrió una espantosa caída. Increíble pero cierto. Una vez más, la mala suerte se cruzaba en el camino del corredor esloveno del Jumbo-Visma. De nuevo el azar le puso la zancadilla. Sacó ocho segundos al pelotón, sí, porque su caída también fue en la zona neutralizada de los últimos tres kilómetros, pero se hizo una herida importante en la rodilla. Veremos cómo le afecta para continuar, pero el daño parece serio. Evenepoel entró en meta buscando al esloveno para interesarse por su estado de salud. Un final rocambolesco en el que quien más arriesgó más terminó perdiendo. Muy mala suerte. Una auténtica pena. 





La etapa de mañana concluirá en un final en alto en el Monasterio de Tentudía, catalogado de segunda categoría, así que será una nueva ocasión para ver en acción a los hombres de la general. 

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