Así será el Tour 2023




El Tour de Francia ha presentado hoy el recorrido de su edición del próximo año. O, mejor dicho, los recorridos de sus ediciones del próximo año, porque se han desvelado tanto las ocho etapas del Tour femenino como las 21 del masculino. Al igual que el año pasado, la prueba de mujeres empezará el día en el que termina la cita masculina, por lo que la carrera ciclista más carismática del mundo consolida su apuesta por perreras cuatro semanas seguidas del mejor ciclismo. Este 2022 ha sido un gran éxito, con una sensacional repuesta pero parte del público y de la audiencia televisiva, y es de esperar que en 2022 el Tour Femmes dé otro salto más adelante.





Por orden cronológico, ya digo, el Tour masculino antecederá al femenino. El 1 de julio de 2023 es una fecha marcada en amarillo en el calendario de todos los amantes de este deporte, no digo nada de los aficionados vascos, ya que el Tour partirá ese día de Bilbao. Euskadi ha estado muy presente en la presentación de hoy, en la que ha participado el lehendakari y en la que también se ha desvelado el cartel oficial de la carrera, diseñado por Raisa Álava. Será una primera etapa con salida frente al museo Guggenheim y con un recorrido precioso, con 3.300 metros de desnivel y subidas al Vivero y a Pike, entre otros. La segunda etapa, entre Vitoria y Donosti, también será exigente e incluirá la subida a Jaizkibel a menos de 20 kilómetros del final. La tercera etapa, que partirá de Amorebieta y concluirá ya en territorio francés, en Bayona, ofrecerá en principio la primera oportunidad para los velocistas, que también tendrán su ocasión al día siguiente.  Nada que ver con la etapa 5, entre Pau y Lauruns, que incluye la subida a Soudet (15,1 kilómetros al 7,2%) y a Marie Blanque (7,7 kilómetros al 8,6%). Esta última, a menos de 20 kilómetros de la meta. 


La sexta etapa encadenará Aspin, Tourmalet y Cauterets para sumar 3.750 metros de desnivel acumulado. La etapa 7 en Burdeos volverá a dar chance a los sprinters, que también podrán intentarlo en la octava, con final en Limoges. Para la novena etapa el Tour ha reservado el regreso de la ascensión al Puy du Dôme (13,3 kilómetros al 7,7%) después de 35 años de ausencia.


Tras el primer día de descanso, las etapas 10, 11 y 12 se presentan propicias para los hombres rápidos, antes de que la montaña regrese en la jornada 13 con la ascensión final a Le Grand Colombier, con sus 17,3 kilómetros de subida al 7,1% de desnivel medio. La etapa 14 encadena el Col de la Ramaz (13,9 kilómetros al 7,1%) y el Col de Joux Plane (11,6 kilómetros al 8,5%). La etapa tendrá 4.200 metros de desnivel acumulado. Todavía más, 4.300, tendrá la jornada siguiente, en la que los ciclistas subirán cuatro puertos, incluidos la Côte des Amerands (2,7 kilómetros al 11,1%) y Saint-Gervais Mont-Blanc Le Bettex (7,2 kilómetros al 7,7%). 


Después del segundo día de descanso llegará la única contrarreloj del Tour, de apenas 22 kilómetros entre Passy y Combloux, y que además no tiene un perfil para especialistas porque incluye la subida a la Côte de Domancy. Al día siguiente, etapa 17, más de 5.000 metros de desnivel acumulado, con subidas al Col des Saisies, Cornet de Roselend, Côte de Longefoy y Col de la Loze (28,4 kilómetros al 6%). Tras dos etapas, la 18 y la 19, para los velocistas, el Tour se terminará de decidir en una jornada final por los Vosgos con cinco subidas; las dos ultimas,  el Petit Ballon (9,3 kilómetros al 8,1%) y el Col du Platzerwasel (7,1 kilómetros al 8,4%).


En resumen al recorrido, peculiar por ese comienzo tan duro en Euskadi, le falta algo. Sobre todo, kilómetros contrarreloj, apenas 22. 





El domingo 23 de julio terminará el Tour masculino y echará a rodar el femenino, cuyo recorrido mejora el del año anterior y tiene un par de alicientes sensacionales: la llegada al Tourmalet en la penúltima etapa y la contrarreloj del último día. 


Por partes. La primera etapa, con salida y llegada en Clermont-Ferrand, presenta una cota cerca de meta que puede animar el desenlace. Al día siguiente, jornada de media montaña con 2.500 metros de desnivel acumulado. La etapa 3 presenta cinco cosas, pero lejos de meta, lo que en principio debería propiciar un sprint. La cuarta etapa, con final en Rodez, será una jornada rompepiernas, que incluirá las subidas a la Côte de Moyrazès (4,6 kilómetros al 5,5%), la Côte de Lavernhe (2,2 kilómetros al 7,1%) y la Côte Saint-Pierre (570 metros al 10,1%). La jornada cinco con final en Albi tendrá también varias cotas cerca de meta, mientras que la seis, que llegará a Blagnac, parece más propicia para las velocistas.


La etapa 7 será la jornada reina de la carrera, con subidas al Col d'Aspin (12 kilómetros al 6,5%) y al mítico Tourmalet (17 kilómetros al 7,3%). Si algo queda por decidir después de esta jornada montañosa, se resolverá en la contrarreloj final de 22 kilómetros en Pau, donde conoceremos a la ganadora de la segunda edición de este renovado Tour de Francia Femmes. 

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