El Movistar suma y sigue


El final de temporada del Movistar está siendo extraordinaria. Habrá quien piense que es porque el equipo se ha puesto las pilas ante el riesgo de descender de la primera categoría del ciclismo mundial y también quien sostenga que la imagen del equipo estás semanas refleja mejor su nivel real que la exhibida en buena parte de la temporada.  Supongo que, como casi siempre, la realidad estará en un punto intermedio. Es indudable que el Movistar se ha sentido presionado y ha corrido de un modo más agresivo estas últimas carreras para sumar puntos y seguir en la categoría, pero también lo es que los ciclistas que componen la escuadra telefónica no son hoy mejores que hace dos meses. Son los mismos. El talento que muestran hoy, su enorme clase, estaba también ahí antes. En ocasiones en el deporte, y en la vida en general, somos demasiados resultadistas y juzgamos la carera de un corredor sólo por sus victorias, sin tener en cuenta lo difícil que es ganar y las mil y una razones que pueden nublar las expectativas de un buen equipo ciclista como es el Movistar.

Iván García Cortina ha ganado hoy el Gran Piemonte. Es su primera victoria el el equipo Movistar, al que llegó en 2021. El ciclista astuariano llegó al conjunto telefónico con grandes esperanzas, especialmente en las carreras de un día. Hasta ahora, su rendimiento no ha estado a la altura de su nivel. Tampoco de la enorme presión que se le pone encima. De nuevo, le pasa algo parecido a lo de Enric Mas, paga las frustraciones de otros. No es él el culpable de que no haya ciclistas españoles que destaquen en las grandes clásicas, que son su debilidad. Insisto, no es tan sencillo ganar y hoy Garcías Cortina ha ganado. Ojalá le dé confianza para seguir creciendo como ciclista. 

Hoy ha ganado con claridad por delante de Mohoric, tras protagonizar un soberbio sprint porque se había quedado muy atrás en la última curva antes de meta y tuvo que remontar. Ha sido una victoria estupenda.

Ya hemos comentado aquí varias veces que cuando se habla de Movistar, por alguna razón que se me escapa, es difícil tener un debate constructivo y más o menos objetivo. Hay grandes haters del equipo que le niegan el pan y la sal, que llevan toda la temporada señalando su falta de victorias y, estas últimas semanas, minimizando la importancia de sus triunfos o de su buenos resultados como la segunda plaza de Enric Mas en la Vuelta. A quienes intentan ponderar con objetividad las carreras del Movistar, señalando sus innegables errores y sus innegables aciertos, se les tilda de pelotas del Movistar y no sé qué historias más. Hay una cierta fijación difícil de entender con este equipo. Con lo bonito que es disfrutar del ciclismo, sin nacionalidades ni banderas y, ya puestos, claro que sí, que cada cual tenga sus preferencias, pero que el amor o el odio no le ciegue ni le impida disfrutar del ciclismo, que es de lo que se trata.

El sábado, última bala, última carrera de Alejandro Valverde en Il Lombardia.  

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