Enric Mas se reivindica en el Giro dell’Emilia


Enric Mas, uno de los ciclistas más injustamente tratado, ha ganado hoy el Giro dell’Emilia tras atacar al comienzo de la ascensión final. El ciclista del Movistar ha vencido en solitario con once segundos de ventaja sobre un tal Tadej Pogacar. Tercero ha sido Domenico Pozzovivo y cuarto, el incombustible Alejandro Valverde, a quien ya sólo le quedan dos carreras antes de colgar la bicicleta. 

La de hoy es la primera victoria de la temporada de Enric Mas, quien viene de ser segundo en la pasada edición de la Vuelta, carrera en la que ya suma tres podios después de los conseguidos en 2018 y en 2021

No se ha tratado nunca de forma justa a Enric Mas, no. A cada cual le puede gustar más o menos la forma de correr de un ciclista. Se puede tener su favorito (aunque aseguro que es infinitamente más divertido ver las carreras sin banderas ni favoritos, deseando disfrutar y queriendo que gane el mejor). Todo eso es aceptable, claro. Incluso que te caiga mal un corredor, pero con Enric Mas se han traspasado unos cuantos límites. Y no hablo sólo de ese tipo que le insultó tras el final de una etapa de la Vuelta. Hablo de una corriente de opinión constante en redes sociales, no ya crítica, sino ofensiva y llena de odio contra el Movistar en general y contra Mas en particular. No concibo el ciclismo como un deporte de banderas y forofismo en el que se insulta al que no te gusta o se le ridiculiza. Nunca debería ser eso. Jamás. 

La realidad es que, quitando a Valverde, no hay, ni por asomo, ningún ciclista español en activo que haya mostrado más solidez en vueltas de tres semanas. Insisto, desde 2018 suma tres segundos en la Vuelta, un quinto y un sexto puesto en el Tour y otro quinto puesto en la Vuelta. Quien crea que eso carece de mérito o que está al alcance de cualquiera entiende lo justo de ciclismo. 

Claro que Enric Mas, por su forma de correr y por lo que le cuesta ganar, no es el ciclista más carismático del pelotón. Por supuesto que hay personas que siguen el ciclismo con la bandera de su país de turno y pagan con Mas su frustración por la ausencia de victorias en grandes vueltas del ciclismo español en los últimos años. Claro que no se puede comparar a Mas con otros ciclistas mucho más explosivos y alegres. Pero eso no es su culpa. En absoluto. Él es un ciclista profesional de un nivel y una regularidad incuestionables en las carreras de tres semanas. Hay ciclistas con más facilidad para ganar que otros. Hay corredores con más punta de velocidad en llegadas en grupos reducidos. Y hay ciclistas más osados u ofensivos que él. Por supuesto. Pero, insisto, más allá de que guste o no su forma de correr, cuestionar el nivel de Enric Mas  o estar todo el día con las gracietas sobre si ataca o no es bastante injusto. Porque desde el salón todo se ve muy fácil y porque corredores con un palmarés mucho más discreto que el suyo en las vueltas de tres semanas son tratados de un modo infinitamente más generoso y amable. 

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