2022, el año del adiós de Valverde

 

El último artículo del año de la retirada de Alejandro Valverde no podía tener otro protagonista más que el murciano. El corredor del Movistar, el más completo de la historia de España, se marcha 133 victorias, 348 podios y 651 top 10 después. Desde su debut como profesional en 2002 en el Kelme, Valverde ha disputado 1.394 carreras. La última fue Il Lombardía, donde terminó en la sexta posición, un lugar de honor para poner punto final a una de las trayectorias más extraordinarias de la historia del ciclismo mundial, un corredor que ha cautivado a aficionados de varias generaciones y del que muchos nos sentimos afortunados de poder decir que le vimos correr, que vibramos con sus victorias en todos los terrenos, con su chispa en los finales, con su gran ambición y su forma de entender este deporte, por encima de todo, como una diversión, una gran pasión de la que ha disfrutado hasta el final, con 42 años, ante ciclistas que podrían ser sus hijos. 
No se puede resumir de ninguna forma la carrera del corredor de Las Lumbreras, que ha corrido casi todas sus temporadas como ciclista profesional salvo las tres primeras en la estructura del equipo de Eusebio Unzue, hoy patrocinado por Movistar desde 2012, antes Caisse d'Epargne. Podemos intentar destacar su soberbio rendimiento en los Mundiales, donde logró dos platas (en 2003 y 2005), cuatro bronces (2006, 2012, 2013 y 2014) y un oro, en aquel inolvidable sprint en Innsbruck en 2018. Podemos recordar su triunfo en la Vuelta a España 2019, sus podios en las tres grandes vueltas, su etapa en el Giro, las cuatro etapas en el Tour o las 12 en la Vuelta a España. 

También, claro, podríamos mencionar sus cuatro victorias en la Lieja-Bastoña-Lieja (2006, 2008, 2015 y 2017), un monumento que llegó a controlar a su antojo. No podemos dejar de hablar de sus cinco triunfos en la Flecha Valona (2006, 2008, 2015, 2016 y 2017), sus dos ediciones de la Clásica de San Sebastián (2008 y 2014) o sus múltiples victorias en carreras de una semana como el Dauphiné, que ganó dos veces; la Volta a Cataluña, con tres triunfos, o la Vuelta al País Vasco, que se llevó en 2017. O, claro, de los tres nacionales en ruta y el nacional en contrarreloj. O sus dos triunfos en el ranking UCI Pro Tour (2006 y 2008) y en el UCI World Tour (2014 y 2015). 

Podríamos, en fin, enumerar una detrás de otra todas sus victorias, pero lo importante de verdad es el enorme carisma de Valverde y su deslumbrante versatilidad. No hay muchos ciclistas, ni los ha habido nunca a lo largo de la historia de este deporte, que puedan ganar contrarrelojes, sprints, clásicas, pruebas de una semana y grandes vueltas. Él fue capaz de vencer en todos los terrenos. Además, se repuso de duros golpes, como la baja por su relación con la Operación Puerto o la severa caída que a punto estuvo de obligarle a colgar la bici en el Tour hace unos años. El Tour, una carrera por la que Valverde ha sentido auténtica devoción, pero que, como a tantos otros grandes corredores, no le ha tratado del todo bien. Ha sufrido mucho Valverde en la ronda gala, de ahí la emoción hasta las lágrimas de Valverde cuando al fin logró entrar en el podio de la carrera en 2015, una de las imágenes imborrables de su carrera. 

Valverde también logró hacer podio en el Giro en 2016, un debutante veterano en la corsa rosa. La Vuelta ha sido durante todos estos años el patio de su recreo, la carrera en la que más a gusto se ha sentido siempre. Su vuelta de honor en la etapa final en Madrid es uno de esos recuerdos que miles de aficionados al ciclismo que pudimos disfrutarlo en directo no olvidaremos. En general, esta temporada de 2022 ha sido un homenaje continuo a Valverde. No merecía menos. Allí donde ha ido ha sido reconocido como el portentoso corredor que es, una leyenda de este deporte. Valverde, que tenía inicialmente pensado colgar la bici en 2021, decidió alargar un año más su carrera precisamente para poder irse con público en las vallas. Ese público lo ha despedido como merecía. 

El corredor murciano ha sido competitivo hasta el final. Los rivales ante los que empezó a ganar en sus comienzos como profesional hace dos décadas se fueron retirando uno a uno y Valverde plantó cara estos últimos años a corredores que no habían nacido cuando él empezó a dar pedales. De ahí también el respeto que todos sentían por él. No lo sabíamos entonces, pero la victoria de Valverde en O Gran Camiño fue su último triunfo como profesional. Este año también ganó el Trofeo Pollença. En las clásicas de final de año en Italia estuvo a punto de lograr un triunfo con el que despedirse por todo lo alto. Fue finalmente sexto en Il Lombardia. Palabras mayores. 

El adiós de Valverde deja inevitablemente un vacío en el ciclismo español. Nadie podrá sustituir a Valverde porque no hay casos como el suyo, ni por su enorme versatilidad ni por su longevidad. Valverde es patrimonio del ciclismo mundial, uno de los mejores corredores de siempre. Ahora seguirá unido a su equipo de siempre, el Movistar. Seguro que su presencia en la escuadra ayudará a los corredores jóvenes del equipo. Ellos y todos los demás recordaremos siempre tantos grandes momentos que nos ha regalado Valverde. 2022 ha traído muchas noticias, pero en el ciclismo ha sido, sobre todo, el año del adiós de Valverde. Gracias por todo. 

Comentarios