Las bicicletas son para el verano. Puede que alguno de los 41 ciclistas que han participado hoy en la primera edición del Madrid Criterium se haya acordado del título de esta obra teatro de Fernán Gómez, porque el tiempo no ha acompañado al estreno de esta carrera de exhibición en el Paseo de la Castellana de Madrid. Y, pese a ello, a pesar de la lluvia y el frío, que ha desanimado a unos cuantos, quienes sí nos hemos animado a acudir a ver el Criterium hemos disfrutado de una muy entretenida mañana de ciclismo.
Los criteriums, que son muy habituales en el norte de Europa después del Tour, reúnen a corredores de primer nivel y ciclistas del país de turno para dar una exhibición ante los aficionados. Es una ocasión perfecta para ver a los ciclistas de cerca en un ambiente más distendido que el de la alta competición. Por eso, es una gran noticia que se haya puesto en marcha esta primera edición del Madrid Criterium, que ha contado con el apoyo expreso del ayuntamiento de la ciudad, cuyo alcalde, Martínez Almeida, ha acudido al acto, igual que el embajador de Eslovenia, que acudió a animar a su compatriota, Tadej Pogacar, la gran atracción de la prueba, que no ha decepcionado.
Con Juan Mari Guajardo como speaker, esa voz familiar e inconfundible en cada gran carrera ciclista en nuestro país, el Criterium tuvo dos partes diferenciadas. En primer lugar, una prueba de eliminación, en la que los participantes daban varias vueltas al circuito de la Castellana y en cada vuelta se eliminaban a dos corredores. Fue muy entretenido y llegaron hasta la vuelta final Juan Ayuso y Jonathan Lastra. Fue el primero, de quien el alcalde Almeida se declaró fiel seguidor (él es muy de Ayuso de toda la vida), quien se impuso en esa prueba. Declaró entonces Ayuso que el plan de su equipo, el UAE, era que Tadej Pogacar disputara la victoria en la siguiente prueba, la que se disputan en línea. Dicho y hecho.
La prueba en línea, que se redujo a sólo 20 vueltas por las inclemencias meteorológicas y el frío que estaban pasando los corredores en esta prueba que, al fin y al cabo, era de exhibición, estuvo marcada por una escapada inicial y por el control del equipo UAE, hasta que a falta de cuatro vueltas para el final Pogacar hizo de las suyas y se marchó hacia adelante en solitario, sin que nadie pudiera darle caza. Llegó el dos veces ganador del Tour con tiempo suficiente para alzar los brazos y celebrar la victoria, por delante de Carlos Rodríguez y de Raúl García Pierna.
Los organizadores del Criterium se acordaron también del ciclista italiano Davide Rebellin, que falleció tras ser atropellado mientras entrenaba en bicicleta. Fue el momento más emotivo de una mañana en la que la lluvia y el frío han provocado una menor afluencia de público de lo que una carrera con semejante concentración de estrellas del ciclismo hubiera merecido. Pese a todo, he disfrutado como un enano. Las bicicletas no son sólo para el verano y es muy de agradecer que haya oportunidades como ésta para ver a los ciclistas de cerca y más relajados. No soy muy mitómano, pero ha estado genial, por ejemplo, darle la mano a Pogacar cuando pasaba frente a los aficionados tras ser eliminado de la primera prueba en la penúltima vuelta. Ojalá el Criterium Madrid tenga nueva edición el próximo año y ojalá el tiempo acompañe más entonces. Sea como sea, allí estaremos.
Comentarios