La neerlandesa Annemiek Van Vleuten y el belga Remco Evenepoel han ganado el Vélo d’Or, la bicicleta de oro, el premio que entrega la revista Vélo Magazine al mejor ciclista del año. Por primera vez esta temporada la revista francesa ha decidido separar a los ciclistas de las ciclistas, de tal forma que hay dos ganadores. En la categoría femenina no había ninguna duda porque la corredora del Movistar ha sido, con una diferencia abismal sobre el resto, la mejor corredora de la temporada.
El palmarés de Van Vleuten esta temporada roza la perfección. Es más, si el premio hubiera seguido siendo mixto, de hombres y mujeres, Van Vleuten tendría que hacer sido sin duda la vencedora. La ciclista neerlandesa ha recibido 145 puntos del jurado de la revista, por delante de Lotte Kopecky, con 69, y de Pauline Ferrand Prevot y Elisa Longo Borghini, ambas empatadas en la tercera posición.
La temporada de Van Vleuten ha sido alucinante, de otro planeta. Ganadora del Giro Rosa, el Tour de Francia femenino y la Ceratizit Challenge by la Vuelta, campeona del mundo y de la Lieja-Bastoña-Lieja, su palmarés de 2022 se completa con la general y una etapa de la Setmana Ciclista Valenciana y la Omloop Het Nieuwsblad. Descomunal.
En la categoría masculina había quizá más dudas, porque que el vencedor del premio, Remco Evenepoel, es un más que justo y digno ganador, pero tampoco hubiera pasado nada si el galardón hubiera recaído en su compatriota Wout Van Aert, que ha resultado segundo en la votación con 88 puntos frente a los 139 de Evenepoel, o incluso en Tadej Pogacar, tercero, con 84 puntos.
En cualquier caso, ya digo, nada que objetar a la bicicleta de oro para Evenepoel, que este año ha sumado quince victorias, incluida la general de la Vuelta a España (más dos etapas) y el Mundial en ruta. Fue además bronce en el Mundial contrarreloj. Y todo eso se completa con una etapa en la Vuelta a la Comunidad Valenciana, la Volta ao Algarve más una etapa, la Lieja-Bastoña-Lieja, el Tour de Noruega más tres etapas, una etapa de la Vuelta a Suiza, el campeonato belga contrarreloj y la Clásica de San Sebastián, donde dio una exhibición de esas que no se olvidan.
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