Así será Vuelta este año


Una Vuelta fiel a sí misma, más montañosa que nunca y con escasa presencia de la contrarreloj. Así puede resumirse el recorrido de la 78 edición de la Vuelta, que comenzará el sábado 26 de agosto en Barcelona, donde ayer fueron presentadas las 21 etapas de la prueba. Como ya se sabía, la Vuelta comenzará con una contrarreloj por equipos de 14,6 kilómetros por las calles de la capital catalana. La única cita individual de lucha contra el reloj llegará en la décima etapa en Valladolid, con un recorrido llano de 25 kilómetros después del primer día de descanso. Eso es todo. Los velocistas contarán con, como mucho, seis oportunidades para ganar etapas, mientras que el resto de jornadas serán montañosas, incluidos diez finales en alto. 


La escasez de kilómetros contrarreloj es, un año más, lo que más se echa en falta en el recorrido. También hay quienes critican los kilometrajes de las etapas, que ven demasiado cortas, o la presencia de jornadas unipuerto marca de la casa. Pero no sería justo, creo, hacer una enmienda a la totalidad del recorrido de la próxima edición de la Vuelta, que incluye varias etapas de montaña de primerísimo nivel.


La segunda etapa, con final en Montjuic, precederá al primer contacto de los ciclistas con la montaña, ya que en la etapa 3 se llegará a Andorra, con dos subidas de primera categoría en la parte final: Ordino y Arinsal. Al día siguiente, media montaña, con dos puertos de tercera camino de Tarragona. La quinta etapa, con final en Burriana, también incluye un puerto de segunda, aunque lejos de meta. Más exigente será la sexta, con final en el Observatorio Astrofísico de Javalambre, catalogado de primera. Sólo la séptima etapa, con final en Oliva, presenta un recorrido propicio para los velocistas, antes de un montañoso fin de fiesta para la primera semana de la carrera con la ascensión final al Sorret de Catí en la etapa 8 y con un final en alto, en un puerto de segunda categoría, en Caravana de la Cruz, en la novena. Al día siguiente, merecida jornada de descanso. 


Tras la citada contrarreloj en Valladolid de la etapa 10 con la que comenzará la segunda semana de la Vuelta, que incluye en la undécima etapa la ascensión a Laguna Negra en una jornada unipuerto. Zaragoza acogerá el final, presumiblemente al sprint, de la etapa 12, como pequeña tregua antes de dos de las etapas más esperadas y atractivas de la presente edición de la carrera. En la etapa 13, que parte de Formigal, los ciclistas subirán el Portalet, el Aubisque, Spandelles y el mítico Tourmalet. Al día siguiente, más madera con Hourcére, Larrau, Portillo de Lazar y Puerto de Belagua. La etapa 15, entre Pamplona y Lekumberri, plantea un recorrido escarpado de media montaña con el que se pondrá punto final a la segunda semana de la carrera.


Tras el segundo y último día de descanso, el martes 12 de septiembre se retomará la competición con una jornada llana pero con final en alto, en Bejes, aperitivo de la ya mítica acensión al Angliru de la etapa 17. Tras ella, más montaña, con una jornada de cinco puertos que concluirá en el Puerto de la Cruz de Linares. La jornada 19 entre La Bañeza e Íscar será de transición antes de la fabulosa penúltima etapa, con 208 kilómetros de recorrido y más de 4.000 metros de desnivel acumulado. Casi sin un metro llano, será una constante sucesión de subidas de tercera categoría por la sierra de Guadarrama que decidirán la carrera antes del paseo triunfal de Madrid del día siguiente, el domingo 17 de septiembre, que ponga el broche a una edición de la Vuelta que, a diferencia de años anteriores, no pasará por Andalucía ni por Galicia, dos territorios especialmente presentes en ediciones anteriores. 

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