Hoy se ha vivido una situación muy anómala en la primera etapa de O Gran Camiño, la prueba gallega que celebra este año su segunda edición. Durante buena parte del recorrido la lluvia ha acompañado a los corredores pero ha sido en su parte final cuando la nieve ha hecho acto de presencia. Cada vez nevaba con más fuerza y las condiciones climatológicas parecían obligar a la suspensión de la etapa. Los jueces de la carrera no tomaron la decisión hasta que, a falta de 20 kilómetros del final y bajo una intenta nevada, todos los ciclistas del pelotón decidieron echar pie a tierra.
Cuando el pelotón se plantó de forma unánime marchaban en cabeza Gianni Moscon, Sebastian Schönberger y Vicente Hernaiz. Los tres escapados siguieron adelante incluso cuando sus coches de equipo les comunicaban que por atrás los ciclistas del pelotón estaban ya resguardándose en los coches. Tras unos diez minutos de confusión, el jurado de la carrera sí tomó la decisión de suspender la carrera, es decir, de detener la marcha de los tres fugados, los únicos que por entonces seguían pedaleando. Hubo cierto enfado por parte de los escapados, sobre todo, porque en ese momento y en la zona por la que transitaban no nevaba ya y hasta se abrían claros en el cielo.
La polémica, como no podía ser de otra forma, está servida. Es una de esas polémicas en la que hay que tener en cuenta que son los ciclistas los que se estaban quedando congelados con el frío bajo la nieve y que es su seguridad lo prioritario, no el disfrute del espectador que sigue la carrera calentito en su sofá y se queja de lo flojos que son los corredores. Incluso visto cómodamente desde el sofá parecía claro que no era posible seguir compitiendo en esas pésimas condiciones. La polémica llega por el hecho de que hayan sido los corredores (los equipos) quienes se han detenido antes de que el jurado de la carrera tomara la decisión. Pero, insisto, esto no va de que al espectador de turno le parezca que los ciclistas son unos quejicas, va de garantizar su seguridad y de ser razonables. ¿No habrían hecho esto los corredores en una prueba de más historia? Puede ser. Pero, insisto, la clave está en que semejante nevada impedía seguir la carrera con seguridad.
Este accidentado final deja sin vencedor la primera etapa y también deja en una a necesita que Jonas Vingegaard ganara el primer sprint intermedio y arañara tres segundos de bonificación.
En la cuarta etapa del UAE Tour hacía calor y allí, tras una escapada inicial de Baudin, Tonelli y Zoccarato, se impuso en el sprint Molano, un triunfo importante para el equipo UAE en la carrera de casa. Lanzó el sprint demasiado pronto Gaviria, del Movistar. Remco Evenepoel sigue líder.
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