Festín del Jumbo en Bélgica y Cataluña


Extraordinario día de ciclismo el que hemos podido disfrutar hoy los amantes de este deporte, con una sesión doble como las de los cines de antaño. Primero, la E3 Saxo Classic (la E3 Harelbeke de toda la vida), en la que hemos gozado con la emoción incomparable de las pruebas de un día. Después, como colofón, con la quinta etapa de la Volta a Catalunya, en gran medida decisiva. En ambas el desenlace ha sido favorable para el equipo Jumbo-Visma gracias a sendas victorias de Wout Van Aert y de Primoz Roglic.

La clásica belga ha sido un auténtico regalo para la vista, demostración máxima de la inmensa fortuna que tenemos por poder disfrutar de los astros del ciclismo moderno, esos ciclistas que son protagonistas todo el año y cuya ambición no conoce límites. La E3 Saxo Classic ha sido posiblemente la mejor carrera de lo que va de temporada, una jornada sensacional, que se ha terminado resolviendo en un duelo entre, atención, todos de pie, Tadej Pogacar, Mathieu Van der Poel y Wout Van Aert. No se cansan de ganar ni de dar espectáculo. 

El corte clave del día fue el que formaron los tres ases junto a Van Hooydonck (coequipier de Van Aert en el Jumbo-Vidal), Soren Krag Andersen (compañero de Van der Poel en el Alpecin) y Matej Mohoric. En el Paterberg aceleró la marcha Pogacar. Fue un demarraje portentoso, sentado, que reventó a los gregarios de sus máximos rivales y también descolgó a Mohoric. No sin apuros, Van Aert y Van der Poel lograron aguantar el ritmo del esloveno, que no sabe lo que es correr una prueba sin disputarla, que quiere ganar hasta a las canicas, que persigue cada día que se pone un dorsal ser el caníbal moderno

Lo volvió a intentar un par de veces antes de la meta Pogacar, consciente de que en un mano a mano no tendría las de ganar frente a Van der Poel y Van Aert. Lo intentó aun así, no se dio por derrotado, aunque finalmente terminó viendo desde la distancia el enésimo duelo entre el neerlandés y el belga, resuelto esta vez en favor de Van Aert, para delirio del público local. Es la primera víctima del año (en el ciclismo en ruta, se entiende) para el corredor del Jumbo-Visma.

Aunque sin opciones reales de victoria, también es muy digna de mención la formidable carrera que ha firmado el Movistar, con el cuarto puesto de Matteo Jorgenson y el quinto de Iván García Cortina. Muy buenos resultados. 



Aunque las pruebas de un día tienen una emoción imposible de superar, tampoco ha estado nada mal la quinta etapa de la Volta a Catalunya, que se presentaba decisiva ya que, en teoría, la jornada de mañana con final en Molins de Rei tiene un perfil llano y la del domingo en Barcelona en el circuito clásico de Montjuic no presenta en principio suficiente dureza como para que haya grandes diferencias entre los favoritos. 

La llegada hoy a Lo Port invitaba a ver el nuevo capítulo del duelo entre Primoz Roglic, que llegaba como líder de la carrera, y Remco Evenepoel, quien el miércoles en La Molina había logrado soltar al esloveno e igualarlo en tiempo en la general. Esta vez se invitaron a la fiesta Marc Soler, enorme hoy, y su líder en el equipo Emirates, Joâo Almeida, quien de nuevo ha ido de menos a más y ha logrado ir remontando hasta ser el único capaz de seguir la rueda de Roglic y Evenepoel en la parte final de la ascensión. Ese buen rendimiento permite al portugués situarse tercero en la general a más de un minuto de Roglic, pero ya con 48 segundos de renta sobre Mikel Landa

Eso sí, Almeida no ha podido disputar la victoria de etapa ante la explosividad de los dos mejores corredores de esta Volta. Evenepoel arrancó desde lejísimos, quizá intentando sorprender a Roglic, pero el esloveno mantuvo la sangre fría y terminó reventando al belga, al que sacó seis segundos en meta, que sumados a los de la bonificación le permiten aventajarlo ya en diez segundos. Es una renta escasísima, pero dada la igualdad exhibida entre ambos y el recorrido que queda por delante, puede ser suficiente para que Roglic se lleve la general. 

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