Merlier, primer líder de la París-Niza


No suele necesitar la París-Niza demasiado marketing para que los aficionados al ciclismo sigan con interés la Carrera del Sol, pero otros años ha competido en nivel de participación con la Tirreno-Adriático, con la que siempre se solapa en el calendario. Con frecuencia, la carrera de los dos mares ha hecho sombra a la prueba francesa, pero este año no hay rivalidad posible ya que la París-Niza ha atraído a Jonas Vingegaard, ganador de la pasada edición del Tour de Francia, y a Tadej Pogacar, el rey destronado que buscará este año recuperar el maillot amarillo en París. Ningún duelo genera hoy en día más expectación en el mundo del ciclismo. Así que, por supuesto, también seguiremos de cerca la Tirreno-Adriático, pero este año es la París-Niza la que acapara toda la atención del planeta ciclista.

Todo lo que suceda de aquí al próximo domingo en la prueba francesa se medirá a la luz del duelo entre el ciclista danés y el corredor esloveno. Hoy mismo, en la primera etapa, en la que lo se esperaba nada que se saliera del guión, Pogacar ha buscado sorprender y ha atacado a falta de unos 20 kilómetros en busca de tres segundos de bonificación y, sobre todo, con la intención de empezar a disputar esa guerra de nervios con Vingegaard. Desde el minuto uno en tensión. A Pogacar le han seguido en ese ataque, precisamente, Vingegaard  y también Pierre Latour. 

El movimiento del esloveno, ya digo, va más allá de la simple bonificación de tres segundos. Es una declaración de intenciones. Antes de ese ataque los nombres del día fueron los de Wilsly (Uno X) y Ourselin (TotalEnergies), que formaron la escapada inicial del día, y también el de Nelson Powless (EF), quien lo probó en la parte final. 

El más rápido el el sprint ha sido el campeón belga Tim Merlier, que ha logrado así una nueva victoria, la cuarta ya en lo que va de temporada. Merlier es además el primer líder de la París-Niza, que mañana disputa su segunda etapa en la que, en principio, los velocistas volverán a tener su oportunidad de vencer. 

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