Todo queda en casa. El equipo Emirates tomó la salida hoy en la etapa reina del Tour de Romandía con Juan Ayuso con el maillot de líder y la ha terminado con Adam Yates logrando el triunfo parcial y sucediendo a su compañero al frente de la general. El equipo emiratí tuvo que activar el plan B después de que, a falta de ocho kilómetros para la cima de Thyon 2000, Ayuso cediera y perdiera contacto con el grupo de los favoritos.
No ha podido ser. Lo ha intentado Ayuso pero no ha podido seguir el ritmo de los mejores y ha perdido más tres minutos en meta. No es nada que deba inquietar demasiado. Más allá de que su talento haga soñar siempre a lo grande, conviene recordar que Ayuso viene de un largo parón y que la carrera suiza está siendo su primera prueba de la temporada. Confiemos en que lo de hoy responda más a eso, a la falta de ritmo lógica de quien está comenzando su temporada frente a ciclistas mucho más rodados este año, que al regreso de ese dolor que ha tenido a Ayuso KO durante tantos meses.
Tras quedarse cortado Ayuso, y ya con los últimos supervivientes de la escapada (Bernard, Cerny, Costiou, Craddock, Debons, De Gendt, Garofoli, Hermans, Juul-Jensen y Zwiehoff) cazados tiempos atrás, se sucedieron los ataques en el grupo de los favoritos, donde Matteo Jorgenson se quedará como líder virtual. A unos 6,7 kilómetros del final atacó Bardet y luego lo probaron Carr y Dunbar.
Quien sí abrió hueco fue Adam Yates, que soltó uno de esos ataques sostenidos y muy duros, de los que dejan sin capacidad de respuesta a sus rivales en un puerto tan exigente como este. A dos kilómetros de la meta saltó a por él Pinot, pero por más que lo intentó el francés le resultó imposible dar caza a Yates. Etapa y general para el compañero de Ayuso, el plan B del equipo de Pogacar, que tiene alternativas para regalar allá donde corre.
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