La segunda etapa del Giro estaba siendo una etapa tranquila, tirando incluso a anodina, cuando a falta de tres kilómetros y medio para el final se produjo una caída que nos hizo desear que el día hubiera seguido siendo así de tranquilo. Hasta ese momento no se había producido ninguna gran caída, algo infrecuente en las primeras etapas de las grandes vueltas. Lamentablemente, se produjo una montonera justo antes, además, de que se cruzara la pancarta de los últimos tres kilómetros de la etapa, donde empieza la zona en la que se neutralizan los tiempos si hay alguna caída o problema mecánico. Esto quiere decir que los corredores que no han entrado en el grupo cabecero han perdido tiempo en meta. Entre los corredores involucrados en la caída estaba Tao Geoghegan Hart.
La jornada siguió hasta ese momento el guion no refrito de este tipo de etapas. Se formó una escapada de cinco ciclistas formada por Paul Lapeira (Ag2r), Thomas Champion (Cofidis), Mattia Bais (Eolo Kometa), Alessandro Verre (Arkea) y Stefano Gandin (Corratec). De ellos, Verre primero y Lapeira después se descolgaron antes que los otros tres compañeros de fuga, que fueron neutralizados a 38 kilómetros del final. El que más premio se llevó de la fuga fue Champion, primer líder de la montaña de la corsa rosa.
A falta de 15 kilómetros del final Einer Rubio se quedó descolgado por culpa de una pequeña montonera, pero logró reintegrarse en el pelotón. Y entonces, a tres kilómetros y medio de la meta, ya con mucha tensión y con los equipos de los velocistas preparando la llegada, se produjo esa caída que dejó el pelotón reducido a poco más de 40 corredores. La volata la ganó Jonathan Milan, de 22 años. Es la segunda victoria del año para el joven esprinter del Bahrein-Victorius, que no se creía la victoria y se emocionó en meta. Ganó con mucha autoridad por delante de David Dekker y Kaden Groves. Fernando Gaviria, que lanzó el sprint muy pronto, terminó séptimo. Una vez más se adelantó al lanzar el sprint. Remco Evenepoel sigue líder de la carrera.
Mañana, tercera etapa con final en Melfi y dos subidas (una de tercera y otra de cuarta) relativamente cerca de meta, suficiente para seleccionar la carrera y para que se intente eliminar a algún velocista.
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