Ya huele a Tour de Francia y Jonas Vingegaard, el vigente campeón de la ronda gala, lo sabe. El ciclista danés del Jumbo-Visma, que no pudo ganar la contrarreloj de ayer del Dauphiné, ha arrasado hoy en la quinta etapa de la prueba preparatoria por excelencia para la Grande Boucle. La presencia relativamente cerca de meta de un puerto de segunda categoría invitaba a ver pelea entre los hombres fuertes de la general y Vingegaard, en efecto, se ha dejado ver. Y de qué manera. Claramente, está en forma, listo para el reto de intentar buscar su segundo Tour consecutivo ante Tadej Pogacar, el gran ausente en el Dauphiné.
No ha sido Vingegaard sino Richard Carapaz, que ayer se dejó más de dos minutos en la crono, el primer favorito en lanzar un ataque en el último puerto del día. Se fueron hacia adelante ambos hasta que a falta de un kilómetro para la cima Vingegaard aceleró, puso otra marcha más y se lanzó a por un test serio de cara al Tour. Se fue hacia adelante solo cuando restaban más de 20 kilómetros para el final. Vingegaard aventajó en meta en 31 segundos al grupo de los favoritos, encabezado por Julian Alaphilippe y en el que no entró Mikkel Bjerg, líder hasta hoy, que sufrió una caída nada más empezar la ascensión y que, en todo caso, no pudo aguantar el muy exigente ritmo de la subida. Prueba más que superada para Vingegaard, que naturalmente es ya el líder de la carrera.
Vingegaard cuenta con 1:10 de ventaja sobre Ben O’Connor, 1:34 sobre Julian Alaphilippe y 1:26 sobre Adam Yates. El primer español en la general es Carlos Rodríguez, que ocupa el puesto decimocuarto de la general a tres minutos del líder.
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