Así será la Vuelta 2024

 

Javier Guillén, director de la Vuelta, contó ayer en la presentación del recorrido de 2024 que la carrera se mantiene fiel a su ADN. No se le puede quitar la razón. Para bien o para mal, la Vuelta conservará el próximo año sus principales señas de identidad: muchos finales en alto (nueve), montaña casi desde el principio, subidas inéditas en la carrera, etapas unipuerto y kilómetros tirando a cortos. Como gran novedad este año, la carrera no terminará con un circuito en línea y previsible final al sprint, sino con una contrarreloj individual de 22 kilómetros entre Distrito Telefónica y la sede de la empresa en la Gran Vía de Madrid, para celebrar así el centenario de la compañía que tanto ha hecho por el ciclismo estos últimos años. 


Las tres primeras etapas de la carrera se disputarán en Portugal. Su capital, la bella Lisboa, acogerá una contrarreloj individual de 12 kilómetros que decidirá el primer maillot rojo de la Vuelta. La segunda etapa, de Cascais a Ourem, incluye una ascensión de cuarta categoría cerca de meta. El tercer día será claramente propicio para el sprint. La cuarta etapa, primera en España, incluye una sorpresa muy del gusto de la Vuelta, el Pico Villuercas, de primera categoría, con tres kilómetros y rampas de hasta el 16% sobre cemento. Al día siguiente será turno de los velocistas con meta en Sevilla, antes de una nueva jornada montañosa entre Jerez de la Frontera y Yunquera, con cinco puertos y final en alto. La séptima etapa concluirá en Córdoba tras la subida al Alto del 14%. 


El segundo fin de semana de carrera incluirá una doble razón de montaña con final en Cazorla el sábado 24 de agosto y en Granada el domingo 25 tras subir El Puche y dos veces Hazallanas.


La jornada de descanso será más bien de traslado porque la segunda semana de la Vuelta comenzará en Galicia, con una etapa escarpada entre Ponteareas y Baiona, de apenas 160 kilómetros, pero con cuatro puertos, tres de ellos muy cerca de meta. La undécima etapa será también de media montaña antes de la duodécima, que partirá de Ourense y llegará a la Estación de Montaña de Manzaneda, de primera categoría. Más dura será la etapa 13, entre Lugo y el Puerto de Ancares, que se encadenará con otra etapa montañosa al día siguiente, con el Puerto de Leitariegos muy cerca de meta, y con la etapa 15, la última antes del segundo día de descanso, que culminará en el Cuitu Negru, con rampas de hasta el 23%.


Tras una jornada de descanso, el martes 3 de septiembre se reanudará la carrera para afrontar su semana final. Y lo hará, nada menos, con la subida a los Lagos de Covadonga. La jornada 17, con perfil escarpado y final en Santander, parece propicia para las fugas, quizá igual que la 18, con más montaña. La etapa 19 terminará en el alto de Molcalvillo, de primera categoría, antes del fin de fiesta en la etapa 20, la jornada reina de esta edición de la carrera. Con más de 5.000 kilómetros de desnivel, la etapa incluye la ascensión a siete puertos con final en el Picón Blanco. Por si queda algo por decidir, la Vuelta terminará este año con una contrarreloj de 22 kilómetros con final en Madrid. 

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