Ayuso y Rodríguez deslumbran en la Itzulia


Estamos a comienzo del mes de abril y queda mucha temporada por delante pero no será fácil que en lo que resta de año vivamos una jornada de ciclismo tan memorable e intensa como la etapa final de la Itzulia disputada hoy con final en Eibar. Ha sido un día portentoso ante una afición, como siempre, entregada, con alternativas, ataques desde lejos y una batalla sin cuartel casi desde la salida en un recorrido durísimo. No ha podido ser más impresionante el desenlace de una edición de la Vuelta al País Vasco que, inevitablemente, recordaremos también por la espantosa caída de hace un par de días en la que se fueron al suelo, entre otros, Jonas Vingegaard, Primoz Roglic y Remco Evenepoel


Las escasas diferencias en la general invitaban a una carrera abierta, con muchas alternativas, y contribuyó a alimentar más esa expectativa la composición de una fuga numerosa y de mucho nivel, con más de una veintena de corredores. Steven Kruijswijk, Sepp Kuss, Milan Vader, Gregor Mühlberger, Matteo Sobrero, Esteban Chaves, James Shaw, Lucas Hamilton, Christopher Juul-Jensen, Mauro Schmid, Bauke Mollema, Gorka Izagirre, Igor Arrieta, Sjoerd Bax, Jasha Sütterling, Rein Taaramäe, Fabien Doubey, Romain Combaud, Oscar Onley, Martijn Tusveld, Brandon Rivera, Jimny Janssens y David de la Cruz llegaron a tener más de tres minutos de ventaja con el pelotón, en el que le tocó trabajar al Lidl-Trek del líder de la carrera Mattias Skjelmose


Después Marc Soler, ese corredor cuya potencia nunca deja de maravillar, saltó desde el gran grupo y llegó a la fuga, donde llegó a ser líder virtual de la carrera. Una jugada maestra del equipo UAE, que mantenía en el pelotón a Ayuso, esperando su momento, mientras Arrieta trabajaba para Soler por delante. Tao Geoghegan Hart, un día más en modo de gregario de lujo, hizo también un gran trabajo para Skjelmose. Cuando el británico dejó de tirar, subiendo ya Izua, el penúltimo puerto del día, fue el líder de la carrera quien aceleró en primera persona para desactivar la amenaza de Soler. A su rueda se fueron Carlos Rodríguez, Isaac Del Toro (otro coequipier portentoso de Ayuso) y el propio Ayuso. Atacó Rodríguez y al poco saltó a por él Ayuso, que pronto soltó al del Ineos y se fue en solitario hacia adelante. Inmenso Ayuso, que ayer se desentendió de las escaramuzas y los ataques entre los favoritos. 


Soler, que venía en la fuga pero veía ya esfumarse la opción de asaltar él mismo la general, ejerció entonces de hombre de equipo y se puso al servicio de Ayuso. Extraordinario. En el descenso de Izua enlazaron Skjelmose y Rodríguez. Cazaron a Onley, que iba por delante, y junto a ellos rodó también Chaves. Un sexteto de lujo. Aún restaba la subida a Urkaregi, donde atacó Ayuso y no pudo responder a su ataque Skjelmose. Lo intentó el líder, pero le resultó imposible. Rodríguez sí pudo saltar tras Ayuso. Los dos jóvenes españoles se marcharon hacia adelante. Ayuso sentenciaba la carrera, mientras que Rodríguez conseguía entrar en el podio y buscaba un triunfo de etapa que Ayuso no le disputó en meta. Rodríguez sumó así una victoria que es la primera World Tour del Ineos esta temporada. Además, por un segundo, terminó segundo en la general por delante de Skjelmose. 


Por su parte, Ayuso logró una victoria sensacional que no celebró demasiado, posiblemente, porque él, siempre admirablemente ambicioso, dejó claro tras la caída de Vingegaard, Evenepoel y Roglic que él había venido a la Itzulia a medir su nivel real frente a estos colosos. El tiempo dirá, pero pocos ciclistas parecen más capaces de entrar en el Olimpo de los mejores del mundo como él. 


 

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