Grégoire vence en Amorebieta


Mattias Skjelmose, líder de la Itzulia tras la tremenda caída de ayer, no se vistió ayer el maillot de líder en el podio por señal de respeto a todos los afectados. Hoy en meta contaba que seguía en shock. Resume bien el sentir de la familia ciclista. La etapa de hoy ha sido verdaderamente emocionante, pero era imposible no pensar en los afectados por la caída de ayer. 


Hoy, antes que cualquier cosa, ha sido un día de conocer más detalles sobre el parte médico de todos los heridos. Un parte estremecedor, aunque afortunadamente, todos lo pueden contar, porque ayer llegamos a tener lo peor. Jonas Vingegaard, fractura de clavícula y varias costillas, además de contusión pulmonar y neumotórax; Remco Evenepoel, fractura de clavícula y de escápula derecha; Steff Cras, neumotórax derecho, varias fracturas costales asociadas y dos fracturas vertebrales dorsales, además de varios hematomas, heridas y dermoabrasiones; Sean Quinn, conmoción cerebral, fractura de esternón, abrasiones y hematomas… Y, aún con el susto en el cuerpo por lo de ayer, hoy Mikel Landa ha sufrido una caída que le ha provocado una fractura de clavícula y le ha obligado a abandonar la carrera, al igual que Gonzalo Serrano y Pelayo Sánchez, aunque en su caso parece que no fue por una caída. 


La carrera, inevitablemente, queda en un segundo plano y hoy se ha debatido mucho sobre la terrible caída de ayer. No faltan las voces que se preguntaban si no debería haber estado mejor señalizada la curva. Otros, como Pello Bilbao, incidía en la velocidad y la tensión por la colocación de los favoritos que imperan cada vez en el pelotón y llamaba a la reflexión de los propios ciclistas. Tampoco podemos obviar, por supuesto, que en la vida el riesgo cero no existe y que el ciclismo es un deporte con riesgo en el que caídas así pueden ocurrir, desgraciadamente, en cualquier momento, aunque siempre hay que priorizar la seguridad de los corredores. 

Sólo queda ahondar en este debate sobre la seguridad, siempre fundamental, y desear la mejor y más pronta recuperación para todos los ciclistas afectados por la caída. 


En cuanto a la etapa de hoy, ha sido realmente emocionante y atractiva, como si todos los ciclistas quisieran rendir homenaje a los damnificados. El recorrido ha contribuido al espectáculo, con un circuito final precioso con ascensión a Muniketa y meta en Amorebieta. Se tardó muchísimo en formarse la fuga. Sepp Kuss e Isaac Del Toro lo probaron pero fueron cazados unos kilómetros después. 


Luego se formó una escapada con Schmid, Wood, Burgeaudeau, Tusveld, Azparren, Cobo, Janssens, Díaz y Staune-Mittet. El Lidl-Trek del líder se puso a controlar la fuga. En la primera subida lo probaron, entre otros muchos, Igor Arrieta y Santiago Buitrago. También hubo cortes en el descenso. Tras lo de ayer, ver a los ciclistas bajar a esa velocidad dio mucho miedo, la verdad. Schmid, Burgeaudeau y Staune-Mittet se resistieron especialmente a ser cazados. Los intentos de ataque se sucedieron y el equipo del líder tuvo que trabajar para echarlos abajo. A 25 de meta abrieron camino Kwiatkowski, Donovan, Rochas, Ruiz y Staune-Mittet. El UAE de Ayuso se puso al frente del grupo principal en la última subida a Muniketa. Rocha se fue en solitario hacia adelante, aunque terminó siendo cazado. Por detrás atacó con mucha fuerza Isaac Del Toro, uno de los grandes protagonistas del día de hoy. 


Cuando restaban 700 metros para coronar atacó Max Schachmann, que también ha estado fortísimo hoy, y a su rueda se fue Pello Bilbao. El líder, Skjelmose, intentó controlar en primera persona la sucesión de ataques en el descenso. Apretó muchísimo en la bajada Buitrago. Luego lo probó Del Toro y justo después quien saltó fue su coequipier Brandon McNulty. Todo eso mientras Ayuso se pegaba a Skjelmose en el grupo. Fue una auténtica exhibición de poderío de equipo del UAE. Tao Geoghegan Hart trabajó para el líder y hubo neutralización. Lo intentó ya pegado a la meta Carlos Rodríguez, pero fue alcanzado por el grupo cuando el sprint reducido estaba lanzado. Fue un buen intento del ciclista español. 


La etapa se resolvió con un un mano a mano impresionante entre Romain Grégoire, Orluis Aular y Max Schachmann en el que se impuso el francés del Groupama-FDJ, en su primera victoria en una carrera World Tour. Grégoire, que estaba muy feliz en meta, se mete además arriba en la general, en la que es quinto. 



La última jornada de la Itzulia, con salida y meta en Eibar, será también la etapa reina y la decisiva. Siete puertos se subirán en un constante sube y baja. Skjelmose aventaja en dos segundos a Schachmann, en cuatro segundos a Ayuso, en seis segundos a Vauquelin, en ocho segundos a Grégoire, en 13 segundos a McNulty, en 14 segundos a Armirail y en 15 segundos a Bilbao. Todos en un pañuelo ante una etapa que pinta impresionante y que coincidirá con la París-Roubaix femenina, que también se disputa mañana. Tocará seguir ambas pruebas con atención. Día de doble pantalla. 


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