Quinten Hermans ha ganado al sprint la tercera etapa de la Itzulia, por delante de Edoardo Zambanini y de Alex Aranburu, pero el día ha tenido tristemente otros protagonistas y nos ha dejado malas noticias en forma de caídas. Cuando quedaban 39 kilómetros para el final se fue al suelo el líder de la carrera, Primoz Roglic, que quedó visiblemente dolorido y aturdido. El esloveno, pura garra, se reincorporó a la marcha y, con la ayuda de sus compañeros, pudo reintegrarse en el pelotón trece kilómetros después. El siguiente gran susto del día llegó cuando se vislumbraba ya la meta y quedaba apenas un kilómetro para el final. Una nueva caída con un favorito implicado, en este caso, Juan Ayuso. El español también pudo volver a la carrera con visibles gestos de dolor.
Por lo demás, los primeros nombres propios del día fueron los de Eric Fagundez, Alan Jousseaume, Tom Paquot y James Fouché, que formaron la consabida fuga. El equipo Ineos tiró con fuerza del pelotón y echó abajo la fuga a falta de más de 40 kilómetros para el final. Louis Meintjes lo probó en Lizarrusti, la última ascensión del día, más pensando en la clasificación de la montaña que en la victoria de etapa. Otro momento intenso de la jornada fue el sprint bonificado, que se llevó con autoridad Remco Evenepoel por delante de Isaac Del Toro y de Jonas Vingegaard. Justo después de la meta volante atacó Marc Soler y le siguieron Nelson Oliveira y Gorka Izagirre. Fue un buen intento pero los cazaron a tres de meta.
Mañana, cuarta etapa.
Como es tradición en el mes de abril, la Vuelta al País Vasco comparte la atención de los aficionados al ciclismo con las carreras de un día. Hoy se ha disputado la Scheldeprijs, resuelta al sprint tanto en su edición femenina como en la masculina.
En la edición femenina, Wilma Aintila y Anneke Dijkstra intentaron poner en aprietos al pelotón, pero en una de las pocas clásicas propicias para las mujeres rápidas sus equipos no dejaron pasar la oportunidad y echaron abajo la fuga. Hubo una caída fuerte en el pelotón a algo más de tres kilómetros del final. La victoria, como ya es tradición, fue para Lorena Wiebes, su cuarto triunfo consecutivo en esta carrera.
En la prueba masculina, tras una fuga formada por Appel, Huens, Plackaert, Slock y Van Hemelen, el triunfo se lo llevó al sprint Tim Merlier, que sigue dando alegrías al Soudal-Quick Step, un equipo acostumbrado a la gloria y más necesitado que nunca de triunfos.
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