Este sábado, 29 de junio, echará a rodar la edición 111 del Tour de Francia, la carrera ciclista más mediática del mundo. Mañana analizaremos los favoritos a la victoria final en Niza, que este año por los Juegos Olímpicos toma el relevo de París de forma excepcional como meta de la carrera, pero antes de ello es importante saber sobre qué recorrido se batirán en duelo Jonas Vingegaard, Tadej Pogacar y el resto de aspirantes. Así serán las 21 etapas del Tour:
Por primera vez, el Tour partirá de Florencia. La primera etapa, con salida en la ciudad florentina y meta en Rimini, incluye un perfil escarpado muy interesante que regalará los primeros duelos por el maillot amarillo. La etapa sigue de algún modo la estepa del inolvidable comienzo del Tour el año pasado en Bilbao.
La segunda etapa, con final en Bolonia, también presenta un perfil escarpado, con una ascensión de cuarta categoría y cuatro de tercera.
El Tour se despedirá de Italia con una etapa muy larga, de 230 kilómetros, y meta en Turín. Primer día claro para los velocistas.
No suele ser habitual en el Tour que la alta montaña llegue tan pronto. Los ciclistas subirán el Galibier, de categoría especial, en esta cuarta etapa. Sus 23 kilómetros de ascensión serán el primer examen serio para los favoritos.
La quinta etapa incluye apenas dos cotas de cuarta categoría, lo que propiciará que los equipos de los velocistas busquen controlar la carrera.
La sexta etapa, totalmente llana, también es propicia para el sprint.
La séptima etapa será importante para la general, una contrarreloj de 25,3 kilómetros de recorrido.
El territorio escarpado de la octava etapa debería animar la lucha por la escapada. Día para aventureros, aunque los equipos de los hombres rápidos tendrán la última palabra.
La novena etapa es una de las más esperadas de esta edición del Tour. Será una jornada rompepiernas con 14 tramos de sterrato, en línea con la etapa similar que incluyó el Tour femenino el año pasado. Jornada de esas en las que puede haber diferencias en la general y los favoritos buscarán, sobre todo, no perder tiempo con sus rivales. Día de mucha tensión.
Tras la tensión del sterrato, jornada totalmente llana.
La montaña volverá al Tour con esta etapa en la que los ciclistas tendrán que afrontar un puerto de cuarta categoría, dos de tercera, dos de segunda y uno de primera.
La duodécima etapa, en principio, volverá a ofrecer oportunidades a los velocistas o a una fuga que pueda ganar el pulso al pelotón.
La etapa 13 será llana pero termina en Pau, y eso en el Tour sólo significa una cosa: llegan los Pirineos.
Con el Tourmalet en la mitad del recorrido, el encadenado final de esta etapa puede ser decisivo en la lucha por la general.
Candidata firme a ser la etapa reina de este Tour, con final el Plateau de Beille tras subir el Peyresourde, Menté, el Portet d’Aspety Agnes.
Nines acogerá el final de la decimosexta etapa, casi totalmente llana.
El final montañoso de la etapa 17 invita a ver batalla en ese tramo final.
Más madera en la etapa 18, con cinco ascensiones de tercera y constantes subidas y bajadas camino de Barcelonnette. Día para fugas.
La etapa 19 tiene solo 144 kilómetros de recorrido pero incluye las ascensiones a dos puertos de categoría especial (Col de Vars y Cime de la Bonnette) y final en uno de primera, en Isola 2000, con 16,1 kilómetros al 7,1%.
La penúltima etapa, con salida en Niza, también es de las de no perderse desde la salida, con tres puertos de primera y uno de segunda para decidir lo que quede aún acierto en la general a estas alturas de carrera.
De Mónaco a Niza transcurre la etapa final de este Tour, que además de concluir fuera de París de forma excepcional también termina con una contrarreloj, algo que hacía años que no ocurría.
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