Campenaerts se estrena en el Tour



La decimoctava etapa del Tour de Francia nos ha regalado una de las imágenes más tiernas de la carrera. Victor Campenaerts, ganador de la etapa tras imponerse en un sprint reducido con Matteo Vercher y Michal Kwiatkowski, ha hecho una videollamada con su novia nada más cruzar victorioso la meta. Hace poco ambos tuvieron un hijo. Los tres pasaron varias semanas en Sierra Nevada en la que el ciclista se preparó para esta carrera. La victoria, la primera del belga en el Tour, tiene por ello un significa especial para él. La imagen, muy bonita, nos recuerda también que tras los ciclista hay historias personales, renuncias, sacrificios y mucho esfuerzo. 

Ha sido la guinda a una etapa en la que todo el mundo tuvo claro desde la salida que hoy volvería a triunfar la escapada. Empezando por el ganador ayer, Richard Carapaz, que ha vuelto a intentarlo. Hubo muchos candidatos para la fuga. Más de una treintena compusieron la escapada del día. Casi un primer pelotón. El recorrido escarpado y con varios puertos de tercera categoría, invitaba a ver una bella batalla entre los fugados en la búsqueda del triunfo parcial. Porque, como bien se sabe, tan importante como entrar en la fuga es hacerlo en la fuga de la fuga. 

En la escapada inicial, esa sobre la que se fue haciendo poco a poco la selección hasta la victoria de Campenaerts, entraron Steff Cras (TotalEnergies), Guillaume Martin (Cofidis), Ben Healy (EF),  Richard Carapaz (EF), Jay Hindley (Red Bull-Bora), Louis Meintjes (Intermarché-Wanty), Julien Bernard (Lidl-Trek), Valentin Madouas (Groupama-FDJ), Jordan Jegat (TotalEnergies), Bruno Armirail (Decathlon-Ag2r), Oscar Onley (DSM), Tom Skujins (Lidl-Trek), Tobias Johannessen (Unl-X), Geraint Thomas (Ineos), Nicolas Prodhomme (Decathlon-Ag2r), Michal Kwiatkowski (Ineos), Wout Poels (Bahrein), Quentin Pacher (Groupama-FDJ), Wout Van Aert (Visma-Lease a Bike), Matteo Sobrero (Red Bull-Bora), Alex Aranburu (Movistar),  Frank Van Den Broek (DSM), Hugo Houle (Israel), Krists Neilands (Israel), Georg Zimmermann (Intermarché-Wanty), Gregor Mühlberger (Movistar), Dorian Godon (Decathlon-Ag2r), Oier Lazkano (Movistar), Sean Quinn (EF), Mathieu Burgaudeau (TotalEnergies), Bart Lemmen (Visma-Lease a Bike), Victor Campenaerts (Lotto-Dstny),  Michael Matthews (Jayco AlUla), Chistopher Juul-Jensen (Jayco-AlUla), Raúl García Pierna (Arkea), Clément Champousin (Arkea) y Matteo Vercher (TotalEnergies). 

Hubo ataque entre los fugados. A 47 kilómetros del final, Aranburu y Thomas abrieron un pequeño hueco. Tras ellos se fueron Johannessen, Neilands, Zimmermann, Quinn y Lemmen, compañero de Van Aert, que se encargó de secar todos los movimientos. Una vez fueron cazados, en el último puerto del día atacó Lazkano y volvió a soldarse a su rueda Lemmen. Sin duda, Van Aert era uno de los grandes favoritos, aunque en él momento de la verdad no pudo estar entre los mejores.

Cuando se coronó la última cota puntuable aceleró Kwiatkowski y tras él se fueron Campenaerts y Vercher. El ciclista polaco del Ineos apretó en el descenso. Fue el corte decisivo.  En su persecución quedaron Lazkano (otra vez en la fuga buena, qué sensacional Tour está haciendo), Hindley, Skujins, Lemmen y Neilands, pero no lograron llegar al tercero delantero. Campenaerts, muy, muy emocionado en la entrevista de meta, corría sin duda hoy con una energía extra. Le dedicó la victoria, claro, a su pareja y a su hijo, con quienes se fue a una casa en Sierra Nevada para prepararse y estar a tope para el Tour. Lo ha logrado. Muy emotiva historia. 

En el pelotón, el Israel se puso a tirar cuando la ventaja de la fuga superó los once minutos porque Cras y Martin ponían en riesgo la novena plaza en la general de Derek Gee. Al final, lograron controlarlo. Cras se sitúa duodécimo en la general y Martin, decimotercero. Y estos puestos, aunque al aficionado que sólo se fija en la lucha por el maillot amarillo le cueste creerlo, importan a los ciclistas y los equipos. Siempre. Cada puesto, cada detalle, cada logro aparentemente menor, vale mucho en el Tour. 


Y mañana, etapón alpino. Apenas 144 kilómetros de recorrido, pero casi sin un kilómetro llano. Con salida en Embrun, el sprint intermedio está situado muy pronto, en el kilómetro 21, lo que posiblemente incitara a Biniam Girmay y a Jasper Philipsen a esprintar por el maillot verde que sigue vistiendo el eritreo. Luego se ascenderá ya el Col de Vars, de categoría especial, con 18,8 kilómetros al 5,7%. Descenso y subida ya a la Bonnette (22,9 kilómetros al 6,9%) y meta en Isolda 2000, con 16,1 kilómetros de ascensión al 7,1% de desnivel medio.

Un día para saber si Jonas Vingegaard lo intentará en su muy complicado reto de asaltar el amarillo de Tadej Pogacar. También para calibrar si Remco Evenepoel puede buscar escalar a la segunda plaza de la general. Desde luego, sea por uno o por otro, parece claro que mañana no es día para fugas. 

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