Bittner, primer líder en Burgos



Estos días todos estamos pendientes de los Juegos Olímpicos, pero la Vuelta a Burgos nos reclama desde hoy parte de nuestra atención. Y, por supuesto, los aficionados al ciclismo se la daremos, por el cariño que le tenemos a la prueba burgalesa, por lo bien que suele hacer las cosas su organización y porque es una carrera que asociamos con el verano, con el ansia pura de seguir viendo ciclismo tras el Tour de Francia, dada su ubicación en el calendario, y también con el descubrimiento de jóvenes ciclistas llamados a ser protagonistas en el futuro


Hoy se ha corrido la primera etapa de la prueba burgalesa, que además ha tenido el experimento promovido por la UCI de correr sin pinganillo. Mañana sólo dos ciclistas de cada equipo llevarán este dispositivo con el que los corredores se conectan y reciben información desde los coches de sus directores en todo momento. La UCI sostiene que el pinganillo genera más peligrosidad, ya que los directores siempre piden a sus ciclistas que se sitúen delante. Corredores y directores defienden que es justo al contrario, que correr sin pinganillo hace las pruebas más peligrosas. Y, entre medias, con la seguridad siempre como prioridad, el debate sobre si la ausencia de pinganillo hace más emocionantes las carreras, sobre todo en etapas alocadas, ya que en ocasiones los ciclistas no saben bien cuál es la situación de la carrera, lo que devuelve el ciclismo a otros tiempos más espontáneos.

Más allá del debate sobre el pinganillo, bastante enfrentado entre la UCI y los equipos, esta primera etapa de la Vuelta a Burgos ha seguido el guion previsto. La escapada del día la han formado Rodrigo Álvarez (Burgos BH), Diego Sevilla (Polti Kometa) e Iker Mintegi (Euskaltel-Euskadi). 

Una vez neutralizada la fuga, todo se dispuso para el esperado sprint, que se llevó Pavel Bittner (DSM), de 21 años, por delante de Giacomo Nizzolo (Q36.5) y de Iván García Cortina (Movistar). 



Mañana, etapa más escarpada. 

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