Entre los múltiples alicientes de la Vuelta está el hecho de que, por lo general, suele ser la carrera de tres semanas en la que debutan corredores jóvenes prometedores, su primera toma de contacto con las grandes vueltas. Y es precioso ver dar sus primeras pedaladas en la élite, frente a rivales de primer nivel, en la ronda española. La etapa de hoy no será recordada por su emoción, seamos sinceros, pero sí por la primera victoria en una grande de Pavel Bittner, que ha derrotado al sprint a Wout Van Aert en la preciosa Sevilla, que ha lucido tan bella como acostumbra.
El velocista checo de 21 años, que ya ganó dos etapas en la última edición de la Vuelta a Burgos, ha dado al DSM su primera victoria en esta edición de la Vuelta a España. Bittner se ha impuesto por delante de Van Aert, cuya regularidad en esta carrera sigue siendo asombrosa. A excepción de la jornada montañosa de ayer, no se ha bajado de los tres primeros puestos ningún día. Enfundado en el maillot verde de líder de la clasificación por puntos, hoy era el gran favorito para la victoria, pero Bittner lo ha derrotado en una preciosa y muy ajustada volata.
Los otros dos nombres del día son los de Txomin Juaristi (Euskaltel-Euskadi) e Ibon Ruiz (Kern Pharma), que han formado la escapada y han animado un día más bien soso. Bravo por ellos.
Las grandes vueltas son grandes generadoras de historias, incluso en los días más anodinos. La anécdota del día ha tenido hoy forma de autobús. El bus del Soudal-Quick Step (llamado T-Rex Quick Step en esta Vuelta) ha tenido un problema mecánico que tardará en resolverse unos días. El Burgos BH ha dejado su bus al equipo belga, así que estos días Mikel Landa y sus compañeros usarán el del conjunto burgalés. Una estampa bien curiosa.
Mañana la Vuelta sigue en tierras andaluzas con una jornada de media montaña que invita a los ataques.
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