Castrillo vence en el nombre de Manolo Azcona

 





La etapa de hoy es la Vuelta ha estado marcada por una muy triste noticia, el fallecimiento de Manolo Azcona, creador de la estructura que hoy es el Kern Pharma y figura clave del ciclismo de base en España. Antes de tomar la salida, el pelotón ha guardado un minuto de silencio en su honor. Y en su honor, para rendir homenaje a Azona, se metió en la fuga del día Pablo Castrillo, del Kern Pharma. Todos los ciclistas de la escapada tenían una gran motivación, claro, pero Castrillo corría con una enorme emoción. Y ganó. Ganó por él. Entró en meta llorando. Contó a los periodistas que pensó en Azcona a lo largo de toda la etapa.

El Kern Pharma está haciendo una extraordinaria Vuelta y hoy, justo hoy, el día que conocíamos la terrible noticia de la muerte de su creador, el conjunto español ha sumado una victoria espléndida en el alto de Manzaneda. Un día que no olvidará nadie en ese equipo, un triunfo que es el primero para el ciclismo español en esta Vuelta y también la primera para el Kern Pharma. Pero es mucho más. Es una victoria muy emotiva y especial. Castrillo ha ganado en el nombre de Azcona. Un triunfo para la historia, una victoria colosal, la más emotiva de cuentas recordamos en la Vuelta. 

Le debe mucho el ciclismo español a Manolo Azcona y la victoria de hoy de Castrillo es el mejor recuerdo y homenaje posible para él. El ciclismo, como la vida, tiene estas cosas. Hoy, justo hoy, no podía ser otro día, ganó el Kern Pharma, venció Castrillo. Hoy reivindicó Castrillo la huella imborrable de Azcona en este deporte y la importancia de los equipos más modestos. Desde el primer día el Kern Pharma, equipo invitado de la carrera, ha demostrado que venía aquí a ser protagonista a diario. Rara ha sido la fuga en la que no había alguien del Kern Pharma. Y hoy, justo hoy, tenía que ser hoy, Pablo Castrillo ha ganado una etapa inolvidable. 

Tras muchos intentos de ataque que no cuajaron, se formó un grupo de diez ciclistas, muchos de ellos, sospechosos habituales en las fugas en esta Vuelta: Harold Tejada (Astana), Jonathan Narváez y Óscar Rodríguez (Ineos), Louis Meintjes (Intermarché-Wanty), Max Poole (DSM), Mauri Vansevenant (T-Rex Quick Step), Carlos Verona (Lidl-Trek), Marc Soler (UAE), Pablo Castrillo (Kern Pharma) y Mauro Schmid (Jayco AlUla). Fuga de muchísimo nivel en la que Castrillo ha sido el más fuerte. 

A 14 kilómetros del final atacó Soler, también de la cantera de la estructura de Manolo Azcona. También lo probó Verona. Los dos fueron los que más atacaron. A 10 limoneros saltó Castrillo y dio en el clavo, se movió el el momento justo y ya nadie lo vio hasta la meta. Saltó a por él Soler, que nunca se aguanta, y se pegó a su rueda Rodríguez, pero fueron cazados. Schmid fue después en la persecución de Castrillo. No terminó de darle caza Schmid. A 4,5 kilómetros lanzó un potente ataque Narváez y a su rueda se pegó Poole. Luego llegó a su altura Soler y tuvo un cierto parón en el grupo perseguidor. Castrillo entró en los tres últimos kilómetros con medio minuto de ventaja. Supo sufrir y gestionar la diferencia. Venció con ocho segundos por delante de Poole. Un triunfo preciso y emocionante. 

No ha habido movimientos entre los hombres de la general, que se guardan para las tres etapas montañosas que se avecinan. Hoy ha coleado mucho la polémica de la etapa de ayer, cuando  Decathlon-Ag2r de Ben O’Connor bloqueó la carretera para intentar evitar ataques, en un momento en el que se fue al suelo Richard Carapaz. El ecuatoriano culpa al equipo del líder de la caída y varios corredores de la escuadra francesa recibieron tarjetas amarillas. Hoy ha habido un inevitable debate sobre esta medida novedosa para sancionar situaciones de riesgo, que se introducirá en todas las carreras a partir de la próxima temporada y que ya está en vigor en la Vuelta. Recibir dos tarjetas amarillas en una carrera implica siete días de suspensión. Carapaz asegura que se cayó por culpa de esa maniobra del equipo del líder y que ve mucha arrogancia por su parte, ya que no le han pedido perdón. Por su parte, desde el Decathlon-Ag2r se dice que no entienden la sanción, que no hicieron nada mal ni tenían intención de provocar ninguna caída. 

Y no puedo terminar la crónica sin hablar del paisaje que hemos disfrutado durante toda la etapa. Las carreras ciclistas siempre son mucho más que una simple competición deportiva. El ciclismo tiene innumerables alicientes en lo estrictamente deportivo, pero nunca se puede despreciar tampoco la belleza de los paisajes por los que transitan los pruebas, su capacidad de ser escaparate de ciudades y regiones. Hoy hemos tenido un buen ejemplo de ello. Hoy valía la pena ver la etapa aunque sólo fuera por las imponentes y bellísimas imágenes de la Ribeira Sacra. Una maravilla. Galicia calidade.

Mañana, jornada con final en Ancares, de primera categoría, tras el Puerto de Llumeras, de segunda. Día para ver en acción a los favoritos. 

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