Niewiadoma gana el Tour por cuatro segundos


El Tour de Francia femenino ha tenido un final soñado. Imposible imaginar un desenlace de una carrera más igualado, emocionante y lleno de intriga hasta el final. Ha sido uno de los mejores días de ciclismo que se recuerdan, una jornada para la historia de este deporte por la igualdad extrema con la que ha concluido. Primero, el titular, los datos fríos. Después, el relato de una portentosa batalla alpina. Kasia Niewiadoma ha ganado el Tour de Francia con cuatro segundos sobre Demi Vollering y diez segundos sobre Pauliena Rooijakkers.

Antes de ese final de película vimos una etapa deslumbrante en la que todas las ciclistas implicadas en la batalla por el maillot amarillo dieron el máximo. Se formó de salida una escapada de 22 ciclistas con cuatro compañeras de Demi Vollering (Bredewold, Vas, Majerus y Wiebes), lo que invita a pensar en un movimiento de la corredora neerlandesa del SD Worx, que defendía el título logrado el año pasado en el Tour y que perdió el liderato de la carrera por culpa de una caída en la quinta etapa.   Además de las coequipiers de Vollering, entraron en la fuga Ghekiere (merecida ganadora de la clasificación de la montaña), Lippert, Brand, Magnaldi, Aalerud, Smulders, Arzuffi, Faulkner, Ottestad, Rüegg, Van Empel, Baril, Markus, Koch, Persico, Le Mouel, Adegeest y Fahy.

Cuando empezaron a subir el Glandon la ventaja  de las fugadas respecto al pelotón rondaba el minuto. A 10 kilómetros de la cima del Glandon y a 61 kilómetros de meta atacó Mavi García, que no ha encontrado su mejor forma en este Tour, pero que sí ha sido muy combativa y al menos lo ha intentado. Llegó con facilidad al grupo perseguidor y tiró hacia adelante. Valentina Cavallar saltó del grupo y superó rápidamente a la española. Se fue hacia adelante y se situó al frente de la carrera. 

Fisher-Black puso entonces mucho ritmo para Vollering en el Glandon. Se quedó pronto Juliete Labous. Se avecinaba el esperado movimiento de Vollering, la reina destronada que buscaba volver a mandar en la mejor carrera del mundo. El demarraje iba a llegar de un momento a otro. El grupo no hacía más que menguar. Vollering atacó finalmente a dos kilómetros y medio de coronar el Glandon y logró dejar atrás a la líder Kasia Niewiadoma. Quien se se soldó a la rueda de Vollering era Pauliena Rooijakkers, mejor situada en la general que la ciclista del SD Worx, dos segundos por delante de ella. Con Niewiadoma se quedaron Sara Gigante, Evita Muzic, Lucinda Brand y Gaia Realini.

Cédrine Kerbaol se quedó cortada, pero en el descenso del Glandon logró contactar con el grupo de la maillot amarilla. El podio de la carrera estaba en juego. De hecho, poco después de alcanzar al grupo de Niewiadoma se lanzó en solitario en el descenso. Por delante, también Vollering intentaba dejar a sus compañeras.  Ninguna de las dos logró irse en el descenso. Más adelante volvió a acelerar Kerbaol y se unió Niewiadoma, pero terminaron siendo alcanzadas por el resto de perseguidoras. Y también volvió a marcharse Vollering y abrió hueco con Rooijakkers, pero su compatriota logró llegar de nuevo a su altura. Cavallar sí terminó perdiendo contacto con el bajada con las dos ciclistas neerlandesas. 



Vollering, Rooijakkers y Cavallar coronaron con casi un minuto de ventaja, una diferencia que aún no servía ni a Vollering ni a Rooijakkers para superar a Niewiadoma en la general, pero que las dejaba a las puertas del amarillo. En algún momento, Rooijakkeers fue líder provisional, pero la renta de las dos corredoras neerlandesas sobre el grupo de la polaca se redujo en el descenso, lo que devolvía a Niewiadoma el liderato virtual de la carrera.

La emoción era máxima. En el principio de la ascensión al Alpe d’Huez aceleró Niewiadoma cuando la ventaja de Vollering y Rooijakkers se redujo a los 40 segundos. La corredora polaca se aferraba al amarillo, a la oportunidad de lograr la mayor victoria de su vida, a la opción factible pero compleja de inscribir su nombre en la historia del Tour y del ciclismo. La distancia oscilaba. Rooijakkers racaneó un poco al dar relevos a Vollering. Todo estaba por decidir y el final de la mítica cima alpina se acercaba.

Vollering atacó ya muy cerca de meta, para ganar la etapa, sumar los diez segundos de bonificación e intentar con ese último arreón asaltar el liderato. Cruzó extenuada la línea de meta. Según entró, se lanzó al suelo. Lo había dado todo. Por detrás, Niewiadoma venía a tope. Sabía que sería cuestión de unos segundos, que estaba muy, muy ajustado. Sacó fuerzas de donde pudo y aceleró decidida. Podía ganar el Tour. Y lo hizo. Por cuatro segundos, sólo cuatro segundos, la corredora polaca, que había sido tercera en las anteriores dos ediciones de la ronda gala y que logra su mejor victoria. Vollering lloró en meta, porque se le escapó por la mínima la victoria, mientras que Rooijakkers celebró su primer podio en una grande. 

Completan el top 5 de un Tour para el recuerdo Evita Muzic y Gaia Realini. Usoa Ostolaza termina la carrera en el puesto 24 y Mavi García en el 26. 

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