O’Connor incendia la Vuelta


Hace un año, Sepp Kuss se metió en la lucha por la general de la Vuelta, que terminó ganando, tras entrar en una fuga bidón camino de Javalambre. Hoy, Ben O’Connor ha firmado una hazaña similar, aún más redonda, porque se ha vestido de rojo. El corredor australiano del Decathlon-Ag2r ha ganado la etapa en solitario tras meterse en la fuga del día y ha sacado en meta seis minutos y medio al pelotón, lo que le permite ponerse líder de la carrera con casi cinco minutos de ventaja sobre Primoz Roglic. O’Connor ha incendiado la carrera con un golpe maestro, una de las gestas que quedan en el recuerdo y engrandecen el ciclismo.

O’Connor era el más fuerte y también el más motivado de los miembros de la fuga. Tenía un objetivo claro y muy buenas piernas. El corredor australiano se marchó en solitario camino del triunfo de etapa y el liderato, con más cara de Sepp Kuss a medida que pasaban los kilómetros. Su valentía cambia completamente la carrera y lo sitúa como candidato a todo. Desde luego, al podio. No es un cualquiera Ben O’Connor, no es un ciclista del que se pueda esperar que se venga abajo en la montaña. Viene de ser cuarto en el Giro de este año, también lo fue en el Tour de Francia hace dos. Además, desde hoy, el corredor australiano es ganador de etapas en las tres grandes vueltas. Lo que ha hecho hoy es prodigioso, digno de admiración. Una jugada maestra ante la que sólo cabe rendirse. A partir de ahora, la Vuelta cambia totalmente. El máximo favorito a la victoria sigue siendo Primoz Roglic, pero hoy el esloveno y su equipo, además del resto de hombres y equipos de la general, han sufrido un revés considerable. 

Se han vivido momentos de muchos nervios en los coches de los equipos de los hombres de la general. El Red Bull-Bora del líder intentó poner calma al frente del gran grupo cuando no cesaban los ataques en un loquísimo primer tramo de la etapa, con constantes demarrajes. Según avanzaba la ventaja del grupo de O’Connor crecía la presión. El primero en ponerse nervioso fue el Bahrein de Antonio Tiberi, que tiró del pelotón durante varios kilómetros. Más tarde volvió el Red Bull-Bora. Entraron más tarde fugazmente el UAE y el Movistar, quizá invitando a otras escuadras a colaborar, pero pronto volvían a retirarse de la cabeza del grupo. La ventaja del héroe del día no dejaba de crecer. El Bahrein volvió a ponerse en la parte final, pero el daño estaba hecho. 

Lo de hoy no es una anécdota, no es la cesión deliberada del maillot de líder a un corredor secundario. O’Connor ha rozado el podio en el Giro y en el Tour. La ventaja que ha alcanzado es muy seria y él no es un ciclista frágil del que quepa esperar que pierda el rojo a la primera de cambios. La ventaja que ha sacado es sensiblemente superior a la que logró Kuss el año pasado en su fuga bidón. Ahora O’Connor, que ha logrado la más bella victoria de su carrera, saca 4:51 minutos a Roglic, 4:59 a Almeida, 5:18 a Lipowitz (coequipier de Roglic que entró en la fuga), 5:23 a Enric Mas, 5:26 a Carlos Rodríguez y 5:29 a Tiberi. Diferencias serias. 

Justo un día después de los múltiples debates y quejas por la falta de competitividad, el ritmo bajo y la escasez de ataques en las etapas llanas con las que ha comenzado la Vuelta, hoy se ha vivido una jornada memorable. Ha sido una etapa muy intensa en la que los corredores han volado por encima de la media prevista y han protagonizado mil y un ataques. El ciclismo. La vida. Todo tan efímero, tan fugaz. Ayer todo eran lamentos y protestas, hoy todo es emoción. Ayer la etapa se hizo eterna para cualquier espectador, hoy hemos lamentado que no se haya retransmitido íntegra porque el baile ha empezado muy pronto, antes de que que conectara la televisión. Los ciclistas, los directores deportivos y los organizadores de la carrera son los mismos que ayer.  Nunca jamás hay que dudar de la capacidad de este deporte de emocionar y sorprender como ninguno. 

El recorrido de la etapa de hoy era bien distinto al de las jornadas precedentes, con constantes subidas y bajadas, y mucha dureza, lo que hacía que la etapa de hoy oliera a fuga bidón, como ha ocurrido finalmente. En efecto, hubo mucha más pelea que en los días previos por formar la escapada (algo que tampoco era difícil). Primero entraron en un numeroso corte 32 ciclistas: Andreas Kron (Lotto-Dstny), Cristian Rodríguez (Arkea), Urko Berrade (Kern Pharma), Clément Berthet (Decathlon-Ag2r), Daniel Felipe Martínez (Red Bull-Bora), Mauri Vansevenant (T-Rex Quick Step), Marc Soler (UAE), Marco Frigo (Israel), Lorenzo Rota (Intermarché Wanty), Patrick Konrad (Lidl-Trek), Louis Vervaeke (T-Rex Quick Step), Mathias Vacek (Lidl-Trek), Simon Guglielmi (Arkea), Pablo Castrillo (Kern Pharma), Pelayo Sánchez (Movistar), Chris Harper (Jayco-AlUla), Xandro Meurisse (Alpecin-Deceuninck), Gijs Leemreize (DSM), Jesús Herrada (Cofidis), Victor Campenaerts (Lotto-Dstny), Welay Berhe (Jayco-AlUla),  Rainer Kepplinger (Bahrein), Txomin Juaristi (Euskaltel-Euskadi), Abner Santiago Umba (Astana), Fran Miholjević (Bahrein), Reuben Thompson (Groupama-FDJ), Thibault Guernalec (Arkea), Sven Erik Bystrom (Groupama-FDJ), Maurice Ballerstedt (Alpecin-Deceuninck), Joshua Tarling (Ineos), Kim Alexander Heiduk (Ineos) y Luca Vergallito (Alpecin-Deceuninck). Por detrás contraatacaron Wout Van Aert (Visma-Lease a Bike), Jay Vine (UAE Team Emirates), William Junior Lecerf (T-Rex Quick-Step), Michael Woods (Israel-Premier Tech), Rémy Rochas (Groupama-FDJ), Einer Rubio (Movistar Team), Max Poole, Chris Hamilton (DSM)y Giulio Ciccone (Lidl-Trek). Era un movimiento demasiado peligroso para el equipo del líder y con demasiada gente delante como para esperar colaboración. Se echó abajo esa intentona y se formó un corte mucho más manejable, de apenas tres ciclistas, con Pelayo Sánchez (Movistar), Cristian Rodríguez (Arkéa) y Clément Berthet (Decathlon-Ag2r)

No cesaron los ataques y se unieron a esos tres ciclistas Jay Vine (UAE), Mauri Vansevenant (T-Rex Quick-Step), Ben O'Connor (Ag2r-La Mondiale), Florian Lipowitz (Red Bull-Bora-Hansgrohe), Luca Vergallito (Alpecin-Deceuninck), Marco Frigo (Israel-Premier Tech), Urko Berrade (Kern Pharma), Pablo Castrillo (Kern Pharma) y Gijs Leermreize (DSM). Pasaron a ser doce en cabeza, entre los que el compañero de Roglic, Lipowitz, a 1:50, y O’Connor, el gran rival, a 1:56, eran los mejor clasificados en la general. También saltó a por ellos Chris Harper (Jayco-AlUla).

Siguieron los ataques y se unió a la fiesta otra vez Van Aert, entre otros. El Red Bull-Bora de Primoz Roglic puso orden en el gran grupo y después se apartó de la cabeza del pelotón. Era una situación delicada de carrera que metía de lleno a O’Connor en la lucha por la general. A 60 kilómetros del final atacó O’Connor, soñando en rojo, y se pegó a su rueda Leermreize. En su persecución fueron Sánchez, Berrade y Frigo. Pero hoy el australiano era imparable. 



Empieza otra Vuelta, con todos los esquemas rotos. Nunca hay que dudar del ciclismo ni de la Vuelta. Disfrutemos. Mañana, jornada con final en Córdoba tras subir a un puerto de segunda categoría. 


 

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