Recién terminados los Juegos Olímpicos de París, llega el turno del Tour de Francia femenino, que por primera vez no tomará la salida desde Francia, sino desde los Países Bajos. La ronda gala femenina sigue creciendo y, un año más, vuelve a atraer a las principales corredoras del mundo. Desde mañana, 12 de agosto, hasta el domingo 18, con un recorrido atractivo y grandes jornadas de montaña llamadas a ofrecernos un espectáculo de primer orden.
En principio, hay una grand favorita a la victoria final La vigente ganadora de la Vuelta, Demi Vollering (SD Workx), dado que apenas dos días antes de la prueba se conoció que la vencedora de del Giro, Elisa Longo Borghini (Lidl-Trek), no podría ser de la partida por culpa de una caída entrenando, una auténtica pena. Eso deja a Gaia Realini como jefa de filas del Lidl-Trek. Pero hay más, muchas más aspirantes. Entre otras, Kasia Niewiadoma (Canyon Sram) -que tendrá a su lado a Neve Bradbury, tercera en el Giro-, Juliette Labous (DSM), Évita Muzic (FDJ), Mavi García (Liv-Aula-Jayco) y Ashleigh Moolman-Pasio (Ag Insurance).
Por supuesto, tampoco faltará la mejor velocista del mundo, Lorena Wiebes (SD Work), y la leyenda Marianne Vos (Visma-Lease a Bike), entre otras corredoras llamadas a ser protagonistas de la ronda gala. Lianne Lippert liderará al equipo Movistar. También será de la partida el conjunto Laboral Kutxa-Fundación Euskadi, que contará con Ane Santesteban como su jefa de filas.
Aquí arriba están los dorsales oficiales de las 153 ciclistas que son de la partida.
El Tour echará a rodar el lunes, 12 de agosto con una etapa de 123 kilómetros entre Rotterdam y La Haya, destinada al sprint.
La ronda gala hará este año algo que antes era relativamente habitual en algunas carreras, incluir dos sectores el mismo día. El martes 13 habrá dos etapas a falta de una. Por la mañana, una jornada cortita, de apenas 79,7 kilómetros, también propicia para las velocistas. Eso será antes del sector de la tarde (abajo), mucho más relevante para la general.
Primera jornada en la que se marcarán diferencias en la general. El sector vespertino del martes, tercera etapa de la carrera, será una contrarreloj de 6,3 kilómetros con salida y meta en Rotterdam. No es una distancia precisamente grande, pero seguro que algunas diferencias entre las favoritas hay ya, a falta de las etapas montañosas que decidirán la carrera.
La cuarta etapa es de las que atraen mucho, con salida en Valkenburg y final en Lieja. Jornada con reminiscencias a las clásicas de primavera, día exigente y rompepiernas. De los recorridos más bonitos de esta edición.
La quinta etapa también presenta varias subidas, lo que invitará sin duda a las fugas, aunque tampoco es descartable que los equipos de las mujeres rápidas controlen la carrera para buscar un sprint.
Antes de la traca final, que será el fin de semana del 17 y el 18 de agosto, la sexta etapa presenta un perfil de media montaña con un desenlace escarpado.
La penúltima etapa del Tour es un etapón, con cinco puertos. Los dos últimos, de segunda categoría: Col de Sant Jean de Sixt (5,4 kilómetros al 5,1%) y Le Grand Bornard (7 kilómetros al 5,1%), donde está situada la meta.
El Tour se decidirá con una muy exigente jornada alpina, con tres puertos. Casi de salida, Col de Tamié, de segunda categoría, con 9,5 kilómetros al 4,5%. Tras pasar por un tramo llano de valle, quizá demasiado extensa y lejos de meta como para ver movimientos entre las favoritas en ese primer puerto, llega la doble traca final de la carrera, con dos puertos de categoría especial. Primero, el Glandon, con 19,7 kilómetros de ascensión y un desnivel medio del 7,2%, y después, la meta en el legendario Alpe d’Huez, con 13,8 kilómetros al 8,1%. Casi nada. Final de ensueño para el Tour femenino.
La carrera se podrá seguir en Teledeporte y Eurosport.
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