Castrillo deslumbra y Roglic acecha a O’Connor



Ha nacido una estrella. Tres días después de ganar una etapa en la Vuelta con el equipo continental Kern Pharma, Pablo Castrillo ha conquistado hoy el Cuitu Negru. Ha sido una auténtica barbaridad, una victoria descomunal en un puerto infernal, inhumano, lograda por un ciclista joven de un equipo modesto que se ha presentado al planeta ciclista como un corredor a seguir muy de cerca y al que lloverán ofertas. Con la niebla de fondo, que siempre aporta más épica a las etapas de alta montaña, el triunfo sensacional de Castrillo ha sido uno de los titulares de una de las mejores jornadas de ciclismo en mucho tiempo, un día memorable en el que Ben O’Connor ha conservado el maillot rojo de líder, pero cuenta ya sólo con 1:03 de ventaja sobre Primoz Roglic, que hoy ha tenido un momento de debilidad ante un inmenso Enric Mas, del que se ha repuesto con su solidez habitual. En realidad, la diferencia del líder respecto a Roglic era de 43 segundos, pero los jueces de carrera han sancionado al esloveno con 20 segundos por hacer trascoche en un momento de la carrera. 

El ciclismo cautiva por días como hoy. Ha sido una jornada montañosa de máxima exigencia, con ataques desde lejos, estrategias de equipos, agonía y esfuerzo máximo de los corredores. Es uno de esos días en los que es difícil ordenar lo ocurrido en una crónica, porque ha sido mucho y muy bueno. Así que lo mejor es empezar por el ganador del día, Pablo Castrillo. Ya fue sensacional la victoria que consiguió el jueves, cuando además le pudo dedicar la victoria a Manolo Azcona, creador de su equipo que falleció ese mismo día, pero lo de hoy, en la etapa reina de la Vuelta, son palabras mayores. 

Castrillo llegó a las terroríficas rampas del Cuitu Negru con Alekxandr Vlasov (Red Bull-Bora) y con Pavel Sivakov (UAE). Este último había venido tirando del grupo de escapados, porque era el mejor clasificado en la general, a sólo 6:31 del líder, lo que le permitía soñar incluso con meterse en la lucha por el podio. Castrillo, seamos sinceros, no era el favorito. Ya era una proeza aguantar ahí y estar entre los tres supervivientes de la fuga de 17 que había marcado el día y en la que ya costó mucho entrar. Pero Castrillo quería más. 

Nada más empezar la ascensión a Cuitu Negru, prolongación del ya de por sí duro puerto de Pajares, Castrillo lanzó un inesperado y potente ataque. Ni Sivakov, muy castigado, ni Vlasov, que parecía el más favorito de los tres, saltaron a por él. Sufrió como nunca encima de la bicicleta el corredor del Kern Pharma, en esas rampas imposibles, de hasta el 24% de desnivel. Vlasov llegó a su altura en la parte final de la subida y parecía que ahí terminar el sueño de Castrillo, pero volvió a sorprender con un ataque soberbio que ya no pudo responder el ciclista ruso del Red Bull-Bora. Segunda etapa en esta Vuelta para Castrillo, que se reivindica como un ciclista de primera que tutea a los mejores corredores y equipos del mundo desde una escuadra continental modesta que está en esta Vuelta por la invitación de la organización y que está bordando una carrera impecable, de ensueño, de película. 

Para llegar a esa imagen de Castrillo, triunfal entre la niebla, tuvo que pelear mucho desde la salida. Ya estuvo el ciclista del Kern Pharma en la primera fuga que cuajó, con Louis Meintjes (Intermarché-Wanty), Ion Izagirre (Cofidis), Max Poole (DSM), Marco Frigo (Ineos), Jay Vine (UAE), Jonas Gregaard (Lotto-Dstny), Kasper Asgreen (T-Rex Quick Step) y Riley Sheehan (Israel), que eran perseguidos por Mathis Le Berre (Arkea), Marc Soler (UAE) y Michael Woods (Ineos). 

En el pelotón, en la primera subida a la Colladiella el ritmo fue salvaje, lo que redujo a la mínima expresión el grupo. Marc Soler volvió a atacar para intentar coger puntos en la clasificación de la montaña, pero no lo logró. Quien pasó primero el puerto fue su compañero Jay Vine, que iguala así a Van Aert en esta clasificación. En el descenso llegaron más ataques y entre los que se volvieron a mover estuvo, por supuesto, Marc Soler. Un movimiento muy interesante fue que los equipos de los favoritos lanzaron a corredores por delante. El Decathlon-Ag2r del líder, a Bruno Armirail y a Valentin Paret Peintre y el Red Bull-Bora, a Alexkandr Vlasov y a Daniel Felipe Martínez. Además, en el corte entró Sivakov, lo que, dada su posición en la general, inquietó a los aspirantes al podio. 

Los perseguidores llegaron a los escapados y se formó un grupo cabecero de 17 ciclistas (junto a los mencionados, Quentin Pascher, Jack Haig, Steven Kruijswijk, Stefan Küng, y Oier Lazkano). Fue el T-Rex Quick Step el equipo que tiró del pelotón, preocupado por la amenaza de Sivakov para el podio. A falta de 25 kilómetros para el final, el Movistar se sumó al T-Rex Quick Step para endurecer el ritmo del pelotón, pero fue sobre todo el equipo de Landa el que asumió la responsabilidad. Mientras, Roglic cambió de bici para afrontar la durísima ascensión final. 

Mattia Cattaneo, fiel y potente coequipier de Landa, puso un punto más de dureza a falta de algo más de 8 kilómetros para el final, ya en plena ascensión a Pajares. Dos kilómetros después se apartó el italiano y lanzó un demarraje potente Landa. Por alguna razón, se cebo con él O’Connor, más de la cuenta. Lo volvió a probar varias veces el vasco, landismo a tope en esta Vuelta. Tras coronar Pajares y camino del Cuitu Negru, Lipowitz, coequipier de Roglic, se puso a tirar del grupo. El Red Bull-Bora tenía por delante a Vlasov, así que tampoco le interesaba poner un ritmo exigente de caza. 

Al comenzar la subida final de tres kilómetros al Cuitu Negru, en el pelotón aceleró Lipowitz para Roglic, que enseguida se fue solo hacia adelante. Parecía entonces que el esloveno podía reventar a sus rivales, pero la dureza extrema de la ascensión asturiana se le atragantó un poco al máximo favorito a ganar la carrera. Tanto que llegó a su rueda y llegó a superarlo Enric Mas, aunque al final los dos entraron en meta juntos y sacaron tiempo al resto de hombres de la general. Sale reforzado hoy Roglic. Sigue con su remontada. Los planes siguen saliéndole bien. No es un paseo militar, lógicamente, pero sigue poco a poco avanzado con firmeza hacia su cuarta Vuelta.

O’Connor ha aguantado más de lo que se podía esperar y está aferrándose al rojo con gran coraje, pero el tiempo pasa inexorable y juega en su contra. Ahora el australiano saca 1:03 segundos a Roglic, 2:23 a Mas, 2:44 a Carapaz y 3:05 a Landa. Otro cambio relevante en la general es que Lipowitz pasa a ser sexto en la general y adelanta a Carlos Rodríguez, ahora sexto, por lo que el compañero de Roglic es el nuevo líder de la clasificación de los jóvenes con siete segundos de ventaja sobre el corredor español del Ineos. Por su parte, Sivakov entra en el top 10 de la general. 

Mañana, día de descanso antes de otra jornada decisiva con final en Lagos de Covadonga. 


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