Dan Martin se exhibe ante Valverde en el Muro de Bretaña

El Tour llegaba hoy al Muro de Bretaña, final propicio para Alejandro Valverde, 13 años después de su primer triunfo de etapa en la ronda gala. El corredor murciano del Movistar formaba parte de la numerosa lista de candidatos a la victoria en esta exigente ascensión, pero no tuvo opción real de luchar por la victoria debido a un colosal ataque de Dan Martin (Emirates) que nadie ha podido responder. El corredor irlandés lanzó un demarraje descomunal y se marchó en solitario hacia adelante. Pierre Latour (Ag2r) saltó a por él, pero no logró darle caza, mientras que Valverde sólo pudo ser tercero, encabezando al grupo de elegidos en meta. En ese grupo estaban Greg Van Avermaet, que sigue de líder, y Julian Alaphilippe, otro candidato serio a la victoria que se ha quedado con la miel en los labios. 


Varios favoritos han perdido tiempo, aunque por razones distintas. Chris Froome se ha dejado ocho segundos, nada que deba encender ninguna alarma en un corredor al que no le van para nada estos finales explosivos, mientras que Rigoberto Urán ha perdido 11 segundos. Romain Bardet ha cedido 31 segundos, por culpa de un pinchazo que le obligó a tener un esfuerzo extra para reintegrarse en el grupo delantero en la parte final de la etapa. Cuando llegó la hora de la verdad, la gran esperanza francesa para volver a ganar el Tour perdió contacto con el resto de favoritos, extenuado por ese esfuerzo añadido. Tom Dumoulin ha perdido  53 segundos, también por problemas mecánicos cerca de meta. El corredor holandés del Sunweb se ayudó del coche de su equipo para alcanzar al grupo cabecero, probablemente más allá de lo permitido. No sería descartable una sanción, porque fue bastante descarado su trascoche. 

Van Avermaet conservó el liderato, a pesar de que le acechaban el Sky, que buscaba situar a líder a Geraint Thomas (que rascó dos segundos en el sprint bonificado), y el Quick-Step, entregado a las opciones de Philippe Gilbert y Julian Alaphilippe. El conjunto belga, siempre combativo, protagonizó el primer momento de tensión del día, cuando a falta de más de 100 kilómetros para el final provocó un abanico que destrozó el pelotón. El movimiento pilló desprevenidos a varios favoritos, como Nairo Quintana y Mikel Landa, de cuya convivencia en el Movistar siguen corriendo ríos de tinta, o Primoz Roglic y Steven Kruijswijk, los dos líderes del LottNL-Jumbo, que quedaron en un tercer grupo y sufrieron aún más para volver al gran grupo. 

Al final la sangre no llegó al río, pero el Quick-Step, el equipo más exitoso del año con 49 victorias, disparó la tensión, que ya no decaería hasta el final. Ese movimiento del conjunto belga sentenció cualquier mínima opción que pudieran tener los seis fugados: Laurent Pichon (Fortuneo), Fabien Grellier (Direct Energie), Damien Gaudin (Direct Energie), Anthony Turgis (Cofidis) y Dion Smith (Wanty). Su intentona no llegó a buen puerto, por la forma en la que apretó el gran grupo, con muchos candidatos a la victoria. Toms Skujins (Trek) pasó en cabeza por la primera ascensión al Muro de Bretaña, lo que le permite mantener el maillot blanco a puntos rojos de líder de la montaña, mientras que Peter Sagan, para quien trabajó el Bora en la parte final, tuvo tiempo también para entrar en el sprint y apuntalar su liderazgo en la clasificación de la regularidad. 


Antes de que cualquiera de los favoritos pudiera reaccionar, Dan Martin, que venía de ganar una etapa en el Dauphiné, lanzó su demoledor ataque. Inalcanzable, soberbio. Igual que tantas otras veces en pruebas de un día, como la Flecha Valona, Valverde le dejó a él sin opciones de triunfo, esta vez ha sido el corredor del Emirates el que ha ganado con enorme autoridad. En meta declaró que ayer se sintió fuerte y tenía confianza en poder ser protagonista en el Muro de Bretaña. Segundo día por esta región francesa y segunda etapa atractiva. Ahora el pelotón afronta dos etapas llanas, aparentemente destinadas al sprint, antes de la etapa del domingo, con final en Roubaix y reminiscencias a la París-Roubaix, con varios tramos adoquinados en los que más de uno puede decir adiós a sus aspiraciones en este Tour. Salvo sorpresa mayúscula, Van Avermaet, clasicómano experimentado, llegará al pavé vestido de amarillo. 

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