Pogacar asalta el podio en Gredos


Definitivamente, 2019 está siendo el año de la gran explosión de los corredores llamados a marcar el ritmo del ciclismo en la próxima década. Todas las temporadas irrumpe algún ciclista joven, pero pocos años son tantos los corredores de insultante juventud que dan un paso adelante consiguiendo victorias de mucho nivel en las mejores carreras del calendario. 2019, la temporada del triunfo en el Tour de Egan Bernal (22 años), la de las exhibiciones permanentes de Remco Evenepoel (19 años) y Mathieu van der Poel (24 años) y la temporada de la exhibición de Tadej Pogacar en la Vuelta Ciclista a España con 20 años. 


El corredor esloveno del Emirates, ganador de etapa en Andorra y en Los Machucos, se llevó ayer la victoria en una durísima etapa por la Sierra de Gredos, diseñada con maestría, por cierto, por Carlos Sastre. Valiente, fortísimo, imparable, atacó Pogacar en el Puerto de Peña Negra, a 40 kilómetros de la meta en la Plataforma de Gredos. El movimiento de Pogacar, enorme, llegó después de dos ataques de Miguel Ángel López que no lograron sorprender ni al líder, intocable Primoz Roglic, ni a los líderes del Movistar, Alejandro Valverde y Nairo Quintana. Cada vez que aceleraba Superman, los tres se pegaban a su rueda y había parón. Entonces fue cuando atacó Pogacar. Y ahí terminó la historia. Nadie vio a Pogacar hasta la meta. 

Quería Pogacar la victoria de etapa, la tercera en esta Vuelta, pero quería sobre todo entrar en el podio. Lo quería todo. Y todo, menos ganar la carrera, palabras mayores, estaba a su alcance. El Movistar intentó organizarse para dar caza a Pogacar, con el trabajo de Antonio Pedrero y de Marc Soler para preservar la tercera posición del podio de Quintana. Pero el podio se escapaba y empezaba a peligrar incluso la segunda posición de Valverde, porque Pogacar iba sin cadena. Entonces, en la subida final, cuando ya se veía imposible salvar la posición de honor de Quintana en el podio, Valverde aceleró, porque se le escapaba la segunda posición. 

Si destacable es que Pogacar, con 20 añitos, haya dado semejante recital en la Vuelta, más aún lo es que Valverde, que podría ser su padre, con 39 años, vaya a culminar segundo la ronda española, viniendo además del Tour de Francia, a diferencia de sus principales rivales. Lo de Valverde en esta Vuelta ha sido extraordinario. Nadie contaba con él para la general, porque no parecía posible, pero si alguien es capaz de reventar los pronósticos ése es el campeón del mundo. Legendario Valverde. Su último gran esfuerzo ha sido este acelerón en la Plataforma de Gredos para conservar la segunda posición en el podio. Hizo cuanto pudo por Quintana, pero su compañero de equipo ha llegado muy justo de fuerzas a estas alturas de carrera. 

Y, claro, no podemos dejar de hablar de Primoz Roglic, justo ganador de la carrera. Ha sido el más fuerte de principio a fin. Asentó su liderato en el dominio abrumador que exhibió en la crono de Pau, pero es que además se mostró como el más fuerte en la montaña. Un líder sólido, intocable, que ha podido culminar en la Vuelta el trabajo que dejó a medias en el Giro, cuando también parecía que iba camino de ganar su primera gran vuelta, pero donde se vio superado por un inmenso Richard Carapaz. La temporada de Roglic ha sido excepcional, con la general y una etapa del UAE Tour, la Tirreno-Adriático, el Tour de Romandía más tres etapas, la tercera posición del Giro más dos etapas, una etapa de la Vuelta y, mañana, la general de la ronda española. Sin palabras. 

Culminó así, con el recital de Pogacar y la victoria en la general final de su compatriota Roglic a la espera del paseo mañana por el centro de Madrid, una etapa muy intensa, que comenzó con batalla desde la salida. El Astana de Superman López fue el equipo más activo, con constantes ataques de los lugartenientes del colombiano. Omar Fraile, Gorka Izagirre, Luis León Sánchez y compañía se metieron en cada corte, pero detrás de ellos se iba siempre un ciclista del Jumbo-Visma, que supo desactivar así las tácticas del conjunto kazajo. También se mostró activo el Movistar, a quien después le tocó ir a la contra, a la defensiva, ante la amenaza que suponía para Valverde y Quintana el ataque de Pogacar. 

Antes de que se desatara la lucha final por la general, los escapados que más lejos llegaron en su aventura fueron Damien Howson (Mitchelton-Scott), el incombustible Tao Geoghegan (Ineos), Ruben Guerreiro (Katusha), Niclas Edet (Cofidis) y Sergio Samitier (Euskadi Murias), protagonistas secundarios del día, pero a quienes lo justo es recordar siempre en las crónicas, porque su trabajo les costó mantenerse en cabeza, sobre todo hoy, que por detrás el gran grupo apretó muy fuerte y ante cuyo empuje resistieron hasta que Pogacar lo puso todo patas arriba. Tadej Pogacar, la sensación de esta Vuelta, otro ciclista de insultante juventud que ha elegido el 2019 para estallar y demostrar que tiene el futuro del ciclismo en sus piernas. 

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