La Vuelta 2023: El recorrido

 

Este sábado, 26 de agosto echa a rodar en Barcelona la 78º edición de la Vuelta Ciclista a España. Un año más, la ronda española ha conseguido reunir una participación extraordinaria que augura tres semanas de emoción en la última gran vuelta del calendario tras el Giro que ganó Primoz Roglic y el Tour que se llevó su compañero Jonas Vingegaard, ambos presentes en esta Vuelta. En el artículo de mañana hablaremos de los favoritos al triunfo final, donde también está el vencedor del año pasado, Remco Evenepoel, junto a Juan Ayuso (podio en 2022), Enric Mas (segundo en 2018, 2021 y 2022) y Geraint Thomas (segundo en el Giro este año). Hoy toca analizar el recorrido, que cumple con los rasgos de identidad de la Vuelta y que esta vez no pasará ni por Andalucía ni por Galicia, regiones importantes en ediciones precedentes, pero que esta vez han quedado fuera. 

Serán 3.153,8 kilómetros repartidos en 21 etapas de las que dos serán contrarrelojes (una por equipos y otra individual), siete serán de montaña, dos tendrán final en alto, seis están catalogadas de media montaña y apenas cuatro son llanas. 

Las calles de Barcelona acogerán la contrarreloj por equipos inaugural de 14,8 kilómetros en la que se marcarán las primeras diferencias entre los favoritos. Es un circuito urbano, lo cual siempre añade más tensión, aunque casi completamente llano. 


Catalogada como de media montaña, la segunda etapa con salida en Mataró y final en Monjuic, de nuevo en Barcelona, puede tener un final atractivo gracias a la ascensión al castillo de Montjuic, que puede invitar a algún corredor a probarlo y desbaratar el sprint. 

La montaña no tardará mucho en aparecer en esta edición de la Vuelta. La tercera etapa pasará ya por Andorra, con dos puertos de primera categoría (Coll d'Ordino, con 17,3 kilómetros al 7,7% y Arinsal, de 8,3 kilómetros al 7,7%) que pondrán a prueba a los favoritos. 

Tras su salida desde Andorra la Vella, la cuarta etapa de la Vuelta transcurrirá casi íntegramente por Cataluña. La presencia de dos puertos de tercera antes del final en Tarragona podría animar el desenlace y descartar a los velocistas puros. 


Entre Morella y Burriana transcurrirá la quinta etapa, esta sí, con previsible final al sprint, aunque de nuevo un puerto de segunda categoría podría endurecer la carrera y poner en aprietos a los esprinters que peor lo pasan cuando la carretera se empina. 


La muy exigente primera semana de carrera tiene como uno de sus platos fuertes la ascensión al Observatorio Astrofísico de Javalambre, con un desnivel medio del 8% y rampas de hasta el 16% a lo largo de sus 10,9 kilómetros de subida. Terreno más que suficiente para ver batalla entre los favoritos. 

Entre Utiel y Oliva transcurrirá la séptima etapa de la carrera, la primera llana de lo que va de prueba, que pasará por localidades típicamente veraniegas como Cullera o Gandía

Poca durará la tregua, porque en la octava etapa vuelve la montaña con un puerto de tercera, tres de segunda y uno de primera, Xorret de Catí, cuya cima está situada a poco más de tres kilómetros de la meta. Es decir, será coronar y lanzarse directos a la meta. 

La intensa primera semana de carrera concluirá con un final en alto en el Collado de la Cruz de Caravaca, catalogado de segunda categoría y que tiene 11,5 kilómetros de ascensión y una pendiente media del 4,9%. 


Tras la primera jornada de descanso, Valladolid acogerá el martes, 5 de septiembre la única contrarreloj individual de esta edición de la Vuelta. Serán 25,8 kilómetros en un perfil casi completamente llano. 


La undécima etapa será una jornada unipuerto de las que la Vuelta lleva años incluyendo en su recorrido. La jornada, prácticamente llana en su mayor parte, concluirá en la Laguna Negra de Vinuesa, con 6,5 kilómetros al 6,8%

En principio, la etapa 12 con final en Zaragoza debería ser una jornada destinada al sprint y más o menos de transición antes del regreso por todo lo alto de la montaña al día siguiente, pero la presencia del viento en la zona ha provocado otras veces abanicos, así que puede ser un día más nervioso de lo que en apariencia invita a pensar su perfil. 

Viernes, 8 de septiembre. Día decisivo de esta edición de la Vuelta. Posiblemente, su jornada reina, que transcurrirá casi íntegramente en Francia y que encadenará las ascensiones al Portalet (de tercera categoría, 4,4 kilómetros al 5,4%), el Aubisque (de categoría especial, 16,5 kilómetros al 7,1%), el Col de Spandelles (de primera, con 10,3 kilómetros al 8,3%) y el mítico Tourmalet (18,9 kilómetros al 7,4%). Casi nada. Día grande en la Vuelta con aires a Tour. A los más puristas les escamará su kilometraje, 134,7 kilómetros, pero puede ser un día explosivo y muy entretenido.

La montaña sigue siendo la protagonista en la decimocuarta etapa, que saldrá de Francia y entrará en España en su parte final. Esta vez se subirán dos puertos de categoría especial, uno de tercera y uno de primera. Este último, inédito en la carrera, el Puerto de Belagua, con 9,5 kilómetros de ascensión, desnivel medio del 6,3% y rampas máximas del 10%. 


De Pamplona, la ciudad del gran Miguel Indurain, partirá la decimoquinta etapa de la Vuelta, con la que se cerrará su segunda semana. Será un día de media montaña con final en Lekunberri y doble ascensión al Puerto de Zuarrarrate, de segunda categoría. 


Tras el segundo día de descanso que los corredores pasarán en Santander (no es mal sitio para descansar, desde luego), la decimosexta etapa de la Vuelta partirá el martes, 12 de septiembre de Liencres Playa y concluirá en la ascensión a La Hermida en Bejes, catalogada de segunda categoría, con sólo 4,8 kilómetros de ascensión, pero un exigente 8,8% de desnivel medio y rampas de hasta el 15%. 


Asturias es sinónimo de muchas cosas buenas (gastronomía, paisajes, belleza alrededor mires donde miras, mar y montaña...) y entre ellas está el buen ciclismo. La relación de la Vuelta con Asturias es longeva y exitosa. Este año escribirá un nuevo capítulo con esta decimoséptima etapa, posiblemente decisiva en la lucha por la general, en la que los ciclistas subirán uno detrás de otro el Alto de la Colladiela (de primera categoría, con 7,8 kilómetros al 7,1%), el Alto del Cordal (de primera, 5,4 kilómetros al 9,2%) y el ya legendario Angliru (de categoría especial, 12,4 kilómetros al 9,8%). 


Todo lo que quede por decidir en la general tras la subida al Angliru se podrá dilucidar también en la etapa 18, que incluye un puerto de segunda, otro de tercera y tres de primera, o mejor dicho, dos, porque uno de ellos, el Puerto de la Cruz de Linares se subirá dos veces. Es un puerto de 8,3 kilómetros al 8,6% de desnivel medio. 

Los velocistas que hayan sobrevivido tendrán una ocasión en la etapa 19 antes de la batalla final por la general dela penúltima jornada.

Como ya es habitual, la penúltima etapa de la carrera será montaña. Un festín por la sierra de Guadarrama, con hasta diez subidas catalogadas en la etapa más larga de la Vuelta. No va más. 

Entre el hipódromo de la Zarzuela y el centro de Madrid transcurrirá la última etapa de esta Vuelta, que rendirá homenaje al vencedor y permitirá ver la última volata. 

Comentarios

Javier ha dicho que…
Sigo sin entender por qué las contrarreloj son de 20 kilómetros y no de 50-60 como en otros tiempos. Yo pienso que daría más espectáculo, ya que podrían meterse en la pelea corredores que no fueran 100% escaladores.
En cualquier caso, interesantísima vuelta tanto por el recorrido como por la incertidumbre de ver si alguien es capaz de derrotar a los Jumbo, clarísimos favoritos.
Alberto Roa ha dicho que…
Gracias por comentar, Javier. Sí, estoy de acuerdo. Yo también creo que es una pena que las cronos sean cada vez más cortas. Lamentablemente, parece una dinámica general y muy extendida a todas las carreras.