De Barcelona a París y de Lausana a Niza. Será el inicio y el final de las ediciones del próximo año del Tour de Francia masculino (del 4 al 26 de julio) y femenino (del 1 al 9 de agosto). La organización de la Grande Boucle ha presentado hoy ambos recorridos en un acto celebrado en París en el que han desvelado lo que no se sabía de las etapas en las que Tadej Pogacar y Pauline Ferrand-Prevot defenderán sus títulos. En el caso del esloveno, correrá para intentar igualar a Merckx, Hinault, Anquetil e Indurain como ganador de cinco ediciones de la ronda gala.
El Tour masculino echará a rodar en las calles de Barcelona con una contrarreloj por equipos de 19 kilómetros que recorrerá el centro de la ciudad y terminará en Montjuic. Mismo desenlace tendrá la segunda etapa, con salida en Tarragona y desenlace en el circuito clásico en el que termina la Volta a Catalunya. El lunes 6 de julio, el Tour entrará en Francia y lo hará con un final en alto en Les Angles, de 1,7 kilómetros y un desnivel medio del 7%, tras la salida en Granollers. Al día siguiente, etapa de media montaña entre Carcassone y Foix, antes de la quinta etapa con un final en Pau que será la primera oportunidad para los velocistas. La sexta etapa será la más exigente de la primera semana, con subidas al Col d’Aspin y el Tourmalet antes del final en Gavarnie, de 18,7 kilómetros, pero una pendiente media de sólo el 4%. Tras dos etapas más bien llanas, la primera semana del Tour se cerrará con una etapa de media montaña destinada a las fugas.
Tras el primer día de descanso, el 14 de julio, día de la fiesta nacional francesa, se disputará la décima etapa, con cuatro puertos. Después, dos días en los que podría haber oportunidades para los velocistas y en los que los aventureros intentarán sorprender con fugas, antes de la decimocuarta etapa que se disputará el sábado 18 de julio. Será una jornada dura con final en la exigente ascensión a Le Markstein Fellering. Es una etapa de apenas 155 kilómetros (sólo una etapa de las 21 tiene más de 200 kilómetros), pero muy dura. Al día siguiente, antes del segundo día de descanso, nueva jornada de descanso.
Los organizadores parecen haber dejado deliberadamente para la semana final la máxima dureza del Tour, quizá por miedo a que se sentencie demasiado pronto. La etapa 16 será una contrarreloj individual demasiado corta, de apenas 26 kilómetros, que precederá a un día para los velocistas antes de la traca final. La etapa 18 terminará en alto, en Orcières, y las dos siguientes acogerán en Alpe d’Huez. Sí, sí, las dos etapas terminarán en el mismo coloso. Es una de las grandes novedades de esta edición. En la etapa 19, antes del mítico puerto se subirán el Col Bayard, el Col du Noyer y el Col d’Ornon, mientras que en la etapa 20, la jornada reina, con 5.600 metros de desnivel acumulado, tras encadenar las ascensiones a la Croix de Fer, el Télégraphe, el Galibier, el Col de Sarenne y, por supuesto, el Alpe d’Huez.
Tras el éxito del año pasado, la etapa final en París volverá a incluir un triple paso por Montmartre, aunque esta vez un poco más lejos de meta, ya que el último paso estará a 15 kilómetros del final. Todo un acierto para una edición del Tour que parece más convencional y menos audaz de lo que quizá cabría esperar, pero que regalará oportunidades de ver buen ciclismo.
El 1 de agosto, una semana después del final del Tour de Francia masculino, comenzará el femenino desde Lausana. La primera etapa presenta un perfil que invita a las aventureras, ya que incluye una subida final a la Côte Saint-François, de 2,5 kilómetros al 4,6%. La segunda etapa, todavía en territorio suizo, y la tercera, en la que las ciclistas entrarán en Francia, parecen destinadas a las velocistas.
La cuarta etapa, con final en Dijon, será relevante en la lucha por la general, ya que se disputará una contrarreloj individual de 21 kilómetros. Al día siguiente, jornada dura con ocho ascensiones, 2.850 metros de desnivel acumulado y final en Mont Brouilly, de tres kilómetros al 7,7%. Día para las favoritas. La jornada 6, de media montaña, invita a las fugas.
Para el día siguiente queda la gran cita de este Tour de Francia femenino: el final en Mont Ventoux, legendaria ascensión de 15,7 kilómetros al 8,8% que resultará sin duda decisiva para la lucha por la general. Será un día con 3.565 metros de desnivel acumulado. Después de una octava etapa con final en Niza y previsible final al sprint, la jornada final, la novena, también concluirá en Niza y lo hará con el circuito clásico del final de la París-Niza, que incluye la ascensión al Col d'Eze, que se subirá cuatro veces; la última, incluyendo las más exigentes rampas del Chemin du Vinaigrier, que elevan la pendiente media del 5,9% al 7,6%.
En las calles de Niza se rendirá homenaje a la ganadora del Tour de Francia femenino, que un año más sigue patrocinado Zwift.


Comentarios