Cavendish vuelve a la victoria


Ningún ciclista ha vestido hoy el maillot amarillo. Una situación anómala, la ultima vez que sucedió fue en 2007 cuando Contador no quiso llevar la túnica sagrada tras la retirada de Rasmussen por las sospechas de dopaje, debida a la retirada de Tony Martin. Como nos temíamos, el corredor alemán del Etixx-Quick Step no ha podido tomar la salida a causa de la caída de la jornada de ayer. Como acabó la etapa, en realidad él seguía siendo el líder hasta que no se ha acabado la de hoy, cuando ya es por derecho propio el primer clasificado de la general un Chris Froome que, en todo caso, no ha querido vestir el amarillo por respeto a Tony Martin.

La imagen que ilustra este artículo, tomada en la parte final de la etapa de ayer, refleja a la perfección de qué va esto del ciclismo. Un deporte de equipo, aunque las mieles del éxito la saboreen sólo los líderes de cada equipo. Martin, con la clavícula derecha rota, no podía apoyar la mano en el manillar y aún así se empeñó en llegar a la meta. Sólo pido hacerlo gracias a la ayuda de sus compañeros, entre ellos el campeón del mundo Michal Kwiatkowski, que frenaron para echar una mano a su jefe de filas, segundo corredor que debe abandonar este Tour tras irse al suelo vestido de líder después de la caída de Cancellara. 

Si ayer el Etixx-Quick Step acabó la etapa con un sabor agridulce, triste por la retirada de Martin pero feliz por el triunfo de etapa de Stybar, hoy se repite la historia gracias a la excepcional victoria de Mark Cavendish. Dos años después de su última victoria en el Tour (van ya 26), el velocista británico ha vuelto a alzar los brazos en la Grande Boucle. Cavendish se ha impuesto con autoridad en la llegada masiva a John Degenkolb y a Peter Sagan, que hoy no ha terminado segundo sino tercero. Sigue acariciando la victoria el talentoso corredor eslovaco del Tinkoff-Saxo, pero no remata. En el sprint intermedio, anticipo del duelo en la llegada masiva, Degenkolb se ha impuesto a Sagan. 

La de hoy ha sido la última ocasión en muchos días para los velocistas. Al menos la ultima clara. Mañana se acaba en alto, en el muro de Bretagne, el domingo se disputa la crono por equipos (donde varias escuadras se verán muy penalizadas por las caídas, por cierto) y el martes, tras la primera jornada de descanso, llegan los Pirineos. Así que esta primera parte de la carrera de salida con dos victorias para André Greipel (Lotto-Soudal) y una para Cavendish, en las tres jornadas que se han resuelto al sprint. 

Ningún día es tranquilo del todo en el Tour, pero el de hoy ha estado cerca. Cinco ciclistas han compuesto la fuga del día, a la que el gran grupo no le ha dado ninguna opción. Dos hombres del equipo Bretagne (Delaplace y Feillu) se han metido en la escapada el día en el que el Tour llegaba a esa región francesa de su patrocinador. Junto a ellos han sido protagonistas el líder de la montaña, el ciclista eritreo Teklehaimanot, el corredor croata del Lampre Durasek y el español del Cofidis Luis Ángel Maté. El corredor de Marbella ya lo probó ayer y hoy ha vuelto a meterse en la fuga

Mañana se verán las caras los grandes aspirantes a ganar el Tour en el final en el muro de Bretagne. Por lo que se comenta en el pelotón (tal y como leemos y oímos a los envidiados periodistas desplazados a la carrera gala) parece que Froome no es sólo el mejor clasificado, líder de la carrera, sino también el más fuerte. En 2011, la anterior ocasión en la que Contador llegaba de ganar el Giro, estuvo cerca de ganar en esta subida, aunque Cadel Evans se terminó imponiendo. Será la etapas de mañana una ocasión para comprobar qué tal se encuentra el corredor de Pinto, al que vemos muy relajado en sus declaraciones a la prensa y que hoy se ha ido al suelo sin consecuencias en el recorrido neutralizado. También es buen final el de mañana para Valverde y Purito Rodríguez. Nibali y Quintana también se pondrán a prueba en la octava etapa de la ronda gala.

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