Dennis se luce en Utrecht

Un ciclista australiano ha ganado la primera etapa de la 102 edición de un Tour de Francia que ha comenzado en la ciudad holandesa de Utrecht con una crono individual cuyo primer corredor en tomar la salida ha sido un eritreo que milita en las filas de un equipo sudafricano. Se afianza, y de qué manera, la globalización en el mundo del ciclismo y en particular en el Tour de Francia, uno de los grandes eventos deportivos del año. Han cambiado muchas cosas en los más de cien años de historia de la carrera francesa, pero esa ilusión desbordada por el comienzo del reto colosal, de la hazaña épica de un grupo de valientes encima de una bicicleta, se mantiene intacta. Si acaso, crece cada año un poco más, al modo de la ansiedad con la que los escolares (y todos los demás, en realidad) esperan (esperamos) las vacaciones de verano, temporada que no comienza realmente, diga lo que diga el calendario, hasta que el gran pelotón del Tour empieza a rodar. 

 Utrecht, donde la bicicleta es un modo de vida, una religión con miles de creyentes que pedalean a diario (hay en Holanda 1,2 bicis por habitante). Si el año pasado las primeras etapas de la ronda gala por tierras británicas fueron un inmenso éxito de asistencia, qué decir del calor humano (también ha habido mucho del otro, del climatológico) en Utrecht. Afluencia masiva en cada tramo del circuito urbano por la ciudad holandesa. Mejor comienzo, imposible. 

Rohan Dennis, corredor australiano de 24 años, ha ganado con un tiempo estratosférico (a 55,4 kilómetros por hora) la primera crono del Tour. El joven ciclista aussie del BMC ha tomado la salida un par de horas antes que los grandes favoritos, al igual que Nairo Quintana, y da la impresión de que le ha beneficiado. Contaba Samuel Sánchez que en los kilómetros finales de la crono el viento soplaba de cara para los corredores que salieron al final. Al margen de esta ventaja, nada que objetar al triunfo sensacional de Dennis, al que no han podido batir ni el ídolo local Tom Dumoulin, ni el portentoso alemán Tony Martin ni Espartaco Cancellara, que eran los grandes favoritos. 

Dennis ha regalado algunas de las mejores escenas en toda crono, cuando las cámaras de meta enfocan al ciclista que ostenta el mejor tiempo cuando llegan los corredores que aspiran a arrebatarle el primer puesto. Respiró aliviado Dennis cuando vio que Martin ni rebajaba su tiempo y sonrío satisfecho al no poder Cancellara quitarle el amarillo. Cinco etapas prólogo había ganado Cancellara. Por unos segundos el corredor del Trek se ha quedado sin poder repetir. La etapa del pavé le espera. 

En la lucha por la general, cabe decir que la etapa de hoy ha demostrado, en efecto, la absoluta intrascendencia de la disciplina contrarreloj en este Tour. Así lo ha decidido la organización al plantear una única etapa contra el crono, y además con un recorrido corto y en el primer día de carrera. Un puñado de segundos ha separado a los grandes favoritos. Cuando hemos visto llegar a Quintana cediendo más de un minuto respecto a Dennis pensábamos que el colombiano iba a perder más tiempo del esperado frente a sus rivales, pero ese cambio en la dirección del viento se conjuró en favor de la máxima igualdad entre los más fuertes de la carrera. 

Vincenzo Nibali, ganador del año pasado, ha marcado el mejor tiempo entre los grandes aspirantes a la victoria final, a excepción de Thibaut Pinot, que ha marcado un tiempo un segundo mejor que Nibali, beneficiado al igual que Quintana por salir antes que el resto de candidatos. Él ha sido el mejor de los corredores que aspiran a ganar la ronda gala.

Nibali, ganador de la pasada edición, componente del cuarteto de aspirantes junto a Contador, Froome y el propio Quintana, ha dejado claro que llega fuerte a la ronda gala, donde aspira a conservar el trono. Siete segundos ha sacado el italiano a Froome, doce a Contador, quince a Nibali, dieciocho a Quintana y 46 a Purito Rodríguez. Mañana, etapa llana pero que se puede complicar porque transcurre por el litoral y el viento podría hacer de las suyas. Será el segundo viaje de una gran aventura que no ha hecho más que empezar. 

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