Astana conquista Andorra y Dumoulin resiste

Portentoso recital de Astana en la etapa reina de la Vuelta. El equipo kazajo ha puesto la ronda española a su merced en una memorable jornada de ciclismo por territorio andorrano. La etapa de los seis puertos, de la interminable sucesión de altos de montaña, del inhumano desnivel acumulado. La jornada más esperada y más temida de esta edición de la Vuelta no ha defraudado y ha concluido con una exhibición del Astana aunque, paradójicamente, también con una demostración flagrante de la falta de entendimiento (léase, compañerismo) entre Mikel Landa, ganador de la etapa, y Fabio Aru, nuevo líder de la carrera. El Giro de Italia dejó abiertas heridas en la relación entre ambos geniales escaladores que aún no han cicatrizado, no parece que lo vayan a hacer ya, con Landa rumbo a Sky, donde correrá la próxima temporada a falta de confirmación oficial. 

El corredor vasco del Astana entró en la escapada del día, una fuga numerosa en la que todos los equipos implicados en la lucha por la general filtraron a un corredor. El Movistar de Valverde y Quintana tuvo en cabeza a Erviti; el Katusha de Purito Rodríguez, diseñador de la etapa de hoy, a Alberto Losada y el Sky de Chris Froome, a Ian Boswell. Era un día para jugar a tácticas de equipo, para mandar a hombres por delante. Sólo que Astana hizo la guerra por su cuenta, con Landa actuando como un ciclista liberado de cualquier responsabilidad para con su equipo. Como si ya no defendiera los colores del equipo kazajo. Dicho mal y pronto, como reza el refrán, para lo que le queda en el convento... Es un triunfo de etapa que, al margen de las desavenencias con Aru, ratifica el excepcional año de Landa. El corredor vasco, tercero del Giro y ganador de tres etapas en la corsa rosa, lo tiene todo para ser uno de los grandes dominadores de este deporte en los próximos años. 

La jornada de hoy ha servido también para constatar lo que, por otra parte, la lógica invitaba a pensar desde el principio, que los ciclistas que vienen del Giro (Landa y Aru) están mucho más fuertes que quienes acaban de disputar el Tour. La única combinación de grandes rondas posibles para afrontar con ciertas garantías el reto es Giro-Vuelta. Es algo que se intuía y que este año se está ratificando. Aru era por ese mismo motivo el gran favorito de la carrera y lo sigue siendo ahora que ha dejado a todo sus rivales en la ascensión final al último lustro del día. El joven ciclista italiano ha atacado con fuerza. En un primer momento sólo le han podido seguir Dani Moreno y Joaquim Rodrigez, pero en un segundo demarraje se ha marchado en solitario, bailando encima de la bicicleta, marchando con asombrosa agilidad hacia el liderato. Es el máximo candidato para ganar la Vuelta. 

Queda mucho por delante, pero a día de hoy Tom Dumoulin parece el ciclista con más opciones de plantar cara a Aru. Si el corredor holandés del Giant-Alpecin, consumado contrarrelojista, consigue resistir en la montaña de una forma tan admirable como ha hecho hoy (1:37 con Aru en la etapa montañosa más dura de la historia de la Vuelta) puede aspirar a ganar la carrera. En la crono de Burgos que se disputará el miércoles puede lograr una renta importante con todos sus rivales. Sigue siendo una incógnita cómo resistirá toda la montaña que aún resta en esta edición de la Vuelta un corredor tan joven y nada acostumbrado a luchar por una gran vuelta como Dumoulin. Hoy podría hacer reventado pero, lejos de eso, sigue en la pomada.

Tercero en la general queda el corredor holandés a apenas 30" de Aru. Por delante de él está Joaquim Rodríguez, a 27 segundos del ciclista italiano, nuevo patrón de la carrera. El corredor catalán del Katusha, quien vive en Andorra y ha sido el responsable de diseñar la etapa, lo ha intentado todo para ganar en cada. En el descenso al Collado de la Gallina, antepenúltimo de la etapa, se ha lanzado hacia delante junto a Moreno. Una estrategia hábil de Purito a la que se ha sumado Alejandro Valverde. Gracias. Ese movimiento sorprendieron al esto de rivales, pero sólo de forma momentánea. Primero les dio caza el grupo de Quintana y Aru, y más tarde llegaron Dumoulin y Chaves. Más tarde, en la ascensión final a Cortald d'Encamp, el ciclista catalán ha sido el que más ha resistido el potente arreón de Aru. También para él la crono de Burgos es el gran obstáculo en lo que queda de carrera, etapa que le obligará a moverse. Nada se le puede reprochar de la etapa de hoy, en la que ha hecho todo lo que estaba en su mano para ser protagonista y ser profeta en su tierra. 

Más gris ha sido la etapa de Movistar. El equipo telefónico también ha puesto voluntad, pero a sus dos líderes les han faltado fuerzas. Tanto Alejandro Valverde como Nairo Quintana empiezan a pagar el descomunal esfuerzo que les supuso entrar en el podio del Tour. Han perdido 1:42 y 1:57 con Aru, respectivamente, por lo que se quedan a 1:52 y a 3:07 en la general. Conociendo la actitud aguerrida de los líderes del Movistar no se les puede enterrar, pero hoy han mostrado preocupantes síntomas de debilidad. 

Chris Froome, ganador del Tour de este año por delante de Quintana y Valverde, ha sufrido una caída nada más comenzar la etapa. Su equipo se ha organizado para devolverlo al gran grupo, pero en la parte final de la etapa ha sufrido mucho. Tras ganar el Tour, después de sufrir una caída y con semejante esfuerzo titánico por delante en una jornada montañosa de enorme exigencia, casi cualquiera en el lugar de Froome habría puesto pie a tierra. Su excepcional temporada le permitía sin duda renunciar al esfuerzo de intentar llegar a meta pasando penurias y sabiendo que la general se le escapaba. Pero el corredor británico del Sky ha dado una lección de profesionalidad y ha seguido en carrera. Ha perdido hasta el apellido, pero en días como hoy, tan aciago para él, se ve tanto la grandez de un campeón como en jornadas donde lo tiene todo de cara.  Mikel Nieve, octavo en la general a 1:58 de Aru, pasa a ser el jefes de filas del Sky en lo queda de Vuelta. 

No es sencillo resumir una etapa tan inmensa y dura como la de hoy. Siempre se queda algo en el tintero. Merece una mención aparte Omar Fraile. El corredor del Caja Rural-Seguros RGA ha entrado en la escapada del día para mantener el liderato en la clasificación de la montaña. Y lo ha logrado, aunque ha encontrado en Mikel Landa y en Rubén Plaza (Lampre-Merida) a dos rivales de entidad. Es una gran noticia para la Vuelta que las clasificaciones secundarias se disputen, así que ojalá Plaza y Landa sigan en este duelo con el corredor del Caja Rural, que tanto está convenciendo por su capacidad de sacrificio en esta Vuelta. 

También conviene resañar otros dos puntos. Uno, que Rafal Majka (cuarto a 1:28) y Esteban Chaves (quinto a 1:29) siguen metidos de lleno en la lucha por la general. Y dos, que Oleg Tinkoff, patrón del equipo de Majka, se está planteando, según ha dicho en su verborreica cuenta de Twitter, retirar a su escuadra de la Vuelta ("boicot a Aso", ha escrito) después de que una moto de televisión haya arrollado a Paulinho, como ya pasó hace unos días con una moto de organización y Peter Sagan. Son incidentes que no pueden suceder en una gran vuelta y que la dejan en muy mal lugar, al margen de que Tinkoff pueda estar reaccionando de un modo excesivo, como él es. 

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