Las diez claves de la Vuelta 2015


1. Aru se hace mayor en la Vuelta en muy buena compañía.
A sus 25 años, Fabio Aru, el ciclista italiano que es compañero de equipo de Vincenzo Nibali pero que quiere imitar a su ídolo Alberto Contador, como se encarga de decir en cada ocasión que se le presenta, el corredor sardo ha dado un paso adelante en su fulgurante carrera. Un avance importante. Tras hacer podio dos veces en el Giro y saber lo que es ganar etapas en la corsa rosa y en la Vuelta, Aru sale de esta edición de la ronda española con la victoria en la clasificación general final. Nunca se rindió ante Dumoulin, quien deslumbró a todos. Aru atacó siempre que pudo y a él, Al ciclista italiano a sus compañeros de Astana, en especial Landa, Luisle y Zeits, le debemos el mejor momento de la Vuelta, aquel portentoso asalto a la carrera en la penúltima etapa, con el demarraje del ciclista italiano en la ascensión a La Morcuera. Justo vencedor de la Vuelta 2015, la carrera en la que Aru se doctoró como el gigantesco corredores de grandes rondas que es. 

2. La irrupción de Dumoulin como vueltómano.
Sin duda, la gran sensación de la carrera. Tom Dumoulin  era hasta hace tres semanas un sensacional contrarrelojista, bronce en el Mundial de Ponferrada. El ciclista holandés del Giant-Alpecin estaba llamado a ser el nuevo Martin o el nuevo Cancellera en la disciplina. Y probablemente a eso aspiraba. Ese es el objetivo que él también tenía planteado. Al principio de la Vuelta, a pesar de su enorme fortaleza, que le llevó a ganar la novena etapa, nadie, ni siquiera él, creía en sus opciones reales de ganar la Vuelta. Y, sin embargo, Dumoulin mantuvo con tanta fuerza como inteligencia, con arrolladora madurez pese a sus 25 años y su falta de experiencia en estas lides, sus opciones intactas. Resistió todas las embestidas de sus rivales y sólo al final, en la penúltima etapa, sin equipo, dobló las rodillas frente a Aru. Al final no acabó ni en el podio de la ronda española pero, como el propio Dumoulin ha declarado, esta Vuelta le ha cambiado la vida.  Debe ser el principio de una carrera como vueltómano que, antes de la ronda española, nadie imaginaba para él. 

3. Purito siempre cumple.
Dos etapas en el Tour de Francia ganó Joaquim Rodríguez. Aunque no pudo entrar en la lucha por la general, dado el tiempo perdido, el corredor catalán del Katusha cambió sus objetivos y se lució por dos veces en la Grande Boucle. Lejos de conformarse, volvió a la Vuelta. Y aquí también lo ha dado todo. Rodeado de jóvenes que llaman a la puerta, Purito, a sus 36 años, ha tirado de madurez y de profesionalidad. La crono, otra vez, se volvió a poner en su camino, y el tiempo perdido le impidió retener el rojo y conservar opciones en la lucha por la general, pero se va de la Vuelta con un triunfo de etapa y el segundo puesto en la general. Sensacional regularidad la del corredor del Katusha. 

4. Majka, el podio de la perseverancia
Rafal Majka causó sensación el año pasado cuando, tras la retirada de Contador en el Tour, asumió los galones del Tinkoff-Saxo y ganó dos etapas más la clasificación de la montaña. Después acudió al Tour de Polonia, donde sencillamente arrasó (dos etapas más la general). Así que este año ya a nadie le sorprendió el triunfo parcial en la Grande Boucle de este año del joven corredor polaco (26 años), quien ha dado un importante paso adelante con su tercer puesto en la general. No que es haya dado demasiado espectáculo, ha atacado lo justo, pero su puesto de honor en el podio tiene el valor de la constancia, de la persistencia. Le ha valido con estar con los mejores en cada etapa de montaña y con no hundirse en la crono. Pero es que eso no es nada sencillo y tiene su mérito, por mucho que su estilo haya sido poco espectacular, que lo ha sido.



5. Insaciable Valverde
Alejandro el Magno sigue con sus conquistas. Insaciable. Después de conseguir, al fin, entrar en el podio del Tour de Francia, el gran reto de su carrera, el empeño de siempre, la misión que se le resistía una y otra vez, Valverde no renunció a su cita anual con la Vuelta. Al fin y al cabo, él es el único corredor del pelotón internacional que corre (y gana) desde febrero hasta Lombardía casi sin descanso. En la Vuelta no ha podido entrar en la lucha por el maillot rojo, ya que venir del Tour agota y te deja en desventaja respecto a quienes no han corrido la ronda gala, pero sí ha ganado una etapa y la general por puntos, arrebatada en Madrid en el último suspiro a Joaquim Rodríguez en un movimiento que, pese al enfado de Purito, es legítimo y deportivo, y que esperemos que no enturbie su relación de cara al Mundial. 

6. Desfile de jóvenes promesas
Todos los años la Vuelta sirve como escaparate de presentación de jóvenes ciclistas con un futuro muy prometedor por delante. Y este año, más que nunca. La lista es interminable, y sin duda este ha sido uno de los mayores alicientes de la presente edición de la ronda española. En la quinta etapa, Caleb Ewan, velocista australiano del Orica-GreenEdge de 21 años, consiguió la victoria más importante de su corta carrera como profesional. También ganó una etapa que fue su carta de presentación Kristian Sbaragli (MTN-Qhubeka), de 25 años. Danny Van Poppel, del Trek, con 22 años, ganó al sprint una etapa, 26 años tiene Nelson Oliveira (Lampre-Merida), que dio una lección sobre cómo resolver la lucha por la etapa en un grupo de escapados en Tarazona.  A esta generación pertenece también Mikel Landa, brillante ganador de etapa en esta Vuelta en Andorra. Luis Meintjes, décimo en la general, es otro de los jóvenes que ha brillado en esta carrera. 

7. Una Vuelta de menos a más
La carrera se presentaba como la batalla entre los cuatro primeros del Tour (Froome, Quintana, Valverde y Nibali), más Aru y Landa, pero en la tercera etapa los jueves expulsaron, con razón, a Nibali, y más tarde, en la etapa de Andorra, Chris Froome se retiró. La ronda española ha ido de menos a más y se ha ido transformando. No negaremos que, durante buena parte de la carrera, las etapas decepcionaron, con ataques tardíos, pero esa falta de movimientos se suplió con la extrema igualdad de la general. No ha sido esta la mejor Vuelta que se recuerda, ni mucho menos, pero sí ha sido entretenida y, además, ha tenido un desenlace colosal. 

8. Reflexiones sobre el recorrido.
Probablemente es algo de lo que se deberá hablar más adelante, pero no está de más hacer una pequeña reflexión sobre el recorrido. Ya saben, el debate eterno sobre los finales en alto, las rampas infrahumanas, frente a las jornadas que no acaban en un puerto y sin embargo dan más espectáculo. Defiende la organización de la Vuelta, y no le falta razón, que su personalidad, desarrollada en los últimos años, incluye esos finales en alto que enganchan a los espectadores. Pero hay una parte de los aficionados que cree que Unipublic se empecina con ese modelo, cuando a veces las etapas que no acaban en alto dan más espectáculo. Y no se puede negar que, en efecto, la etapa más divertida ha sido la terminada en Riaza, con el Puerto de Quesera cerca de meta, y la más espectacular, la penúltima en la sierra de Madrid. Ambas, sin final en alto. Quizá lo mejor es encontrar un equilibrio mayor, una variedad en el recorrido como, por cierto, se ha apreciado en esta carrera. 


9. Chaves, la sonrisa de la Vuelta.
Dos victorias de etapa, varios días como líder y una sonrisa contagiosa son razones de sobra para cautivar a los aficionados del ciclismo. Lo ha logrado Esteban Chaves, el escalador colombiano del Orica-GreenEdge desde le primer momento. Fue el gran nombre de la VUelta en su primera semana, con dos triunfos de etapa, y aunque ha ido a menos, terminó la ronda quinto en la general. Una sensación más que añadir a los jóvenes del punto 6. 

10. Los otros protagonistas de la carrera
No es una sensación, aunque siga siendo joven, por lo que Peter Sagan no encaja ya en el grupo de jóvenes prometedores. Él rompió en Málaga su mala racha sin victorias en el Tour, aunque después se retiró de la ronda tras haber sido arrollado por una moto de la organización. Su compatriota Peter Velits, que fue el primer líder de la carrera gracias a la victoria del BMC en la crono por equipos inicial (cuyo tiempo no se contó para la general por la peligrosidad del recorrido), es otro de los protagonistas de la Vuelta. Los ganadores de etapa De Marchi y Nicolas Roche, este último por delante de un hiperactivo Haimar Zubeldia; el joven Carlos Verona y el ganador de la clasificación de la montaña Omar Fraile (Caja Rural-Seguros RGA) también merecen ser recordados en este balance de la Vuelta. 

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