Van Avermaet gana la mejor carrera del año

Quienes pensamos que la París-Roubaix es la mejor carrera del calendario ciclista, la más apasionante y exigente, la más deslumbrante y espectacular, nos reafirmamos en nuestra posición cada segundo domingo de abril. El Infierno del Norte volvió a ser ayer el paraíso de los amantes del ciclismo. No hay prueba comparable al tercer monumento del año, con sus tramos de adoquín, con la afición jaleando a los titanes de la bicicleta en cada metro, con pinchazos, caídas, ataques, desfallecimientos, con las estrellas catalogando cada tramo adoquinado, con el velódromo de Roubaix esperando al ganador, al merecedor de llevarse a su casa un adoquín, premio irónico, macabro, que le recuerda lo mucho que ha sufrido y, también, que ha dominado a esos pedruscos y se ha impuesto en la centenaria prueba.


Es un espectáculo sin par. No llovió, así que la cara y el cuerpo de los ciclistas no llegaron a meta llenas de barro, sino tiznadas de polvo. Los corredores que participaron en la París-Roubaix subieron ayer, casi diría que sin excepción, fotos de sus rostros. Todos ellos mostraban extenuación, agotamiento, un cansancio extremo. También polvo, mucho polvo. Y, en la inmensa mayoría de los casos, una sonrisa de oreja a oreja. Felicidad máxima. Habían penado más de 250 kilómetros encima de la bicicleta. Habían botado y traqueteado por los tramos de pavé. Estaban reventados, pero felices. Porque el Infierno del Norte es una prueba diferente, porque habían completado el más espectacular monumento del calendario ciclista, porque habían entrado a formar parte de la historia de esta carrera. 

Del peso de la historia de la París-Roubaix, de su grandeza y trascendencia, sabe mucho Tom Boonen, quien ha escrito páginas gloriosas de esa historia. El corredor belga del Quick-Step Floors decidió colgar la bicicleta este año tras disputar su última edición de la carrera que había ganado cuatro veces. Lo habitual cuando los corredores se retiran es hacerlo al final de la temporada, pero para ciclistas como él, la temporada prácticamente empieza y acaba en primavera. Era el hombre más vigilado en la salida, el más admirado y reverenciado. Todos sabían que era prácticamente imposible, pero en parte todos querían que Boonen ganara la prueba, que se destacara como el único ciclista del mundo que consigue su quinta París-Roubaix. No fue posible, pero lo intentó hasta el final y pudo ser protagonista de su último Infierno del Norte. 

La retransmisión íntegra de la carrera nos permitió a los aficionados seguir la batalla sin cuartel por la formación de la fuga, un espectáculo que no solemos poder presenciar. Fueron muchos kilómetros de ataques constantes que no terminaban de cuajar, mucho castigo en esa parte inicial de la prueba sin tramos de pavé, pero con una batalla permanente por abandonar el pelotón y entrar en las primeras zonas con piedras de la prueba en cabeza. Quienes finalmente lograron formar una fuga, a la que el pelotón nunca dio más de un minuto de ventaja, fueron Jelle Wallays (Lotto Soudal) Mickael Delage (FDJ) y Yannick Martinez (Delko Marseille). 

Este último sufrió y se quedó descolgado en cuanto llegó el primer tramo adoquinado. Por detrás, arrancadas y caídas. Se fue al suelo y perdió contacto con el grupo Greg Van Avermaet. El corredor belga del BMC tuvo que desgastarse para llegar al grupo en el que Peter Sagan, Boonen y compañía aceleraban la marcha. También el ciclista eslovaco del Bora sufrió varios incidentes que le dejaron fuera de juego. No ha sido la primavera soñada para el campeón del mundo, con demasiadas caídas y demasiada mala suerte como para conquistar los monumentos que perseguía. 

Antes habían ido al suelo, entre otros, Naesen o Stannard. Casi ningún favorito se quedó sin su cota de infortunio, que forma parte también de la dureza de la París-Roubaix. Jasper Stuyven (Trek) y Daniel Oss (BMC) formaron un dúo delantero en la parte final de la prueba. Este último, melena al viento, hizo un trabajo impagable para su líder, Greg Van Avermaet, cuando se formó un grupo reducido por delante, que batallaba por abrir hueco con Boonen y Sagan. El corredor belga del Quick-Step lo intentó a última hora, pero se había quedado sin opciones reales. 

Por delante quedaron tres ciclistas, el citado Van Avermaet, Zdenek Stybar (Quick-Step Floors) y Sebastian Langeveld (Cannondale-Drapac). De los tres, con diferencia, el más fuerte era el primero, vigente campeón olímpico y ganador este año de la Omloop Hey Nieuwsblad, la E3 Harelbeke, y la Gante-Wevelgem. Sus compañeros de fuga lo sabían. Por eso Stybar racaneó, sin dar apenas un relevo, y por eso atacó en la parte final, intentando evitar un mano a mano con Van Avermaet en el velódromo de Roubaix. La vigilancia entre los tres fugados propició que llegaran a su altura en el mismo velódromo Jasper Stuyven y Gianni Moscon (Sky). Pero Van Avermaet hizo valer su superioridad y conquistó su primer monumento, nada menos que la París-Roubaix, el Infierno del Norte, otra vez, la mejor carrera del año.  

Clasificación
1    Greg VAN AVERMAET    BEL    BMC    32    5:41:07
2    Zdenek ŠTYBAR    CZE    QST    32    +0
3    Sebastian LANGEVELD    NED    CDT    32    +0
4    Jasper STUYVEN    BEL    TFS    25    +0
5    Gianni MOSCON    ITA    SKY    23    +0
6    Arnaud DEMARE    FRA    FDJ    26    +12
7    André GREIPEL    GER    LTS    35    +12
8    Edward THEUNS    BEL    TFS    26    +12
9    Adrien PETIT    FRA    DEN    27    +12
10    John DEGENKOLB    GER    TFS    28    +12
11    Mathew HAYMAN    AUS    ORS    39    +12
12    Florian SENECHAL    FRA    COF    24    +12
13    Tom BOONEN    BEL    QST    37    +12
14    Yoann OFFREDO    FRA    WGG    31    +12
15    Laurens DE VREESE    BEL    AST    29    +12
16    Marcus BURGHARDT    GER    BOH    34    +12
17    Piet ALLEGAERT    BEL    SVB    22    +12
18    Nikolas MAES    BEL    LTS    31    +12
19    Sylvain CHAVANEL    FRA    DEN    38    +12
20    Dylan VAN BAARLE    NED    CDT    25    +12

Gorka Izagirre triunfa en Amorebieta
Antes de que se resolviera la París-Roubaix, por la mañana, cuando los corredores del Infierno del Norte luchaban por formar la escapada del día, se disputaba en Amorebieta la tradicional Klasika de Primavera, que llega a su 63º edición. Los fugados aquí fueron Fernando Orjuela (Manzana Postobón), Daniel López (Burgos BH), Ángel Rebollido (W52-FC Porto), José Carlos Núñez (Dare Viator Partizan) y Julio Alberto Amores (Inteja Dominican CT), pero el Movistar se mostró poderoso y acabó ganando en solitario con enorme autoridad Gorka Izagirre. Es la primera victoria del corredor vasco en tres años, desde que ganó la Clásica de Ordizia en 2014. 

Clasificación
1    Gorka IZAGIRRE INSAUSTI    ESP    MOV    30    4:01:43
2    WILMAR ANDRES PAREDES ZAPATA    COL    MZN    21    +6
3    Rui VINHAS    POR    W52    31    +6
4    Salvador GUARDIOLA    ESP    UKO    29    +6
5    Oscar PUJOL    ESP    UKO    34    +6
6    Nicholas SCHULTZ    AUS    CJR    23    +6
7    Ibai SALAS ZORROZUA    ESP    BBH    26    +6
8    Garikoitz BRAVO OIARBIDE    ESP    EUS    28    +6
9    Eduard PRADES REVERTER    ESP    CJR    30    +21
10    Jesus HERRADA LOPEZ    ESP    MOV    27    +21
11    SERGIO ANDRES HIGUITA GARCIA    COL    MZN    20    +21
12    Egoitz GARCIA ECHEGUIBEL    ESP    EBL    31    +21
13    Jose ROJAS    ESP    MOV    32    +21
14    António CARVALHO    POR    W52    28    +21
15    JUAN PABLO VILLEGAS CARDONA    COL    MZN    30    +21
16    David BELDA    ESP    BBH    34    +21
17    Rinaldo NOCENTINI    ITA    STA    40    +21
18    BERNARDO ALBEIRO SUAZA ARANGO    COL    MZN    25    +21
19    Mikel ITURRIA SEGUROLA    ESP    EUS    25    +21
20    Diego RUBIO HERNANDEZ    ESP    CJR    26    +21

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