Xorret de Catí, allí donde el Chava Jiménez firmó una de sus muchas exhibiciones en la Vuelta, acogió ayer una nueva etapa apasionante en la que quedó claro que Chris Froome es el capo absoluto de la ronda española. El corredor británico del Sky no tiene rival. O eso podríamos decir si no fuera porque Alberto Contador está mostrando un estado de forma excepcional, el mejor del corredor del Trek en los últimos años. Hacía mucho que no resistía mano a mano un duelo con el todopoderoso ciclista del Sky. Lástima de aquel día de Andorra, aquella pájara que le hizo perder demasiado tiempo. Eso sí, aquel golpe sólo podía tener un efecto posible en Contador, el de relanzar al corredor de Pinto y animarle a luchar hasta el final en su última Vuelta.
Froome no tiene rival, o casi. Contador muy lejos y, a pesar de su magnífico comportamiento, parece que lo máximo a lo que puede aspirar es a entrar en el podio de la carrera. Desde luego, es el segundo corredor más fuerte de la prueba. Él ha vuelto a atacar, otra vez, y ha roto la carrera de nuevo. En esta ocasión, haciendo más daño al resto de favoritos, aunque sólo se mida en un puñado de segundos. A su rueda se fue Froome, encantado con su maillot rojo y convencido de que el dominio que exhibe sobre sus adversarios es mucho mayor que su ventaja en la general. Sencillamente parece imposible que alguien pueda superar al ciclista británico nacido en Kenia. Y el único que sí parece capaz de hacerle pasar apuros, Contador, está demasiado lejos. Esto es garantía de espectáculo hasta el último metro y lo único que permitirá que la carrera siga teniendo emoción en la lucha por la general, ya que el resto de aspirantes cede tiempo en cada contacto con la montaña.
Froome aventaja en la general en apenas 28 segundos a Johan Esteban Chaves, 41 a Nicolas Roche, 53 a Vincenzo Nibali, 58 a Tejay Van Garderen, 1:06 a Fabio Aru, 1:08 a David De la Cruz y 1:18 a Adam Yates. Contador está todavía a tres minutos. Se da la paradoja de que los inmediatos perseguidores de Froome están más lejos del líder de lo que indica la clasificación, mientras que quien parece más cerca en estado de forma se encuentra en realidad lejos. Una Vuelta que parece mucho más clara de lo que indica la general. Una carrera preciosa con un patrón claro y con Contador como nunca. Mañana, más fiesta de montaña.
El triunfo de la etapa, como ya viene siendo habitual, se ha jugado entre los miembros de la fuga. Y ha ganado un ciclista del Quick-Step, que es también ya casi una tradición. Julian Alaphilippe, el Valverde francés, se ha impuesto con claridad por delante de Jan Polac y Rafael Majka.
Los otros fugados fueron Jesús Hernández (Trek-Segafredo), Loic Vliegen (BMC), Nelson Oliveira (Movistar Team), Emanuel Buchmann, Christoph Pfingsten (Bora-Hansgrohe), Clément Chevrier (Ag2r La Mondiale), Brendan Canty (Cannondale-Drapac), Alberto Losada (Katusha-Alpecin), Daan Olivier (LottoNL-Jumbo), Przemyslaw Niemiec (UAE Team Emirates), Sergei Chernetski, Laurens De Vreese (Astana), Bart De Clercq, Maxime Monfort (Lotto-Soudal), Domen Novak (Bahrain-Merida), Serge Pauwels (Dimension Data), Guillaume Bonnafond (Cofidis) y Michel Kreder (Aqua Blue Sport).
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