Valverde también se exhibe de arcoíris

Primoz Roglic, segundo clasificado en la etapa de ayer en el Tour de los Emiratos Árabes con final en el alto de Jebel Hafeet y líder de la carrera tiene 29 años. David Gaudu, tercero de la etapa, 22; y Emanuel Buchmann, cuarto, 26. Contra esos tres ciclistas se enfrentó, y a los tres ganó con una de sus clásicas exhibiciones, Alejandro Valverde, de 38 años. Un recital más. Un día más en la oficina del murciano. Una victoria, eso sí, especial, porque es la primera que el ciclista del Movistar consigue vestido con el maillot arcoíris de campeón del mundo. 


Que Valverde llegaba a los Emiratos con ansia de victoria estaba claro. Que aprovecharía la primera ocasión que se le presentara para ganar de arcoíris, también. Todos tenían claro que el campeón del mundo lo probaría, pero nadie pudo pararlo. Nada pudieron hacer ante el ímpetu del murciano el resto de rivales, esos que podrían ser casi sus hijos, en algún caso. El Bala venció, porque ganar es su habitat, porque es lo que mejor sabe hacer, porque le sale solo, natural. Declaró Valverde antes de empezar la carrera que no sentía presión alguna por ganar y que no creía en la maldición del arcoíris, pero que sí había ya ganar de vencer con la túnica sagrada que le acredita como el campeón del mundo. Es decir, que estaba deseando vencer, que los segundos puestos cosechados en carreras previas le sabían a poco, que ya se le estaba haciendo tarde para estrenar su palmarés en 2019. 

La talla de las victorias se mide por la calidad de los rivales y ayer Valverde se enfrentó a corredores que han empezado la temporada en muy buen estado de forma. En especial, a un inmenso Primoz Roglic, llamado a muy altas cotas, tanto como él se proponga. El exsaltador de esquí, a quien conocimos como brillante contrarrelojista, al principio, cada día es un ciclista más completo. Ya demostró la pasada temporada que puede rendir como el mejor en la alta montaña y es exactamente lo que hizo ayer, apoyado por su compañero en el Jumbo Visma Laurent De Plus, quien hizo un trabajo inmenso para el líder de la carrera. 

El ritmo exigente de De Plus impedía cualquier ataque y provocaba que se descolgaran, cayendo como fruta madura, los corredores que iban más justos de fuerzas. Entre ellos, varios de los grandes nombres de la carrera, como Vincenzo Nibali, Richie Porte o el portento Remco Evenepoel, ciclista de 19 años a quien siguen las cámaras como la estrella y la sensación que es. El corredor belga del Deceuninck Quick Step no pudo seguir el ritmo duro de la ascensión y se descolgó a falta de algo más de 4 kilómetros para el final. 

Cuando De Plus se apartó llegó el esperado ataque de Roglic, para quien había estado trabajando aquel. A la rueda de Roglic saltaron en un primer momento Dan Martin, representando al equipo local en la prueba emiratí, y David Gaudu, el ágil escalador del Groupama FDJ. Después llegó a su altura también Emanuel Buchmann, reciente ganador del Trofeo Andratx en la Challenge de Mallorca. Por detrás, en un segundo grupo, venían los otros favoritos de la prueba, como Michal Kwiatkowski o Alejandro Valverde. El murciano dio una lección de sangre fría y de buenas piernas. Cabeza, porque supo esperar al momento justo para saltar, y fuerza, porque llegó a la altura del grupo delantero con inusitada facilidad. Llegar de la mano de Valverde a una etapa que se resolverá en un sprint reducido es garantía de caer derrotado. Pese a todo, Roglic intentó darle la batalla. Misión imposible. Valverde tenía ganas de ganar vestido de arcoíris. Y lo hizo. Triunfo que le sitúa segundo en la general a 14 segundos de Roglic. Un día más en la oficina. Valverde, 38 años, ganando ante veinteañeros. Como el año pasado y el anterior. 

Comentarios