Ackermann gana la primera volata del Giro 2019

Los sprint no suelen tener muy buena prensa entre los aficionados al ciclismo, porque les suelen anteceder etapas llanas, con poca historia y con guiones no escritos que suelen cumplirse a rajatabla. Sin embargo, este deporte regala pocos espectáculos tan intensos como el de una buena volata. Ayer comenzó el duelo entre los hombres rápidos del Giro, con el final en Fucecchio, cuyo desenlace cumplió con lo esperado y fue al sprint. Pascal Ackermann se impuso en meta, haciendo bueno el trabajo previo de sus compañeros del Bora


Como es habitual en este tipo de etapas, un grupo de corredores formó una escapada, que buscaba más dejarse ver y luchar por la clasificación de la montaña que por ganar la etapa. El pelotón dejó hacer al grupo cabecero, pero siempre manteniéndolo a una distancia prudencial, dejando claro en todo momento que su aventura duraría tanto como quisiera el gran grupo, ni un minuto más. Los componentes iniciales de la fuga fueron François Bidard, Marco Frapporti, Mirco Maestri, Lucasz Owsian, Damiano Cima, Giulio Ciccone y William Clarke. De ellos, el que más partido sacó de la escapada fue Ciccone, que reforzó su liderazgo en la clasificación de la montaña y hoy volverá a vestir de azul. 

Ciccone se reservó cuanto pudo en el tramo inicial de la contrarreloj del primer día, en Bolonia, para hacer a tope la ascensión final al Santuario de Madonna di San Luca. Gracias a esa estrategia, el sábado logró vestir la maglia azzurra de líder de la montaña, porque fue el ciclista que menos tiempo invirtió en ascender los dos kilómetros de esa subida en la contrarreloj. Ayer, al entrar en la fuga y cruzar primero en los puertos puntuables, asentó esa posición, que permitirá al ciclista del Trek seguir siendo protagonista en los primeros días del Giro, dando presencia a su equipo en el podio y llevando tan lejos como pueda su lucha por esta prestigiosa maglia. 

El grupo delantero fue perdiendo unidades, mientras que el pelotón jugaba con los escapados, soltando la cuerda cuando se acercaban demasiado y volviendo a apretar cuando les convenía. Alguna que otra caída, como una en la que se vieron afectados los ciclistas del Movistar Jasha Sütterling y Héctor Carretero, denotó los nervios clásicos de la primera semana de las grandes vueltas, la tensión por tener una buena posición. También se cortó un par de veces el grupo, sin que ningún gran favorito perdiera tiempo, aunque Miguel Ángel López jugó con fuego, ya que le vimos muy atrás en el pelotón. 

El Bora de Ackermann tomó el control del grupo, preparando la volata para el sprinter alemán, que este año había ganado la Clásica de Almería, la Bredene Koksijde Classic y el Gran Premio de Fráncfort. Más tapados estuvieron otros equipos, como el Deceuninck-Quick Step de Elia Viviani. Al final, Ackerman se impuso con poderío frente al propio Viviani y a Caleb Ewan, quien lanzó primero el sprint. 

Hoy se disputa la tercera etapa, en la que los velocistas tendrán una nueva oportunidad de luchar por la victoria de etapa. La carrera partirá de Vinci, en homenaje al quinto centenario de la muerte de Leonardo da Vinci. 

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