Faltaban poco más de seis kilómetros para el final, en cuesta, y la tensión se mascaba en el pelotón. Desde hacía un buen rato, todos los equipos querían situar a sus líderes en cabeza. Por lo que pudiera pasar. Nervios. Peligro. Caída. Llegó una montonera con consecuencias mucho más serias que la que se había registrado en el gran grupo hacía un tiempo. Varios afectados, entre ellos, Tom Dumoulin, ganador del Giro hace dos años, serio aspirante a todo en la corsa rosa. El corredor neerlandés tenía un gran dolor en la rodilla. Las pruebas practicadas después de la etapa descartan fracturas, pero el dolor intenso sigue ahí. Perdió más de cuatro minutos en meta, a la que llegó rodeado de cinco compañeros del equipo Sunweb, en una de esas imágenes que demuestran lo especial que es este deporte. Se despide así de sus opciones en la carrera transalpina. Está por ver si decide seguir en carrera o prefiere marcharse para recuperarse y poder llegar al Tour al 100%.
Mala noticia para el propio Dumoulin, claro, y para el espectáculo en el Giro. Las grandes vueltas son, antes que cualquier otra cosa, una prueba de supervivencia. En las primeras etapas del Giro nunca se gana la carrera, pero sí se puede perder, y esa triste verdad se reafirma año a año en la primera semana de las grandes vueltas. Le tocó esta vez a Dumoulin, a quien le venía especialmente bien el recorrido de este año, con más cronos que de costumbre. Peor le fue aún a Dani Navarro, con lesiones más serias, ya que se rompió la clavícula derecha y tres costillas, que han perforado el pulmón y han provocado un neumotórax. El ciclista está estable, pero, naturalmente, se despide del Giro.
La vida sigue. Tras la montonera, el gran grupo quedó muy diezmado. Richard Carapaz vio su oportunidad y no lo dudó. Fue el primero en lanzar el sprint. Atacó y tomó unos metros de ventaja que fueron decisivos para ganar la etapa y repetir así victoria parcial, logro que ya consiguió el año pasado. El corredor ecuatoriano del Movistar venció por delante de Caleb Ewan, que fue quien saltó a por él y más cerca estuvo de alcanzarlo. Carapaz confirma así su excepcional estado de forma, demostrado ya en la Vuelta a Asturias, que ganó con claridad.
Ahora Carapaz es decimosexto en la general a 1:21 de Primoz Roglic, mientras que su compañero de equipo y, en teoría, jefe de filas del Movistar, Mikel Landa, es vigésimo segundo a 1:49. De momento, Landa sigue siendo el líder del conjunto telefónico, pero ayer se dejó 43 segundos con Carapaz y cedió tiempo frente a la mayoría de los favoritos. Será la carretera y las fuerzas de cada uno las que decidan la jerarquía en Movistar.
De los hombres fuertes de la general, el más atento, además de Carapaz, fue Roglic, sexto en la etapa, que apenas cedió dos segundos con el ciclista ecuatoriano. Eso sí, el líder de la corsa rosa intentó saltar a por Carapaz para disputarle la victoria de etapa y no fue capaz. Demasiado explosivo, incluso para él. Miguel Ángel López se dejó 18 segundos con Carapaz, igual que Davide Formolo, Simon Yates y Vincenzo Nibali, mientras que Pello Bilbao perdió 34 segundos.
Tras la accidentada jornada de ayer, Roglic es un poco más líder, con 35 segundos de ventaja sobre Yates, 39 segundos sobre Nibali y 44 segundos sobre Superman López.
Hoy, quinta etapa, con previsible final al sprint.
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