Roglic se exhibe y obliga a sus rivales a atacar

Primoz Roglic destrozó ayer el Giro de Italia en San Marino. Se esperaba que el ciclista esloveno sacara tiempo a todos sus rivales y entraba dentro de lo previsible que consiguiera la victoria en la etapa, pero su exhibición fue descomunal, absolutamente estratosférica. El Giro, que aún no ha tenido contacto con la alta montaña, no está sentenciado, por supuesto. Pero hoy por hoy la fortaleza de Roglic asusta y la renta sobre el resto de aspirantes que ha conseguido el corredor del Jumbo-Visma es sensacional. El exsaltador de esquí ha sacado petróleo de las dos primeras cronos de la corsa rosa, que hoy vive su primer día de descanso, y se guarda aún el as en la manga de la crono final en Verona, así que sus rivales están obligados a atacar para intentar poner en aprietos a su equipo, el talón de Aquiles de Roglic. 


Los 34,8 kilómetros de recorrido de la contrarreloj de ayer resultaron mucho más decisivos de lo que se esperaba en un primer momento. Por el rendimiento de otro planeta de Roglic, sí, pero también por el hundimiento estrepitoso de varios candidatos a la maglia rosa, que ahora la ven muy lejos y a los que no les queda más remedio que jugar fuerte para empezar a recortar distancias lo antes posible. Roglic le sacó un minuto a Bauke Mollema, que ayer hizo una crono excepcional; y 1:05 a Vincenzo Nibali, que se perfila como el rival más serio del esloveno, el que más resistió ayer y el que más batalla le puede plantear en adelante. 

Y, a partir de ahí, distancias mucho más abultadas. Pello Bilbao (de los mejores ayer) cedió 1:43; Richard Carapaz, 1:55; Ilnur Zakarin, 1:56; Rafal Majka, 2:04; Mikel Landa, 3:03; Simon Yates, 3:11; y Miguel Ángel López, 3:45. Sobran los comentarios. Sencillamente impresionante. Roglic asusta y todos sus rivales están, a día de hoy, claramente por debajo de él. Pero este el Giro, quedan dos semanas de carrera y toda la montaña. Nada está decidido. 

Las mayores hecatombes fueron las de Mikel Landa, que definitivamente no está tan en forma como cabría esperar tras verle en la Vuelta a Asturias; Simon Yates, que se hundió en la ascensión final y ve alejarse la maglia rosa que tantos días vistió el año pasado; y Superman López, que ayer no hizo honor a este apelativo. Tanto Landa como López se enfrentan ahora  a un dilema legítimo dentro de sus respectivas escuadras. ¿Sigue siendo Landa el líder del Movistar, a pesar de haber rendido claramente por debajo de Carapaz en lo que va de carrera? El corredor ecuatoriano está a 3:16 de Roglic, mientras que Landa se encuentra ya a 4:52. Algo similar, pero con diferencias mucho más amplias entre las dos bazas del equipo, pasa en Astana con Pello Bilbao, décimo en la general a 1:42 de Roglic, y Superman López, a 4:29 del líder. ¿Sigue siendo el colombiano el líder del conjunto kazajo? 

La carrera juzgará. De momento, Valerio Conti mantiene la maglia rosa, para alegría del ciclista italiano del UAE y también de Roglic, que intentará evitar a su equipo todos los esfuerzos que pueda, porque las grandes batallas ya le exigirán suficiente. Seguir sin la responsabilidad del liderato, aunque Roglic es el capo indudable de este Giro, es positivo para el Jumbo-Visma, que no tiene ninguna prisa por recuperar la túnica sagrada de líder. Conti aventaja a Roglic en 1:50. Algunos miembros de la escapada consentida que aupó a Roglic a la maglia rosa siguen en puestos de honor de la general, como José Joaquín Rojas, cuarto en la general a 2:33. 

Roglic saca ahora 1:42 a Pello Bilbao, 1:44 a Nibali, 1:55 a Mollema, 2:53 a Rafal Majka, 3:16 a Carapaz, 3:46 a Simon Yates y más de cuatro minutos al resto de candidatos a ganar el Giro. Tras las etapas llanas de mañana y pasado, la primera cita con la montaña del Giro llegará el jueves, con una etapa que termina en Pinerolo tras ascender el Alto de Montoso, con un desnivel medio del 9,4% en sus 8,9 kilómetros de ascensión. La cima está a algo más de 30 kilómetros de meta. Y después, nuevas jornadas montañosas el viernes, el sábado y el domingo. Primera ocasión para medir hasta qué punto Roglic ha anestesiado a sus rivales con sus exhibiciones en las dos cronos y cómo de decisiva es la ventaja que mantiene sobre todos ellos. Queda mucho Giro, pero la carrera tiene un líder imponente al que será complicado derrocar. 

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