De Gent engrandece el ciclismo


Cuando comienza una carrera, todo son incertidumbres y dudas. ¿Quién mandará en la prueba? ¿Se cumplirán los pronósticos o se romperán en mil pedazos? ¿Qué ciclista protagonizará la sorpresa de la prueba? ¿En qué etapa se decidirá la carrera? Hay muchas dudas cuando empieza una prueba como el Tour de Francia, sí, pero también hay alguna que otra certeza, como que el lider vestirá de amarillo, que el ganador será el que culmine en menos tiempo el recorrido... y que Thomas de Gent será protagonista. Siempre en fuga, incansable, genial, batallador, indómito. El ciclista belga del Lotto-Soudal es garantía de espectáculo. Jamás decepciona. Tiene buen olfato eligiendo escapadas y la buena costumbre de retar al gran pelotón. Le gusta rodar solo, en cabeza. Es uno de esos ciclistas que jamás ganará un Tour, pero que no lo necesita para ser uno de los más carismáticos del pelotón. Es uno de esos pocos corredores que engrandecen el ciclismo cada vez que se sube a una bicicleta. Un titán que eleva las escapadas a la categoría de arte y que no se limita a buscar la gloria y el protagonismo efímero, sino que muchas veces alcanza el éxito con exhibiciones inmensas tras muchos kilómetros en fuga. 

De Gent se metió en la escapada de la octava etapa del Tour, como tantas otras veces. Llevaba buenos compañeros de aventura. Buenos para hacer camino, pero también serios adversarios. Alessandro De Marchi (CCC), Niki Terpstra (Total Direct Energie) y Beb King (Dimension Data) fueron sus compañeros de escapada. No llegaron a tener más de cuatro minutos de ventaja y durante algún momento de la etapa, sobre todo cuando el Astana se puso a tirar con fuerza del gran grupo, parecía que su intentona iba a fracasar. Pero ahí estaba De Gent para destrozar los esquemas, como tanto le gusta hacer. 

El ciclista belga se marchó hacia adelante con De Marchi y a unos 15 kilómetros del final dejó al ciclista italiano y siguió adelante como acostumbra, en solitario, camino de la victoria. El gran grupo, cada vez menos grande, le iba comiendo terreno, pero él se mantuvo siempre decidido, con la sensación de guardar algún gramo de fuerza para su último esfuerzo. Cuando quedaban 10 kilómetros para el final atacó Julian Alaphilippe, siempre valiente, otro de ños que engrandece el ciclismo con cada pedalada, en busca del maillot amarillo. Cogió bonificaciones en la cima del puerto e impuso un ritmo endiablado, de la mano de Thibaut Pinot, que se confirma como uno de los aspirantes al amarillo más enchufado a la carrera. 

La dupla francesa abría camino, mientras que De Gent conservaba la distancia suficiente para ganar la etapa y culminar una gesta más. Probablemente, su mejor victoria, un triunfo de un mérito inmenso, una lección de ciclismo ofensivo, un monumento a la escapada. El hombre que vive escapado, el ciclista permanentemente fugado, logró una de esas victorias inolvidables de verdad. Alaphilippe y Pinot llegaron a apenas seis segundos de De Gent y le sacaron 20 segundos al grupo de los favoritos, en el que, por cierto, ganó el sprint Michel Matthews por delante de un Peter Sagan que luchó durante todo el día para poder arañar unos cuantos puntos en la clasificación de la regularidad en la meta, lo que consiguió. 

El susto del día se lo llevó Geraint Thomas, afectado por una caída a unos 15 kilómetros del final, que, en principio, no le ha dejado ningún daño importante. Se reintegró en el pelotón y ahora es el segundo favorito al Tour mejor clasificado en la general, a 19 segundos de Pinot, que es quinto en la general, a 53 segundos de Alaphilippe. Giulio Ciccone, hasta ahora maillot amarillo, es segundo en la general a 23 segundos del líder, un líder, por cierto, sólido y ambicioso, que querrá conservar el amarillo tantos días como le sea posible. 

El favorito que peor lo pasó ayer fue Vincenzo Nibali, quien se dejó más de cuatro minutos. 



Hoy se disputa la novena etapa de la ronda gala, con salida de Saint-Étienne, ciudad que acogió el final de la octava jornada. Un puerto de tercera categoría sitiado a unos 13 limoneros del final animará la carrera. 

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