Hay imágenes que definen a la perfección la la esencia del ciclismo, lo que hace a este deporte tan especial. Por ejemplo, la imagen de todo el equipo Astana volcado alrededor de su líder, Jakob Fuglsang, que acaba de sufrir una caída. Todos sus compañeros esperaban a su lado, le daban muestras de cariño y apoyo, buscaban con la mirada al doctor del Tour y sólo al final reemprendieron el rumbo, cuando el director del equipo les dijo que se acabó, que siguieran hacia adelante porque Fuglsang no podría seguir en carrera. Triste final del paso por el Tour del corredor danés, que llegaba a la ronda gala como el ciclista más laureado del año, tras ganar la Vuelta a Andalucía, una etapa de la Tirreno-Adriático, la Lieja-Bastoña-Lieja y el Dauphiné. Ahora el resto de ciclistas del Astana buscará un triunfo de etapa en las jornadas que restan.
Más suerte ha tenido Geraint Thomas, quien se ha visto envuelto en una caída en la parte inicial de la etapa. Afortunadamente, el ciclista del Ineos ha podido reemprender la marcha sin problemas y, aparentemente, podrá llegar sin problemas físicos a la parte final de la carrera, que se decidirá en los Alpes, a partir del jueves, y que ya mañana tendrá una jornada atractiva camino de Gap.
Por lo demás, la etapa ha estado marcada por el calor. Hasta 37 grados han soportado los ciclistas en el día de hoy, cuyo final al sprint estaba cantado, pero que también ha vivido sus momentos de tensión por el la expectativa de que pudieran formarse abanicos. Seis ciclistas entraron en la fuga del día. Los valientes que formaron la escapada, pese a saber que contaba con escasas opciones de éxito por el empuje de los equipos de los velocistas, fueron Alexis Gougeard (Ag2r), Stephane Rossetto (Cofidis), Paul Ourselin (Total Direct Energie), Lars Bak (Dimension Data) y Lukasz Wisniowski (CCC).
Por detrás, los equipos de los hombres rápidos buscaban romper el empate entre los hombres rápidos de la carrera, porque hasta ahora ningún sprinter había ganado más de una etapa. Mike Teunissen, Dylan Groenewegen, Wout Van Aert, Caleb Ewan, Peter Sagan y Elia Viviani habían ganado las seis volatas disputadas hasta ahora en la carrera francesa. Neutralizada la fuga a poco más de tres kilómetros del final, se lanzó el sprint, con el treno del Deceuninck-Quick Step trabajando a pleno rendimiento para Viviani. El sprint, sin embargo, no se lo llevó el ciclista italiano, sino que se impuso Ewan con claridad, por delante de Sagan y de Groenewegen. La segunda victoria en el Tour para el ciclista australiano del Lotto-Soudal, quien ha declarado en meta que ha pasado un muy mal día, pero que se ha recompuesto a tiempo de celebrar un nuevo triunfo en la carrera francesa delante de su hermana y su sobrino, que le esperaban en la meta de Nimes.
Nairo Quintana ha perdido contacto con el pelotón en la parte final de la etapa y ha cedido más de un minuto con el gran grupo. Que el ciclista colombiano se marchará del Movistar el próximo año era un secreto a voces, pero el director deportivo del equipo español lo confirmó ayer en El Larguero, de la Cadena Ser. Eusebio Unzue también confirmó la próxima salida de Richard Carapaz, ganador del pasado Giro. En principio, Quintana se irá al Arkea francés y Carapaz, al Ineos, donde no tendrá fácil ser líder en las grandes vueltas, y mucho menos en el Tour, pero donde cobrará un sueldo cuantioso. Unzue también declaró ayer en la entrevista radiofónica que espera que Mikel Landa siga en el equipo la próxima temporada, algo que no está aún claro porque al parecer tiene varias ofertas. Se da por hecho la llegada de Enric Mas al equipo telefónico el próximo año. “Espero que elija bien”, se limitó a decir ayer Unzue sobre el ciclista mallorquín.
Mañana, etapa previa a los Alpes, con un puerto de tercera categoría a menos de 10 kilómetros de meta y con un perfil escarpado en la parte final que invitará a las escapadas.
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