El 14 de julio, fiesta nacional francesa, nunca es un día cualquiera en el Tour. Por lo general, el recorrido suele ser atractivo, y los ciclistas franceses siemore cuentan con una motivación superior en una jornada así. El recorrido rompepiernas de la novena etapa invitaba a ver una fuga, como así ocurrió, pero ningún francés consiguió ganar el gran día de su país. A cambio, el ídolo local Julian Alaphilippe se mantiene al frente de la clasificación de la Grande Boucle, tras su valiente ataque del día anterior, el de la colosal victoria de Thomas De Gent tras más de 200 kilómetros escapando.
En la fuga de ayer entraron inicialmente 14 corredores, a los que después se sumó el español Marc Soler, del Movistar. Junto a él, buscaron la gloria en tan señalado día en el Tour Lukas Pöstlberger (Bora-Hansgrohe), Oliver Naesen (Ag2r La Mondiale), Iván García Cortina, Jan Tratnik (Bahrain-Merida), Tony Martin (Jumbo-Visma), Simon Clarke (EF Education First), Daryl Impey (Mitchelton-Scott), Jasper Stuyven (Trek-Segafredo), Nicholas Roche (Team Sunweb), Jesús Herrada (Cofidis), Tiesj Benoot (Lotto-Soudal), Romain Sicard (Total Direct Energie), Edvald Boasson Hagen (Dimension Data) y Anthony Delaplace (Arkéa-Samsic).
Tras sucesivos ataques entre los componentes de la fuga, dos ciclistas quedaron al frente de la carrera en su tramo final: Impey y Benoot. El ciclista sudafricano del Mitchelton-Scott fue el más rápido en ese mano a mano final y logró su quinta victoria del año, la más importante de su carrera.
Alaphilippe sigue al frente del Tour y, en principio, también debería conservar el maillot amarillo en la décima etapa, que se disputa este lunes, con final en Albi y presumible desenlace al sprint.
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