Pinot recorta 1:16 a Alaphilippe y agita el Tour




Confirmado, Thibaut Pinot es el ciclista más fuerte de este Tour de Francia. El ciclista del Groupama-FDJ, ganador de la etapa de ayer con final en el Tourmalet, ha sido hoy el gran protagonista de la última etapa pirenaica de la ronda gala, en la que ha demostrado que está en condiciones de ganar la carrera. De entrada, ha forzado la primera crisis hasta ahora de Julian Alaphilippe, que sigue de líder, pero que ha dado sus primeros síntomas de debilidad. Pinot ha recortado 1:16 al maillot amarillo y se sitúa cuarto en la general a sólo 1:50 de Alaphilippe. 

La primera conclusión de la etapa de hoy es clara: el Tour está precioso y llega totalmente abierto a la última semana de carrera, en la que los Alpes serán los jueces del Tour. Alaphilippe sigue líder, pero hoy ha cedido, como cabía esperar, y lo tendrá muy difícil para resistir a sus rivales en las etapas montañosas en las que se decidirá la ronda el jueves, viernes y sábado de la semana que viene. El corredor francés del Deceuninck-Quick Step aventaja en 1:35 a Geraint Thomas, quien hoy ha ido de menos a más, pero que no ha podido resistir el ataque de Pinot. Tercero es Steven Kruijswijk, que también ha cedido tiempo con Pinot, a 1:47 de Alaphilippe. Le siguen Pinot, a 1:50, Egan Bernal, a 2:02; y Emanuel Buchman, a 2:36. Es decir, entre el segundo clasificado y el sexto hay poco más de un minuto. 

La carrera está muy abierta, porque además se ha confirmado que Alaphilippe está muy solo, en parte, por unos problemas gastrointestinales que han afectado a Enric Mas y le han hecho peder una minutada en la etapa de hoy. Alaphilippe no tenía ningún compañero de equipo al lado en el último puerto. Eso, sumado al ingente esfuerzo que acumula en estas dos semanas de carrera, hacen pensar que el corredor francés lo tendrá muy difícil para conservar el maillot amarillo. Esto hace que el Tour tenga aún más emoción en las etapas que restan. 

Claramente, Pinot es el más fuerte. Tras mandar a David Gaudu a marcar un ritmo exigente en el puerto final, ha lanzado un ataque descomunal que descolgó a Alaphilippe, pero no sólo. El ciclista que más ha resistido a la rueda de Pinot ha sido Egan Bernal y ni siquiera él ha podido seguir el ritmo del francés. Pinot le pedía insistentemente a Bernal que tirara, que colaborara con él, pero el colombiano del Ineos no hacía más que decirle que no. Podríamos pensar que era porque no quería ayudar a Pinot a sacar más diferencias a Thomas, pero en realidad lo que ocurría es que estaba muy justo de fuerzas. Ahora Pinot, que perdió más de un minuto y medio en los abanicos de la etapa del lunes, es el hombre a vigilar. Parece el más fuerte, pero tendrá que recortar más distancias con sus rivales en las etapas alpinas. Está a una semana de ser el primer francés en ganar el Tour desde 1985. 

La etapa ha tenido un doble interés, la lucha por la general, en la que Pinot ha dado un golpe de autoridad, y la lucha por la victoria parcial, en la que se ha impuesto con enorme autoridad Simon Yates. El corredor británico del Mitchelton-Scott ha ganado el solitario, tras demostrar que era el más fuerte de los componentes de la escapada del día, una fuga muy numerosa en la que le acompañaban Patrick Konrad (Bora-Hansgrohe), Romain Bardet, Matthias Fränk, Tony Gallopin (Ag2r La Mondiale), Vincenzo Nibali, Damiano Caruso, Jan Tratnik (Bahrain-Merida), Rudy Molard, Sébastien Reichenbach (Groupama-FDJ), Nairo Quintana, Andrey Amador, Marc Soler (Movistar Team), Pello Bilbao, Omar Fraile, Alexey Lutsenko (Astana Pro Team), Amund Grondahl Jansen (Jumbo-Visma), Michael Woods (EF Education First), Simon Geschke (CCC Team), Dan Martin (UAE Team Emirates), Julien Bernard, Giulio Ciccone, Bauke Mollema (Trek-Segafredo), Michael Matthews, Lennard Kämna, Nicholas Roche (Team Sunweb), Jesús Herrada, Anthony Pérez, Pierre-Luc Périchon (Cofidis), Romain Sicard (Total Direct Energie), Ilnur Zakarin, Nils Politt (Katusha-Alpecin), Guillaume Martin (Wanty-Groupe Gobert), Roman Kreuziger (Dimension Data), Maxime Bouet, y Amäel Moinard (Arkéa-Samsic).

La actitud del Movistar fue valiente, primero filtrando en la fuga a Quintana, Soler y Amador (qué inmenso ciclista es el costarricense), y después con el ataque de Mikel Landa, valiente, aguerrido. Landismo en estado puro. El corredor vasco atacó en el penúltimo puerto del día y después se sirvió del enorme trabajo de Soler y Amador para abrir hueco con el grupo de los favoritos. Llegó a tener más de un minuto y medio de ventaja, lo que inquietó a algunos equipos que veían peligrar su posición de privilegio en la general. Cuando Landa llegó al grupo delantero, en el que estaba Quintana, se apreció una relación gélida entre ambos. Ni siquiera se miraron. El colombiano no dio ni medio relevo para Landa, que por otra parte, enseguida aceleró para seguir su cabalgada. Al final, Landa se lleva el reconocimiento como el más combativo del día y asciende a la séptima posición de la general. Ahora está a más de tres minutos del podio. 

Mañana, jornada de descanso, día para analizar de forma más sosegada lo ocurrido hoy y, sobre todo, lo que resta de carrera. Porque el Tour no podía estar más emocionante. El líder ha empezado a flojear hoy y el aspirante más fuerte, Pinot, está aún a 1:50 del maillot amarillo. Los Alpes dictarán sentencia en el Tour más abierto de los últimos años, una carrera que no querríamos que terminara nunca. 

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