Cada vez que el Tour de Francia llega a Gap es inevitable recordar la terrible caída sufrida por Joseba Beloki camino de esta localidad francesa en la edifican de 2003 de la ronda gala. El ciclista vasco marchaba más fuerte que nunca y era el gran rival del todopoderoso Lance Armstrong cuando sufrió una caída espantosa, de muy graves consecuencias, que le obligó a retirarse de la carrera. Mucho más alegres sin los recuerdos que evoca Gap para Rubén Plaza, ganador de etapa en esta ciudad en el Tour de 2015. Otros tres ciclistas españoles han intentado hoy sumar un triunfo parcial en la Grande Boucle, pero Jesús Herrada, Gorka Izaguirre y Omar Fraile no han podido unir su nombre al de Plaza en la lista de ganadores de etapa del Tour en Gap porque se han encontrado con una imparable fuerza de la naturaleza, y no hablamos del calor, muy intenso un día más, sino de Matteo Trentin, de largo, el más fuerte de los 33 componentes de la escapada del día.
El ciclista italiano del Mitchelton-Scott, vigente campeón de Europa, era posiblemente el más rápido de los miembros de la fuga, pero también era el más fuerte, así que no se arriesgo a llegar en compañía a la meta de Gap. Para qué iba a hacerlo, si podía descolgar a todos sus compañeros de escapada. Dicho y hecho. Atacó poco antes de empezar el último puerto del día, de tercera categoría, y ninguno de los nueve ciclistas que quedaban en cabeza junto a él a esas alturas de la etapa pudo seguir su demarraje. Tan sólo Pierre-Luc Périchon saltó poco después del ataque de Trentin, pero sin esperanza ninguna de alcanzarle, igual que Kasper Asgreen, que atacó poco después pero sólo pudo ser segundo.
A veces en estas escapadas numerosas está tan claro quién es el ciclista más fuerte, es tan abrumador su dominio, que en el momento justo ej el que lanza un ataque existe la certeza de que sólo le alcanzarán en meta. Así ha sido hoy con Trentin, soberbio, que logra su cuarto triunfo de la temporada y la cuarta victoria de etapa en este Tour para su equipo. El valor de las victorias se mide, en parte, por el nivel de los rivales contra los que se logran. Trentin tenía hoy enfrente ciclistas de muchísima valía, como los tres españoles ya citados, Greg Van Avermaet, Bauke Mollema, Rui Costa, Simon Clarke, Edvald Boasson Hagen o el rey de las escapadas, Thomas De Gent, que fue quien más se empeñó en la formación de la fuga al comienzo de la etapa. El pelotón dio permiso a la escapada, entre otras cosas, porque casi todos los equipos tuvieron representación en la escapada. A los ciclistas de Total Direct-Energie, que no estuvieron atentos y no metieron a nadie en la fuga, les tocó tirar del pelotón durante algunos kilómetros, aunque parecía claro que era más un castigo que un intento serio de echar abajo la escapada.
Lamentablemente, otro ciclista clásico en las escapadas, con especial buen olfato para elegir las fugas, Luis León Sánchez, ha abandonado hoy la carrera por dolores en la espalda. Su retirada llega sólo un día después de la de su líder, Jakob Fuglsang. Sus compañeros Fraile e Izaguirre han intentado ganar, pero no ha podido ser.
En el grupo de los favoritos, calma, salvo algún momento de tensión en la aproximación al último puerto del día, con un feo gesto de Tony Martin cerrando el paso a un ciclista del Ineos en la parte delantera del grupo. Más allá de esa disputa por situar a sus respectivos líderes al frente del pelotón, ninguna batalla hubo entre los favoritos, que piensan en el tríptico alpino que comienza mañana y en el que se decidirá la carrera. El pelotón llegó a la meta a más de 20 minutos de Trentin.
Mañana, primer día alpino, con tres puertos de enorme entidad, Vars, Izoard y Galibier. Este último, de categoría especial con sus 23 kilómetros al 5,1%, tiene la cima a unos 19 kilómetros del final de la etapa, en Valloire, al que se llegará tras un acelerado descenso. Primer reto para Julian Alaphilippe, cuya ventaja es muy exigua y que tendrá difícil conservar el maillot amarillo de líder.
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