La igualdad y la falta de un dominador claro beneficia a las carreras y también a las volatas. A diferencia de lo ocurrido otros años, da la sensación de que en esta edición del Tour no hay un jefe indiscutible de los sprints en la ronda gala, lo que se traduce en mayor espectáculo. Veremos. De momento, el final masivo del primer día, accidentado a causa de una caída, se lo llevó contra pronóstico Mike Teunissen (Jumbo-Visma), mientras que ayer el ganador fue Elia Viviani, para quien trabajó en bloque el Deceuninck-Quick Step, incluido el flamante líder de la carrera, Julian Alaphilippe, que ofreció la escena poco habitual del portador del maillot amarillo poniéndose al servicio de un compañero.
Viviani se impuso en el sprint a Alexander Kristoff, Caleb Ewan y Peter Sagan. Fue una volata extraña, bastante caótica, sin trenos de esos interminables, sin demasiado orden. Un sprint difícil de seguir, porque hay que mirar en todas direcciones. Por momentos, parecía que la victoria iba a ser para Kristoff, pero se abrían hueco también Ewan y Sagan. Ahí apareció, escorado por la izquierda de la carretera, Viviani para sumar su primera victoria en este Tour, la séptima del año, tras ganar una etapa en el Tour Down Under, la Cadel Evans Great Ocean Road Race, una etapa del UAE Tour, otra de la Tirreno-Adriático y dos de la Vuelta a Suiza.
Antes del desenlace al sprint, que estaba cantado, se formó una escapada sin grandes opciones de éxito, pero en la que sus tres componentes fueron protagonistas de la carrera durante buena parte del día. Entraron en la fuga Michael Schär (CCC Team), Yoann Offredo y Frederik Backaert (Wanty - Groupe Gobert). Fue Schär quien más tiempo resistió en cabeza, aunque fue neutralizado antes de coronar la Côte de Maron, catalogado de cuarta categoría. El Sunweb de Michael Matthews, que sólo pudo ser noveno en meta, marcó un ritmo exigente para intentar descolgar a otros velocistas. Lo probó tras la cota Lilian Calmejane (Total Direct Energie), pero pronto fue neutralizado por el gran grupo.
Pese a la tensión clásica de los finales de etapa, los corredores lograron evitar las temidas caídas hasta que, una vez dentro de los tres últimos kilómetros, los favoritos levantaron el pie y la pista quedó libre para los equipos de los hombres rápidos. Quienes sí se fueron al suelo en una caída que se produjo a unos 100 kilómetros de meta fueron, entre otros, Gorka Izaguirre, Patrick Konrad y Tony Gallopin.
Hoy se disputa la quinta etapa, con un recorrido escarpado que incluye dos puertos de tercera y dos de segunda.
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