Entre las muchas cosas que nos ha arrebatado la pandemia del coronavirus, una de las que más echaremos de menos son los Juegos Olímpicos de Tokio. Este evento deportivo conserva una magia especial, al reunir cada cuatro años a deportistas de todas las disciplinas en una misma ciudad, para ofrecernos días y días de competiciones continuas. Una delicia para todo amante del deporte que, a causa del maldito Covid-19, ha tenido que posponerse hasta 2021. Últimamente, las pruebas de ciclismo son de las primeras en disputarse en los Juegos. Así ocurrió, por ejemplo, en los Juegos de Pekín 2008, ya que la prueba en ruta se corrió el mismo día en el que comenzó la cita olímpica, lo que dio aún más valor al oro conseguido por Samuel Sánchez, ya que fue la primera medalla de oro para España en aquellos JJOO.
2008 fue quizá el mejor año de la historia del ciclismo español. Alberto Contador había ganado el Giro y Carlos Sastre había hecho lo propio en el Tour. Samuel Sánchez logró sorprender en los Juegos, donde casi nadie le esperaba como favorito, y poco después Contador hizo doblete y ganó la Vuelta. Un año de ensueño.
Samuel Sánchez, en efecto, no era el líder, al menos, sobre el papel, de la delegación española. Ahí estaba Sastre, recién llegado del Tour, que hizo labores de gregario. Y también Óscar Freire, tres veces campeón del mundo, y, claro, Alejandro Valverde, favorito a todo en este tipo de carreras de un día. Pero el favoritismo de Valverde permitió al asturiano ir por libre y jugarse la victoria. Eso y su magnífico estado de forma.
Samuel Sánchez se metió en la escapada final, junto a Davide Rebellin, que ese día celebraba su 37 cumpleaños, Fabian Cancellara, Andy Schleck, Alexander Kolobnev y Michael Rogers. El final, cuesta arriba, cerca de la Gran Muralla China, beneficiaba al español, pero ninguno de sus compañeros era precisamente débil. Arrancó Samu con energía, sin mirar atrás, y conquistó el título olímpico.
Recuerdo que, por la diferencia horaria, la carrera terminó por la mañana. Aquel día viaja con mi familia a Cifuentes, el pueblo de mi madre, paraíso de nuestros veranos. Y fue llegar a casa y encender rápidamente la televisión para seguir el desenlace de la prueba. No pudieron empezar mejor ni los Juegos Olímpicos ni mis vacaciones. Unos meses después de aquello, en diciembre de ese año, pude entrevistar a Samuel Sánchez en un programa que hacía en OMC Radio, la radio comunitaria de Villaverde, del que guardo gran recuerdo, y le pregunté por aquella victoria, sin duda, la más especial de su carrera deportiva.
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