Großschartner sorprende tras el show de Evenepoel


Todos los aficionados teníamos muchas ganas de que volviera el ciclismo. Hoy, cuatro meses y medio después, al poner Teledeporte al fin veíamos ciclismo en directo y no reposiciones de carreras antiguas, la única forma que teníamos matar el gusanillo tras la suspensión de todas las pruebas a causa del coronavirus. Tras ver la espectacular primera etapa de la Vuelta a Burgos queda claro que los ciclistas también han echado mucho de menos la competición estos meses, porque nos han regalado un regreso del ciclismo muy intenso, en el que ha pasado prácticamente de todo y que se ha resuelto de forma sorprendente, con la victoria de Felix Großschartner, del Bora. 

El ciclista austriaco no aparecía entre los favoritos a la victoria en el Alto del Castillo, pero ha sabido sorprender a sus rivales para ganar la etapa y, de paso, vestir el primer maillot de líder de la prueba burgalesa. Gracias a su triunfo aventaja en 8 segundos al portugués João Almeida, del Deceuninck-QuickStep; en ocho segundos a Alejandro Valverde (Movistar) y a Alex Aramburu (Astana), y en 10 segundos a otros corredores como Mikel Landa (Bahrein-McLaren), David Gaudu (Groupama FDJ) o Remco Evenepoel (Deceuninck-Quick Step). 



Precisamente Evenepoel ha sido uno de los grandes protagonistas del día. Todo transcurría según lo esperado, con una fuga de cuatro corredores que el pelotón mantenía bajo control. Los componentes de la escapada fueron Jetse Bol (Burgos BH), Gotzón Martín (Euskaltel-Euskadi), Diego Pablo Sevilla (Kometa Xtra) y Kiko Galván (Kern Pharma). Todos ellos han dado presencia en carrera a sus equipos, acaparando protagonismo en la Vuelta a Burgos con la mejor participación de su historia. 

Por detrás, el gran grupo los mantenía a una distancia prudencial. La tensión fue llegando al pelotón a medida que se consumían los kilómetros y se produjo una caída que afectó sobre todo a Sebastián Henao (Ineos) y Gijs Leemrijze (Jumbo), quienes se vieron forzados a abandonar la carrera. Entonces se produjo un corte por el viento provocado por el Trek. Hasta abanicos en el primer día de ciclismo tras el parón del coronavirus. En el grupo delantero, entre otros, el campeón del mundo Mads Pedersen, Remco Evenepoel, Alejandro Valverde y Marc Soler. 

El corte no triunfó, pero uno de sus miembros, Evenepoel, quién si no, tiró hacia adelante. Lanzó un enorme ataque el jovencísimo corredor belga que nadie podía seguir. Faltaban más de 30 kilómetros para el final, con las dos ascensiones al Alto del Castillo por delante. Un mundo. Pronto alcanzó más de 40 segundos de ventaja y los nervios empezaron a extenderse por el pelotón. El Movistar asumió las labores de caza. De pronto, cuando faltaban unos 23 kilómetros para el final, Evenepoel levantó el pie y se dejó neutralizar. Por entonces la diferencia había menguado y el viento soplaba en contra. Termino ahí su show, aunque Evenepoel intentó después entrar en la lucha por la etapa. Colosal. Incontrolable. Inmenso. Es uno de esos pocos ciclistas del todo imprevisibles, capaz de cualquier cosa, y eso siempre es una bendición para cualquier carrera.

Tras neutralizar a Evenepoel saltó del grupo Willem Smit, del Burgos BH, pero su aventura no llegó muy lejos. El grupo principal pasó por primera vez por el Alto del Castillo con el Ineos de Sosa y Carapaz al frente, pero el conjunto británico no logró controlar el desenlace de la etapa ni impedir la sorprendente victoria de Großschartner. 



Mañana, segunda etapa de la Vuelta a Burgos, con final propicio para el sprint en Villadiego. Sam Bennett, Fernando Gaviria, Mark Cavendish y el resto de velocistas presentes en la carrera burgalesa buscarán su oportunidad. 

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